Carmen Barbieri es la reina de la taquilla de Mar del Plata. Además de haber
recibido dos premios Estrella de Mar a la mejor revista y a la mejor labor cómica femenina,
encabeza la lista de las obras más vistas de la temporada con "una revista típica y clásica, como
las de antes", explicó. La obra superó, hasta la semana pasada y según la Asociación Argentina de
Empresarios Teatrales, a "La cena de los tontos", "Midachi", "Danza con Cobos" y "Deslumbrante".
"Creo que la gente que lucha y es un obrero de lo que hace, se merece tener éxito", dijo sin
olvidar que "hay que dar las gracias" cuando sucede.
—¿Cómo te sentís en el primer lugar de la taquilla?
—Estoy muy feliz. No sé si estoy primera o si estoy encabezando. Lo único
que te puedo decir es que la sala está llena todos los días y eso es lo importante; que nosotros
estamos felices, que disfrutamos de lo artístico sobre el escenario. Somos 34 personas en escena,
nos llevamos bien. Somos como una gran familia y estoy muy contenta.
—¿Qué hace un éxito o un fracaso?
—No siempre tiene lógica. Vos hacés un show espectacular, con los mejores
artistas, la mejor ropa y de muy buen nivel y de repente la boletería no acompaña. Eso no tiene
nada que ver. El éxito está en el escenario y la boletería a veces no acompaña. En este caso está
en los dos lugares y acompañó. El empresario de hecho decía "diste mucho más de lo que
prometías".
—¿Es un desafío llegar a una posición de éxito y mantenerse ahí?
—Mirá, no sé si eso es un desafío. Es un gran trabajo de muchos años
querer llegar a un lugar. A veces no se llega pero vale la pena morir en el intento. El tema es que
gracias a Dios llegué a un lugar que hay que mantenerlo. Quisiera hacer más cosas, cada vez mejor.
Agradezco a Dios y al público que dijo "sí". La vengo luchando desde hace mucho tiempo. Yo creo que
la gente que lucha y es un obrero de lo que hace, se merece tener el éxito. No siempre lo lográs
pero cuando lo tenés hay que ser una agradecida de la vida, a la gente que me dio una mano.
—¿Cuánto influye la presencia en la televisión?
—La televisión te mantiene vigente. Cuando estás dentro de un programa
como el de Tinelli te puede dar una vigencia que nunca tuviste en tu vida. Yo pasé momentos muy
importantes, estuve dentro de éxitos impresionantes en televisión, no es que los hice, y ahora me
tocó con Tinelli. Si hasta los niños te conocen por Tinelli... es bárbaro.
—¿Cómo ves la temporada con respecto a la crisis?
—Es distinta a la del año pasado, con menos público, menos gente en Mar
del Plata. Claro que se siente. En nuestro teatro, gracias a Dios, no se nota. Pero hay que
reconocer que no es la temporada del año pasado. La gente que viene a Mar del Plata viene a
desenchufarse. Yo no lo noto en el ánimo, pero sí se lo que está pasando. No ignoro ni soy
insensible o que está fuera de la realidad. Notamos que se llena todas las noches y no hay más
localidades. Pero no puedo ser necia y no ver la realidad. La realidad no es la boletería mía. La
realidad es un todo.
—¿Producir es un riesgo?
—Eso es lo que pasó. Es muy difícil. Fue una locura de Javier Faroni, mi
productor, hacer una revista con tanta gente, típica y clásica, como las de antes, invirtiendo
tanto dinero sin saber si iba a ganar. Y agradezco a Dios y al público que nos acompañó. Faroni se
merecía recuperar lo que invirtió porque confió en mí y en la revista porteña.
—Además debutaste como escritora con "Soy XL ¿y qué?"...
—No es una apología a la gordura. Es solamente aceptarme como soy y tratar
de mejorar, pero con humor.
—¿Te sentiste discriminada por ser XL?
—No es discriminada la palabra... El tema es que si no sos 90-60-90 no sos
perfecta. Y la vida no es así. Pero todo con humor. Mirá dónde llegué yo con la edad que tengo y
peso que tengo. Estoy feliz de ser quien soy, me acepto como soy, y sigo siendo una mujer sexy. Ese
es lo que brindo a aquella mujer que a los 50 años cree que lo perdés todo, pero es cuando uno
mejor puede estar. En realidad soy L, pero en este país querido en el que vivo, L es un talle
chiquito. En Estados Unidos compro L y me va grande. En realidad XL es extra linda.
—¿Esas medidas son para el teatro de revista?
—Las catorce mujeres que hay en el espectáculo son 90-60-90. Y yo soy 113,
78, 113, peso 79 kilos y tengo 53 años.
—Sos de las pocas mujeres que confiesan esas cosas...
—No soy de las pocas, soy la única que dice toda la verdad (risas).