Si bien ninguno brilló al máximo, Angel Di María y Lionel Messi, los protagonistas de la sociedad rosarina, tendrán la chance de disputar una nueva final con la camiseta de la selección argentina, este domingo en Miami, donde se decidirá el dueño de esta edición de la Copa América. Estas grandes figuras, núcleo esencial de este equipo que conduce Lionel Scaloni, están a solo un paso, a solo un triunfo, de poder sumar un galardón más en sus ya extraordinarios recorridos. Ante Canadá, Fideo volvió a jugar de titular (con Ecuador no tuvo minutos), actuó sobre todo por derecha y siempre trató de juntarse con la Pulga en cada ataque argentino. Y, en el complemento, Leo anotó un gol, a los 50’, que serenó las aguas en un momento clave y marcó el sendero a transitar para meterse en el último duelo sin correr riesgos.
Esta nueva final representará la despedida de Di María del conjunto nacional. Será el emotivo ritual de cierre para una exitosa carrera que finalizó con idilio pleno con el pueblo argentino, por su propio mérito, por su inquebrantable coraje y por su insistencia, por su fe para superar etapas complicadas. El crack surgido en la cantera canalla tendrá un encuentro que puede coronar su partida a su medida, la puede vestir todavía con más gloria.
Tras esa salida, Fideo tendrá que decidir el destino de su futuro y en Central lo están esperando con las pulsaciones a mil y con los brazos abiertos.
Ante Canadá, Di María jugó recostado por derecha y siempre se mostró como eje de acción albiceleste. A los 6’, entró al área desde su sector, cayó ante la embestida de Bombito, pero el árbitro chileno Piero Maza no vio penal.
En los movimientos de avance, Messi estuvo ubicado por el medio, y Julián Alvarez más por izquierda.
A los 11’, un remate de Leo pasó muy cerca del arco canadiense, tras pase de Fideo. Desde el inicio quedó claro, que ambos se buscaban y trataban de sacarle rédito a sus conexiones.
Después del primer gol de Julián Alvarez, el equipo bajó el ritmo y jugó con menos nervios. A los 33’; Di María tuvo una por arriba, y su elegante toque se fue a milímetros del ángulo derecho.
Angel se mostró entero, corrió siempre para presionar, para colaborar en defensa y para mostrarse como valiosa opción.
Antes de la finalización de la etapa inicial, Messi estuvo cerca de anotar con fuerte disparo, tras un pase cruzado de Di María desde el otro costado.
En el complemento, Messi, a los 50’, anotó un gol casi sin querer queriendo, cuando venía saliendo tras un mal despeje de la defensa canadiense, y a un remate de Enzo Fernández lo logró desviar y transformarlo en la segunda conquista nacional, que se convirtió en otro oportunísimo baño de serenidad.
Fue el primer gol de Leo en esta Copa América y le servirá para ganar confianza de cara a la gran final, dentro de una competencia donde está teniendo que lidiar con algunas molestias físicas.
A los 73’, desde los cuatro costados en el estadio gritaron: “Fideo, Fideo”. Y, 3’ después, Di María fue reemplazado y en su lugar ingresó Nico González. Allí, Angel recibió una estruendosa y merecida ovación.
Messi jugó hasta la expiración, y las chances de Argentina de sumar un nuevo título, residirán seguramente en lo que pueda generar esta dupla inolvidable que este martes, otra vez, volvió a mostrar su notable incidencia en este ciclo.