“No pensábamos encontrarnos, luego de 40 años de democracia, con trabajadores que piensen que se puede salir de crisis apoyando a los candidatos que quieren eliminar el artículo 14 bis de la Constitución nacional”. Así de crudo fue el planteo de Daniel Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODAyARA), al describir el desafío que enfrenta el movimiento obrero. Fue durante la apertura del Congreso Obrero de la Salud y Trabajo organizado por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear), cuyo titular, Marco Pozzi, llamó a fortalecer la construcción sindical para “fortalecernos de cara a lo que puede llegar a venir después del 10 de diciembre”.
El congreso, organizado por el Soear, reunió a 170 delegados de los aceiteros y desmotadores de algodón en los comités mixtos de salud e higiene. Con la presencia especial de Carlos Rodríguez, el ex ministro de Trabajo de Santa Fe que introdujo esas instancias de prevención en la provincia, intercambiaron experiencias sobre el rol que jugó la participación obrera para garantizar mejores y más seguras condiciones de trabajo en el complejo oleaginoso.
Pero además de la reflexión sobre esas prácticas que mejoran la organización de los trabajadores en las fábricas, la lectura de la realidad política se coló en los pasillos del encuentro. Sobre todo luego de que las propuestas que incluyen drásticos retrocesos en la legislación laboral puntearon en los comicios. “El nivel de propuestas políticas que nos incluyan es bajísimo pero además hay quienes se sienten libres de expresarse en contra de los trabajadores sabiendo que le van a votar”, señaló Yofra, quien llamó a “redoblar el esfuerzo para luchar contra quienes vienen en contra de los derechos” de la clase obrera.
“Es una labor hacia adelante, hace mucho que Aceiteros viene planteando el tema de la batalla cultural, si hoy hay un aceitero que piensa en votar a Milei o a Bullrich es porque faltó trabajo en concientizar sobre qué significa votar a una persona que le va a sacar la herramienta que hace 20 años está usando”, enfatizó. Merced a más de dos décadas de lucha, el gremio que representa a los trabajadores del sector oleaginoso pasó de la precarización a tener uno de los salarios más altos del país.
Para el secretario general de la federación, el camino es “fortalecer el movimiento obrero independientemente del gobierno que esté” con dirigentes que “realmente peleen por los trabajadores, no por un proyecto político”. El salario es el punto de partida. “Debe cubrir las nueve necesidades que establece la ley del contrato de trabajo y el artículo 14 bis de la Constitución, normativas que los dos sectores más radicalizados de la derecha lo quieren sacar”, señaló el dirigente, para quien la prioridad es que no puede haber trabajadores pobres.
“Los aceiteros han podido resurgir a través de estos últimos 20 años en los que todos hablan de nuestros aumentos, pero ese logro no se consigue en una reunión de paritaria sino a través de la conciencia de los trabajadores y la huelga”, dijo, al tiempo que advirtió que habrá que redoblar el esfuerzo para defender esas conquistas sin ganan las expresiones más radicalizadas de la derecha. “Sabemos de qué lado tenemos que estar, del lado de los trabajadores y en contra de quienes se manifiestan contra sus derechos de los trabajadores y trabajadoras”, enfatizó.
Por su parte, Marco Pozzi, secretario general del Soear, contó que el gremio trabaja en un documento que establezca líneas a seguir “independientemente de quien asuma”. Porque “el 70% de los trabajadores votó a la derecha” y es necesario ver qué se hizo mal para que eso pase. “No sólo el gobierno o las centrales sindicales, hay algo que los sindicatos dejaron de hacer hace un montón de tiempo que es huelga, plantearse objetivos claros como el salario y las condiciones de trabajo, nuestra propuesta hacia las demás organizaciones es juntarnos para debatir cómo construir poder basándonos en las necesidades de los trabajadores”, precisó. Es decir “volver a las raíces”.
En ese sentido, consideró fundamental “fortalecer el trabajo sindical, dejar de pensar partidariamente” y recorrer un camino de “organización estratégica que sume sindicatos y constituya un frente más amplio más allá de las centrales, armar otra cosa, conscientes de que no hay una persona que pueda salvar a los trabajadores más que los trabajadores mismos”. Y subrayó la importancia de “seguir construyendo con los sindicatos de la zona para fortalecernos por lo que puede venir después del 10 de diciembre”.