Cae el empleo, se desploma el salario y las deudas crecen. El último informe del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate) estimó en $ 59,8 billones el total de la transferencia de ingresos que se produjo en la economía por la caída del costo salarial durante el gobierno de Javier Milei. En el mismo período se perdieron 300 mil puestos de trabajo formales y creció el endeudamiento familiar de tal modo que la morosidad se incrementó a niveles inéditos: 9,1% en créditos personales y 7,4% en tarjetas de crédito.
Señala Mate que la billonaria transferencia de ingresos desde el trabajo asalariado al capital afectó también la recaudación, el financiamiento de las obras sociales y los aportes sindicales. La motosierra quitó 19% a los trabajadores estatales, 5% a los privados y 23% los jubilados. El salario mínimo, vital y móvil cayó cerca de su piso histórico. “En Argentina es legal contratar una persona en blanco por $ 322.000 mensuales brutos”, alertó el estudio. Una familia necesita cinco salarios mínimos para no ser pobre.
Pese a este enorme sacrificio, la inflación mensual en octubre fue del 2,3%, máximo registro en seis meses. “El gobierno impuso un enorme sacrificio a la población con la excusa de terminar con este problema, pero el problema persiste mientras se pierden empleos, ingresos y derechos”, subraya el informe.
Consecuencia de este derrumbe es el crecimiento del endeudamiento de las familias, que “no alcanzó para mantener los niveles de consumo de los años previos” y está en su punto máximo con serios problemas de irregularidad. “Los problemas de morosidad se incrementaron a niveles inéditos, la morosidad es de 9,1% personales y de 7,4% en tarjetas de crédito”, explicaron desde Mate.
La situación en los barrios
Sofía Botto, directora del Instituto de Investigación Social, Económica y Política (Isepci) en Santa Fe, advirtió que diciembre, un mes que para nuestra sociedad siempre es sensible, arranca con “una situación muy compleja en los barrios populares donde hay una carga muy grande en los hogares para poder afrontar los gastos diarios”.
El Indice Barrial de Precios (IBP), a través del cual el instituto mide el aumento de precios de productos de la canasta básica en comercios de cercanía, revela que “la inflación sigue estando presente, con aumentos sostenidos la leche, carne y frutas”.
En este contexto, los ingresos no alcanzan y cada vez compra menos, como correlato crece el endeudamiento. El Isepci presentó en octubre el segundo estudio sobre el impacto que este proceso en los hogares que llevan adelante adelante mujeres, tanto solas como con personas a cargo.
“Cuando preguntamos hace dos meses si se estaban endeudando para poder comprar los productos básicos, el 68% contestó que sí, cuando el año pasado esa proporción había sido del 34%”, explicó Botto durante una entrevista con el programa La Banda Cambiaria. Las vías de endeudamiento en expansión son las billeteras virtuales, los préstamos bancarios, los préstamos barriales informales, y las tarjetas de crédito.
“Estas deudas que se toman para realizar gastos diarios, como comprar alimentos en el almacén o cargar la Sube, cada vez son más difíciles de afrontar y obviamente impactan en la calidad de vida”, agregó. El 85% dijo en la encuesta que habían realizado ajustes en el consumo. El principal recorte fue en alimentos.
La reducción del poder adquisitivo confluye con las pérdidas de puestos laborales y también con la sobrecarga laboral cuando eso es posible. La eliminación de los programas sociales, con excepción de la Asignación Universal por Hijo (AUH), y el recorte de subsidios a distintos servicios termina afectando el bolsillo de los trabajadores empobrecidos.
Empresas que cierran
“Estamos viendo una situación de muchísima precariedad, que se va reflejando en los distintos parámetros sociales, un panorama horrible en el que todos los días nos enteramos que una empresa cierra y un montón de familias se quedan en la calle”, señaló.
Esta y otras descripciones contrastan con el último Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae) que elabora el Indec y que, luego de un extraño reseteo, mostró un aumento de la actividad económica en el tercer trimestre del año.
Para los economistas de Mate, “el discurso oficial de una economía en franca recuperación es inconsistente con la realidad: el consumo no sólo sigue deprimido sino que continua cayendo en relación a 2024”, señaló. También cayeron la inversión y el empleo. “¿Cómo puede crecer una economía sin consumo, sin inversión, con menores salarios y con destrucción masiva de empleos?”, se preguntan desde el centro de estudios.