El mercado argentino vivió ayer un verdadero miércoles negro que no fue sólo una réplica de las caídas mundiales sino que, esencialmente, tuvo un origen doméstico. Después del feriado de Carnaval, el dólar minorista se disparó 2,14 por ciento y cerró en $ 41,70, la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq) llegó al 50,55 por ciento y la Bolsa porteña vivió la peor jornada en más de tres meses al derrumbarse 4,28 por ciento, con acciones que cayeron hasta niveles hasta el 9 por ciento.
La plaza doméstica acusó el cimbronazo de las noticias locales, que mostraron un conjunto de indicadores económicos que siguen mostrando pronunciadas bajas como la industria y la construcción, pero además por la información difundida ayer por la revista Forbes que señalaba un "eventual colapso" de la economía argentina.
La influyente publicación aseguró que la situación del país se agrava "debido a la fuga de capitales" y explicó que "empresas como Coca Cola piden un procedimiento preventivo de crisis", tras citar otros casos como Carrefour o Avianca.
Tampoco ayudaron las previsiones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difundió ayer el Banco Central, que prevé una inflación del 3,5 por ciento para febrero (ver aparte).
En ese contexto, el dólar minorista tocó los $ 42 tanto en Buenos Aires como en Rosario y finalmente en ambas plazas cerró en $ 41,71. En el mercado mayorista la cotización de la divisa estadounidense aumentó 94 centavos y finalizó a $ 40,75, con lo que alcanzó su valor más alto de los últimos cinco meses.
Para el analista financiero Christian Buteler, "la suba de tasas y una mayor absorción (de pesos a través de las Leliq) no logró contener al dólar que subió mucho más que en los países de la región". Y sentenció: "Cuando el dólar como la tasa están para arriba, no es buena señal".
En tanto, Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, dijo que la rueda se caracterizó por "otra pequeña suba de tasa, otra vez adjudicando más que lo anunciado, en una jornada marcada por un castigo a activos locales, en particular, y emergentes, en general".
A nivel bursátil, la bolsa porteña registró la sexta baja consecutiva, en una rueda en la que el volumen de negocios fue $1.080 millones, un monto que se encuentra por encima del promedio diario de las últimas semanas. Dentro del panel líder los rojos fueron encabezados por YPF que se derrumbó 8,71 por ciento, pero además con bajas pronunciadas en Grupo Supervielle (-8,28 por ciento), Grupo Financiero Galicia (-7,37 por ciento), Grupo Financiero Valores (-6,80 por ciento) y Transener (-5,74 por ciento).
Además, el magro comportamiento de las acciones argentinas en Nueva York también repercutió sobre el riesgo país que elabora JP Morgan, que saltó a 747 puntos, desde los 720 del viernes pasado.
Pero no sólo las acciones tuvieron una mala jornada: los títulos públicos también continuaron con su racha bajista y perdieron hasta 2,5 por ciento en sus cotizaciones en dólares, con el riesgo país de nuevo en los 750 puntos, un nivel que refleja una creciente aversión al riesgo por parte de los inversores.
En Wall Street, el índice Dow Jones bajó 0,52 por ciento y se instaló en 25.673,46 puntos, luego de que la Reserva Federal difundiera un informe en el que dio cuenta sobre la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos. También cayó Standard & Poor's 0,65 por ciento y el Nasdaq perdió 0,93 por ciento.
La misma suerte corrió el Bovespa en Brasil, que ayer retrocedió 0,41 por ciento para ubicarse en 94.216 puntos.