Las protestas calientan el mes de diciembre. Los movimientos sociales llevaron adelante ayer una jornada nacional de lucha por “una Navidad sin hambre y con trabajo”, mientras que los trabajadores nucleados en el Supa mantienen la medida de fuerza iniciada el martes en rechazo a los despidos y descuentos de salarios efectuados por Terminal Puerto Rosario.
Decenas de cortes y concentraciones se realizaron en la región en el marco de la jornada de protesta que realizaron los movimientos sociales. Reclaman abrir la inscripción al programa Potenciar Trabajo, frenar las bajas y suspensiones del mismo y cobrar un bono del 100%, como aguinaldo. También rechazaron el desacople de esos ingresos del salario mínimo, vital y móvil.
Entre otras, las organizaciones convocantes fueron la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Somos Barrios de Pie y Federación de Organizaciones de Base (FOB).
El acto central se realizó en el corte realizado en la avenida Perón y Circunvalación, pero también hubo concentraciones en Alfonsín (ruta 34) y Laguna, Circunvalación y Juan José Paso, autopista a Buenos Aires, a la altura de barrio Las Flores, y Acceso Sur y avenida Uriburu. Además, se movilizaron en Villa Gobernador Gálvez, el cordón industrial y Casilda.
Conflicto en el puerto
La conflictividad no sólo se da en el terreno de la economía popular sino que también involucra a los trabajadores sindicalizados. Una de las peleas más duras es la que sostienen los estibadores de la Terminal Puerto Rosario nucleados en el Sindicato Unico Portuarios Argentinos (Supa).
Por segundo día consecutivo cortaron ayer el acceso sur a la altura de bulevar 27 de Febrero. El secretario gremial del Supa, Rubén Loza, explicó que la crisis estalló el martes, cuando TPR “decidió no pagar el 50% del salario a la gente y rompió la conciliación obligatoria” que había dictado el Ministerio de Trabajo de la Nación en el marco de un conflicto salarial.
TPR, la concesionaria de los muelles I y II del puerto de Rosario es controlada por la empresa chilena Ultramar, en sociedad con Vicentin.
Una reunión convocada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, con la presencia de representantes de ambos sectores pero también de la provincia de Santa Fe y el Enapro, no dio los resultados esperados. A cambio de reabrir paritarias, la concesionaria exigió elevar la jornada laboral de 6 a 8 horas y vía libre para despedir a 500 trabajadores. Según señalaron desde el Supa, también involucró en la pelea las inversiones exigidas por el Enapro, la extensión del contrato de concesión y una rebaja del canon.
Al fin de la tarde de ayer, TPR emitió un comunicado en el que acusó a la comisión directiva del gremio de cortar el diálogo, “ intempestivamente presionada por bases autoconvocadas”. Aseguró que no violó la conciliación aunque reconoció que “no abonó los salarios caídos a los trabajadores que no prestaron servicios” y que despidió a los trabajadores que, denunció, “atentaron contra la vida de los empleados y los bienes de TPR” en los conflictos de agosto y noviembre.
Peajes
Otro conflicto sindical es el que involucra a los trabajadores del peaje nucleados en Sutracovi. El gremio que conduce Leandro Bond inició ayer una medida de fuerza que consiste en levantar las barreras. Reclaman que Vialidad provincial “sacó el beneficio que había de cobrar el ultimo día hábil de cada mes”, dijo el dirigente.
Por otra parte, los trabajadores del Inta convocaron a un nuevo paro de 48 horas para el 15 y 16 de diciembre.