La agenda de reuniones de Lousteau con el sector industrial tienen un objetivo central: identificar
los cuellos de botella que amenazan el crecimiento de la actividad fabril, que en diciembre pasado
registró un alza supero al 9% interanual.
“Tenemos hoy por hoy un nivel de inversión que es récord, ahora
tenemos que propender a que aumente más y encontrar en todos los eslabonamientos
productivos”, dijo el ministro.
Los primeros representantes serán los de la industria automotriz, el
sector que más creció durante el año 2007. La idea del ministro es mejorar el porcentaje de
participación de los autopartistas locales en el producto final. En ese sentido, una de las ideas
fuerza descansa en aplicar un impuesto a los autos de mayor valor para financiar el desarrollo de
los proveedores locales. Paralelamente, el gobierno trabaja en la renovación del acuerdo automotor
con Brasil.
Lousteau también prevé reunirse con representantes de las cadenas de
producción de textiles, construcción y exportadores de servicios. Todavía no está resuelto cuándo
volverá a reunirse con los representantes del sector bancario, luego de haber mantenido reuniones
con la actividad a fines de diciembre.
La mayoría de los empresarios que pasaron por Economía le reclamaron al
gobierno que instrumente políticas para facilitar el acceso al crédito. El gobierno tiene en
carpeta una serie de medidas, entre las que todavía tiene un espacio la reformulación del Banco de
Inversión y Comercio Exterior (Bice), la directa creación de un nuevo banco de fomento a semejanza
del funciona en Brasil y el fortalecimiento del rol del Banco Nación.