A pocos días de que cambie año, se actualice la banda cambiaria y opere el vencimiento de deuda por u$s4.300 millones, el precio del dólar se entona. El oficial arrancó la semana del 2025 con subas moderadas, que lo llevaron a $1.475 en el Banco Nación pero el blue aumentó otros $10 hasta alcanzar $1.540 en la city porteña y $1.546 en Rosario, máximo en más de dos meses.
El billete paralelo encadenó dos jornadas consecutivas con subas y la brecha con el dólar mayorista alcanza al 5,7%. La semana pasada registró un avance de $ 45, el más importante en los últimos tres meses.
El mayorista, en tanto, se vendió a $ 1.457, un incremento de $ 4,50 respecto al cierre del viernes. En el segmento de futuros se observaron incrementos generalizados. Para mitad del año próximo se espera que el tipo de cambio finalice en $ 1.658, lo cual implicaría un alza semestral del 14%.
En el mercado de capitales, el S&P Merval borró ganancias iniciales y cayó, los ADRs operaron con bajas de hasta 2,7% y los bonos operaron dispares. El riesgo país se ubicó en torno de los 571 puntos básicos.
Es que más allá de la victoria que logró el oficialismo en el Parlamento cuando sancionó la ley de presupuesto 2026, la city no tuvo tiempo de festejar. El presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo enfrentan un comienzo de año desafiante, con vencimientos de deuda por aproximadamente u$s 4.300 millones concentrados el 9 de enero.
Los vencimientos
Fuentes oficiales y privadas coinciden en que el Tesoro cuenta con recursos parciales para afrontarlos, alrededor de u$s 1.800 millones ya disponibles, mientras evalúa alternativas como operaciones de Repo con bancos privados y colocaciones locales en dólares, descartando por el momento emisiones en mercados internacionales.
En este contexto, se esperaba un desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos u$s 1.050 millones, correspondiente a la aprobación de la segunda revisión del programa de Facilidades Extendidas. Esto estaba previsto para la tercera semana de enero. Sin embargo, deberá esperar.
El FMI evalúa por estas horas el segundo waiver consecutivo por inobservancia de la meta de reservas netas internacionales (RIN), tras el concedido en la primera revisión. Argentina incumplió por un desvío estimado en torno a los u$s 12.000 millones. En Washington dan por descontado que se concederá otro perdón pero alertan sobre las dudas que hay en el organismo respecto de la contabilidad del Banco Central.
La misión técnica que debe validar la revisión del programa acordado cuando el Fondo prestó u$s 20 mil millones a Milei, no viajará a Buenos Aires hasta contar con una certificación firme y opinión favorable de los estados financieros del BCRA al 31 de diciembre de 2025.
Cómo afrontar el pago de la deuda
Uno de los puntos en discusión es cómo se contabiliza en términos formales el acuerdo de estabilización cambiaria por hasta u$s 20.000 millones suscripto con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Aunque este swap representa una línea de liquidez significativa para fortalecer las reservas y atender compromisos externos, para el FMI presenta limitaciones operativas: hasta el momento solo se han habilitado alrededor de u$s 2.540 millones, debido a la falta de autorización explícita del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal. Esta situación irregular impide su incorporación plena a las reservas oficiales. Paralelamente, persisten observaciones sobre irregularidades en el uso de encajes bancarios para atender compromisos internacionales del gobierno.
El retraso no altera los compromisos inmediatos del Tesoro, pero reduce el margen de maniobra en divisas para el pago de enero.
De acuerdo a los datos oficiales del Banco Central, el Tesoro logró atesorar u$s 247 millones en noviembre. En tanto los depósitos en dólares del Tesoro frente al próximo pago se encuentran en u$s 1.836 millones, tras realizar compras la semana pasada. Adicionalmente, de acuerdo a Bavsa, “Economía posee un equivalente a u$s 2.352 millones en depósitos en pesos en el BCRA, por lo que aún debería apelar a financiamiento o a depósitos en bancos comerciales para afrontar el vencimiento de enero”.
Blanqueo en la mira
Uno de los mecanismos con los que el ministro de Economía quiere juntar dólares, es el de un nuevo blanqueo de capitales. Para ello impulsó y logro la aprobación, junto con el presupuesto, de la ley de inocencia fiscal. La norma libera en buena medida a contribuyentes incumplidores e inversores dudosos de informar el origen de los fondos que movilice.
Urgido de hacerse de esos dólares que hoy están en negro, el ministro salió a apurar a los bancos para que flexibilicen sus controles. “Si les piden cosas demás (léase, romper las pelotas), no pierdan su tiempo”, advirtió a los especuladores. Y les sugirió que vayan al Nación. El problema es que la ley de inocencia fiscal aún no fue reglamentada.
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De todos modos, el titular del Palacio de Hacienda insistió: “Depositan en el banco (Nación) sus dólares y pueden disponer de los mismos inmediatamente, para realizar el consumo que quieran o para ahorrar ganando un interés, como en cualquier lugar del mundo”. El único requisito para quien quiera maniobrar de esa manera será haber “adherido al régimen de ganancia simplificado”, posteó en X.