En septiembre, la actividad económica de Santa Fe registró una caída interanual del 0,5% y de 0,1% mensual, en un escenario en el cual sólo tres de los ocho indicadores relevados presentaron variaciones positivas, aquellos vinculados con el consumo masivo, como fueron las ventas en supermercados y las remuneraciones de empleados registrados, lo que expresó en número el impacto positivo que tuvieron los programas de consumo y recuperación del salario implementados por el gobierno nacional para paliar la escalada inflacionaria.
Los datos surgen del último Indice Compuesto Coincidente de Actividad Económica de la provincia (Icasfe) que elabora la Bolsa de Comercio de Santa Fe, correspondiente a septiembre, el cual muestra que la economía provincial tuvo una contracción neta de 0,4% durante el tercer trimestre del año, uno de los más complejos debido a la tensión cambiaria y a la devaluación del 20% que el gobierno implementó en agosto último.
El relevamiento muestra que en septiembre de este año, las ventas en supermercados de Santa Fe (grandes superficies) continuaron creciendo incluso entre los niveles más altos de la serie estadística, al registrar un salto mensual del 1,6% y del 9,9% en forma interanual.
Según indicaron los técnicos que elaboran el Icasfe, esto se debe a que los santafesinos optaron por priorizar este consumo frente a las pocas opciones para preservar el valor del dinero en un contexto de “recesión con inflación”. Aunque también reconocieron que “esto evidencia la incidencia positiva que han tenido sobre el nivel de actividad los programas de consumo y recuperación del salario en el corto plazo, aunque al mismo tiempo implican más presiones a la frágil estructura económica de fondo y profundizan el déficit fiscal”.
El impacto de las paritarias
Sin embargo, otro de los indicadores que crecieron fueron el conjunto de remuneraciones reales de los empleados registrados, con un incremento mensual del 0,6%, y 1,7% interanual y los puestos de trabajo registrados (altas nuevas), con una variación mensual del 0,3% y 3,6% comparado con septiembre del 2022.
En cambio, hubo una abrupta caída respecto de las expectativas de contratación de personal. En el séptimo mes del año cayeron las expectativas empresarias para incrementar personal (demanda laboral) un 10% en forma mensual y 40,8% en los últimos 12 meses.
Por su parte, los indicadores referidos a la inversión en bienes durables, también cayeron. El consumo de cemento en la provincia, asociado al sector construcción, bajó 0,3% mensual y 3,8% interanual; el patentamiento de vehículos nuevos retrocedió 2% respecto de agosto y 6,6% comparado con septiembre de 2022.
Otro de los rubros que mostró una baja en septiembre fue la producción industrial con una caída mensual de 0,6% y de 8,4% interanual.
En tanto, los ingresos o recursos tributarios de la provincia (en términos reales) acumularon una caída del 2,9%
en los últimos doce meses, mientras que la variación respecto de agosto fue del -0,8%, especialmente en la recaudación de impuesto de Sellos y recursos de la coparticipación nacional (-5,9% y -1,3%). “Si bien ingresos brutos muestra una leve tendencia alcista desde marzo de 2023, no logra compensar en el agregado”, indicó el informe.
Una foto de la industria
Al interior del sector manufacturero, uno de los principales motores de la economía de Santa Fe, se observa que una heterogeneidad, propia de lo que ocurrió en la industria a lo largo de este año, con sectores que seguían en crecimiento, mientras otros se amesetaban o caían.
Así, el consumo de gas industrial en la provincia subió en septiembre en el orden del 2,8% en forma mensual, luego de tres meses de caídas consecutivas. Sin embargo, “bajo una mirada de mediano-largo plazo la serie continúa con la contracción desde agosto de 2021, con variaciones interanuales negativas hace nueve meses, en las cuales siete mediciones superaron los dos dígitos”, detalló el Icasfe y agregó que la variación anual fue de -11,7%, mostrando una desaceleración respecto a meses anteriores.
En tanto, la serie representativa del consumo de hidrocarburos en Santa Fe (excepto nafta y fuel oil) cayó en términos mensuales, luego de obtener seis tasas desestacionalizadas positivas (-0,1% con respecto a agosto de 2023). En tanto en términos interanuales, se mantuvo en terreno positivo (3,9%).
Cae la molienda de granos
Otro de los sectores muy dinámicos en Santa Fe como es el agroindustrial también profundizó una tendencia a la baja que venía experimentando a lo largo del año producto de las consecuencias que dejó la sequía sobre la producción primaria. Así, la molienda de semillas de soja y girasol en septiembre bajó en forma mensual 0,8% y un 31,6% en forma interanual, registrando así la 21º variación negativa consecutiva.
Por su parte, la producción láctea continúa la senda decreciente iniciada en noviembre de 2021. En agosto y septiembre las variaciones mensuales se ubicaron en -0,8%, mientras que la tasa interanual de septiembre fue de -3,5%.
En tanto, el consumo de energía eléctrica industrial en la provincia (no incluye cooperativas) cayó en septiembre y octubre 2,5% y 1,4% respectivamente. “En la comparativa interanual se acentúa profundamente el comportamiento de tasas negativas que se exhiben desde enero de 2023, específicamente, septiembre y octubre arrojaron tasas anuales de -9,1% y -10,7%”, indicó el informe.
En cuanto a la faena bovina también se acentúa la caída que se venía evidenciando, registrando seis meses consecutivos de tasas mensuales negativas. En octubre, la faena de bovinos cayó -1,2% respecto a septiembre y -9,4% respecto a octubre de 2022 (mayor caída en los últimos cuatro meses).
Para los especialistas de la Bolsa santafesina que elaboran el Icasfe, la “fase contractiva actual del ciclo económico, que comenzó en junio de 2022, implica para la provincia una sucesión de dieciséis meses consecutivos de recesión y estancamiento”. Pese a ese diagnóstico poco optimista, visualizan en términos macroeconómicos “una recesión moderada” si se la compara con otras siete que tuvo la provincia desde 1994 en adelante cuando hubo caídas de actividad superiores al 6%, mientras que el ciclo que va desde mayo de 2022 a septiembre de 2023 la variación anualizada fue de sólo -1,5%.