“Sin actividad no hay industria. Necesitamos una industria produciendo, generando empleo, innovando e invirtiendo", subrayó Martín Rapallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), frente a los casi mil empresarios santafesinos reunidos en el Sportivo Atlético Club de Las Parejas donde se realizó el almuerzo por el 25º aniversario de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).
Un nuevo contrato productivo es la propuesta del sector fabril. “Argentina necesita un acuerdo de largo plazo para volver a ser un país normal. El nuevo contrato productivo significa seguridad jurídica, un marco legal que se cumpla y una Justicia que responda cuando no se cumpla. Una macroeconomía ordenada, con baja inflación, que genere ahorro, ahorro que se transforme en crédito, crédito que se transforme en inversión e inversión que se traduzca en más empleo. Ese es el camino del crecimiento y del desarrollo, que debe lograrse con el consenso de la sociedad. No hay magia, hay reglas claras. No hay atajos, hay un camino que debemos recorrer con esfuerzo y consenso”, reseñó el presidente de la UIA.
Sobre algunas de las problemáticas sectoriales, realizó una especial mención al "gran aumento en la importación de productos chinos, totalmente subsidiados, que no buscan participar ni competir en el comercio internacional sino directamente quedarse con toda la producción de los mercados locales". En ese sentido, Rapallini habló sobre la venta por courier: "Por un lado, refleja la agresividad de esta estrategia comercial, y por otro, muestra una gran desigualdad impositiva respecto de la producción nacional. El resultado final es conocido: cuando los tejidos productivos locales desaparecen, lo que queda es la dependencia y la concentración en un solo origen”.
En ese sentido, apuntó que bajar la inflación, equilibrar las cuentas públicas y dar previsibilidad es bueno, pero no alcanza. “La macro ordena, la micro decide. En la microeconomía tenemos problemas urgentes. La actividad se frena, el dumping y el contrabando destruyen empleo, las tasas ahogan la inversión y se incumplen reglas básicas de competencia”, subrayó.
En busca de la competitividad pérdida
Para Rapallini “es necesario nivelar la cancha”. Dijo que no se puede hablar de competitividad sin encarar dos reformas fundamentales que forman parte del nuevo contrato productivo: una reforma impositiva, que reduzca la presión fiscal sobre la producción y el trabajo, y una modernización laboral, que preserve derechos pero adapte nuestro sistema a la realidad del siglo XXI. “Son dos factores centrales para atacar de manera directa el costo argentino”, señaló antes los industriales santafesinos.
Además, resaltó que el Estado también tiene una responsabilidad indelegable para “generar infraestructura para bajar costos, apostar a una educación orientada al trabajo y a las nuevas habilidades, impulsar políticas de desarrollo federal y definir con claridad cómo y con quién nos integramos al mundo”. Y también resaltó que el acuerdo público-privado es indispensable. “Los países que más crecen son aquellos cuyo sector privado es fuerte y competitivo, y el Estado acompaña con políticas claras y estables. Hoy vivimos un momento difícil. Pero estoy convencido de algo: el futuro de Argentina es con más industria”.
En su discurso, el titular de la UIA indicó que es clave consolidar espacios de diálogo a nivel nacional y provincial con cada gobierno, con cada actor vinculado a la actividad productiva. “En cada provincia y en cada región late la vocación productiva de los argentinos. Cuando se generan las condiciones, el empresariado nacional responde: invierte, produce, genera empleo, compite. Lo hizo siempre y lo volverá a hacer”, consideró.