La inflación de los trabajadores fue del 24,3% en diciembre, casi duplicándose respecto a las cifras de noviembre (12,1%). De este modo el 2023 terminó con una inflación del 207,7%, la más alta desde la hiperinflación de 1990 y en el top 10 de las más altas de la historia argentina, según se desprende de la última medición realizada por el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).
Todos los capítulos de la canasta registraron alzas mayores al 15% en diciembre, destacándose transporte (+31,7%, por la drástica suba en naftas), salud (+25,8%, por la desregulación en precios de prepagas y subas en medicamentos), comunicaciones (+25%, por desregulación en precios de servicios de telefonía e internet y alzas en equipos de telefonía móvil en donde los contenidos importados son elevados) y alimentos y bebidas (+24,6%, por los efectos del salto cambiario y el abandono de programas de acuerdos de precios como Precios Justos).
El informe detalla que “la fuerte aceleración de la inflación obedece al discreto salto cambiario del 12 de diciembre, más la desregulación de precios en ciertos rubros que venían contenidos, como naftas, prepagas y telecomunicaciones”.
El director general del CCD y ex ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, hizo una fuerte crítica a las medidas de ajuste y liberación de precios tomadas por el gobierno al señalar que “en esta política del gobierno de Milei el único precio que no estaba reprimido parece ser el salario de los trabajadores". En ese sentido, subrayó: "Si no hay recomposición salarial habrá fuertes consecuencias de largo plazo. Hay que fijarte que la tras la caída del salario real en 2002, a la sociedad le llevó casi una década, hasta 2011, regresar al nivel de las remuneraciones promedio vigentes en 2001. Este régimen por el que nos llevan no genera ni estabilidad perdurable ni condiciones propicias para el crecimiento, solo una innecesaria involución civilizatoria”.
Trabajo y salario
La segunda mitad del informe analiza la situación reciente del mercado laboral argentino. En este punto el coordinador general del IET, Fabián Amico, detalló que "la gran devaluación del 13 de diciembre pasado, sumada a la secuencia de aumentos en el precio de los combustibles que como es un insumo básico tiene amplias repercusiones inflacionarias, están produciendo una caída inédita en los salarios reales, ubicando las remuneraciones de los trabajadores en los menores niveles de casi veinte años y un 27% por detrás del pico de 2015”.
“Los últimos datos disponibles, que son hasta el tercer trimestre de 2023, muestran niveles bajos de desocupación en perspectiva histórica (la más reducida desde 1991) y las mayores tasas de empleo (personas ocupadas cada 100 habitantes) desde que hay registro. No obstante, estos datos contrastan con lo ocurrido en el plano de los ingresos laborales, que al tercer trimestre de 2023 se encontraron en promedio 1,5% por debajo de fines de 2019 y 20% por detrás de principios de 2018, previo al inicio de la crisis cambiaria que se prolongaría por 2018-2019. Las mayores contracciones en los ingresos laborales se dieron en los no asalariados”, explica el documento.
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Por último, el informe concluye con un análisis del salario real en el sector privado registrado de largo alcance (desde fines de 2001 en adelante). “El pico del salario real se dio en septiembre de 2015, cuando fue 34% más alto que en el ocaso de la convertibilidad. Se estima que la fuerte aceleración inflacionaria de diciembre habría ocasionado una merma del salario real cercana al 8% frente a los niveles de noviembre y del 13% frente a los de octubre. De este modo, las remuneraciones reales en el sector privado registrado se encontrarían en sus menores niveles en 18 años, esto es, desde fines de 2005, y 27% por detrás del pico de 2015”.