Los pagos de deuda que se acumulan en enero comenzaron a impactar en las reservas del Banco Central, que el miércoles bajaron u$s 1.728 millones a raíz de la cancelación de obligaciones relacionada con bonos Globales. Este jueves se pagarán otros u$s 4.341 millones correspondientes a bonos reestructurados en 2020. Mientras tanto, el dólar blue volvió a subir.
La divisa subió $ 5 y cerró a $ 1.220 para la venta en las cuevas porteñas y a $ 1.233 en Rosario. El spread con el mayorista se ubicó en 17,7%.
El Banco Central compró divisas por sexta jornada consecutiva, al sumar, en términos netos, otros u$s 137 millones. Sin embargo, las reservas brutas se hundieron u$s 1.728 millones. Esto fue el resultado fundamentalmente del pago de los bonos Globales por u$s1.600 millones. También influyeron cambios en las cotizaciones.
Las acciones bajaron
Mientras tanto, el S&P Merval sufrió toma de ganancias y anotó su primera baja en una semana. Los papeles locales que cotizan en Wall Street también cedieron hasta 12%, mientras que los bonos en dólares cerraron mixtos y el riesgo país se ubicó en los 571 puntos básicos tras la corrección realizada por el JP Morgan.
En Nueva York, las acciones argentinas sufrieron toma de ganancias, aunque se destacó la baja de Edenor, que cayó 12,1%. Fuentes del mercado afirmaron que “un vendedor grande de afuera está saliendo de su tenencia, ya que van dos o tres días de viene cayendo en promedio 5%”.
En la curva de renta fija, los bonos soberanos promediaron la jornada en terreno negativo, pero finalmente cerraron mixtos tras el pago del vencimiento de los Globales por unos u$s 1.600 millones.
Día D para la deuda
El gobierno enfrenta este jueves el pago de vencimientos de bonos soberanos en dólares más grande del año por unos u$s 4.341 millones, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Estos pagos corresponden a la deuda que tomó el ministro Luis Caputo durante su gestión como titular de la cartera de Finanzas de Mauricio Macri, y que feuron reestructurados en 2020 por el ex ministro de Economía Martín Guzmán. Incluye tanto capital como intereses. Los títulos que pagan cupón son los Bonares con ley argentina (AL29, AL30, AL35, AL38 y AL41) y los Globales -con ley extranjera-, denominados en dólares (GD29, GD30, GD35, GD38 y GD41) y en euros (GE29, GE30, GE35, GE38, GE41 y GE46).
En el mercado esperan que el Tesoro cumpla sin inconvenientes con esta obligación, en medio de un mayor optimismo de los inversores hacia la Argentinas. El anuncio de un crédito Repo por u$s 1.000 millones generó un impacto positivo en el mercado y dejó al riesgo país al borde de perforar un nuevo valor simbólico, lo que lo acerca a tasas más favorables para acceder a financiamiento internacional.
Una mano de Moody's
La calificadora de riesgos Moody’s elevó el tope de calificación en moneda local y extranjera de Argentina para reflejar la “mayor previsibilidad y consistencia de la política económica del país”.
Las medidas del presidente Javier Milei han llevado a “una rápida reducción de los desequilibrios monetarios y fiscales que estaban alimentando una inflación muy alta”, dijo Moody’s en un reporte.
Alerta Trump en Wall Street
En el plano internacional, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense subió el miércoles, en una sesión en la que el retorno de las notas referenciales a 10 años tocó máximos desde abril por temores a un nuevo alza de la inflación si el gobierno entrante de Donald Trump promulga nuevos arancel es. Debido a la política económica que afirma que implementará Trump, se estima que podrían aumentar tanto el crecimiento como los precios.
De hecho, se conocieron las minutas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), en las que se destacó que a los oficiales les preocupa la posibilidad de que Trump imponga aranceles y se generen nuevas presiones inflacionarias. Los participantes indicaron que si sus proyecciones se confirman, sería apropiado seguir avanzando gradualmente hacia una postura política más neutral.
Las minutas mostraron a los responsables de política monetaria enfrentados a un conjunto repentinamente enmarañado de nuevas influencias en una economía que comienza el año con un desempleo relativamente bajo, un fuerte crecimiento y una inflación que se mantiene por sobre el objetivo del 2%, pero que se espera que disminuya.