Con 44 votos afirmativos, la Cámara de Diputados de Santa Fe dio media sanción al proyecto de presupuesto 2025, que contempla recursos y gastos por algo más de $10,4 billones. La iniciativa, que pasó para su tratamiento a Senadores, recogió dos votos negativos y dos abstenciones. Sin sobresaltos en el trámite legislativo, hubo debates en el recinto, fundamentalmente centrados la magnitud del endeudamiento que el gobierno provincial pidió autorización para tomar.
El proyecto de presupuesto para el año próximo prevé un gasto de $10.47 billones y recursos por un nivel casi equivalente. De hecho, el superávit esperado es del 0,01 %.
La presidenta de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, Jimena Senn, fue la encargada de presentar y defender el proyecto elaborado por el Ministerio de Economía santafesino, que conduce Pablo Olivares. Subrayó, en ese sentido, la prioridad que le asigna el gobierno a la seguridad, la salud y la infraestructura productiva, lo que se expresa, entre otras cosas, en “la inversión prevista de $531.519 millones en la EPE”.
El presupuesto prevé erogaciones de capital por más de $1,6 billones, que en buena medida será financiado con ahorro económico. Mientras el gasto total crece 115 %, el destinado a obras sube 191 %. Entre las principales obras para desarrollar figuran el Hospital Regional Sur de Rosario y un desembolso de $100 mil millones para el recambio de redes de Aguas Santafesinas (Assa). Para atender parte de ese gasto, se incluyen pedidos de autorización para endeudamiento. Hay de $100 mil millones para la compra de maquinaria de municipios y comunas, y de USD 90 millones para el recambio de redes de agua.
Precisamente fueron los artículos que contemplan estos pedidos los que originaron cruces de opiniones durante la discusión en el recinto. La diputada Verónica Baró Graf, del bloque 100 % santafesino, cuestionó entre otras cosas el nivel de endeudamiento comprometido en esos pedidos. “Entre letras, endeudamiento para obras, refinanciación y créditos para EPE y/o Assa suman $617 mil millones”, alertó.
El cálculo del vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Walter Agosto (Hacemos Santa Fe), elevó esa cifra a $1,8 billones, al sumar una serie de refinanciaciones contempladas como anexos. “Siempre es necesario contar con financiamiento pero este monto es excesivo e innecesario, de hecho casi triplica el stock de deuda de la provincia”, señaló. Dijo que es casi el 17 % del gasto total y lo comparó con el presupuesto 2023, que era de 1,7 %.
Cabe destacar que, aun con estas y otras objeciones que se presentaron en la votación en particular, ambos legisladores dieron su aval al presupuesto en general, por “gobernabilidad”.
El socialista Mariano Cuvertino respondió a estos cuestionamientos, celebrando “la audacia” que tiene el gobierno de Maximiliano Pullaro de potenciar las fuentes de financiamiento para realizar obra pública, en un contexto de retiro del Estado nacional. “El pedido de endeudamiento presupuestado en 2023 estuvo por debajo de lo que permite la ley de administración financiera de la provincia, del 7 % del gasto que previó Córdoba ese año y de la ley de responsabilidad fiscal, que habilita hasta un 15 %”, señaló, al tiempo que subrayó la necesidad de avanzar en proyectos de infraestructura. Al mismo tiempo cargó duro contra el gobierno nacional, que se asegura el 70 % del superávit fiscal con las retenciones que cobra en las provincias y luego les recorta en un 90 % las transferencias.
Otro intercambio entre Agosto y Cuvertino tuvo que ver con el destino del stock de títulos por $700 mil millones que tiene Santa Fe a partir del fallo de la Corte Suprema por la coparticipación histórica. El exministro de Economía de Omar Perotti cuestionó que se habilite en el presupuesto a utilizar el 100 % de ese activo para pagar obras, y reclamó reducir esa venia a la mitad. Y además propuso que se puedan usar en parte para financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones hasta que la Nación gire los fondos que deben. El socialista replicó criticando el uso de esos recursos para gasto corriente.
La distribución geográfica del gasto también provocó algún chispazo. Emiliano Peralta y Silvia Malfesi, de Somos Vida, cuestionaron que el presupuesto de vialidad asignado a General López triplique el de General Obligado, cuando son equivalentes en población. El socialista Leonardo Calaianov, socialista de Venado Tuerto, retrucó apelando al aporte del departamento del sur al PBG.
Durante las exposiciones también surgieron quejas de la oposición por la desactivación del programa Billetera Santa Fe. La diputada Baró Graf señaló que se habían presupuestado $50 mil millones en 2024 que no se ejecutaron y subrayó la importancia que tendría en este momento por la caída del consumo.
Fabián Palo Oliver, de Frente Amplio por la Soberanía (FAS), denunció que al equilibrio fiscal de la provincia lo están pagando los trabajadores del sector público, con una caída del salario real de entre 25 % y 35 %. Su colega de bancada Carlos Del Frade, señaló que el presupuesto 2025 es “el de la resignación y subordinación al gobierno nacional”.
En ese bloque, Palo Oliver y Claudia Balagué se abstuvieron, mientras que Del Frade votó en contra del presupuesto. El otro voto negativo fue el de Natalia Armas Belavi (Vida y Familia).