El 1º de noviembre de 2007 mi esposo y nuestro padre fueron internados allí por complicaciones en su estado de salud. A partir de ese momento, volvimos a confirmar el excelente trato de esa institución a través de su plantel médico, enfermeros y mucamas. Su salud se fue quebrantando con el paso de los días pero existió una ponderable dedicación por parte de todo el personal allí existente, la contención de los enfermeros, su dulzura en el trato no sólo con el paciente sino también con sus familiares (en especial con su esposa), las mucamas, y el gran compromiso médico con mejorar su calidad de vida. Aquí un párrafo aparte y sin que nadie se siente menospreciado, pero el doctor Chavero, un médico joven con una vocación impresionante, visitando a su paciente más veces que las habituales, no solamente cumpliendo con su juramento hipocrático, sino por su calidad humana pocas veces vista en un profesional de la salud. Un médico con un futuro profesional ilimitado por su capacidad, dedicación y su gran don de gentes. A todos mil gracias y a usted doctor Chavero no hay palabras para agradecerle toda su dedicación. No olvidaremos nunca lo que hizo por su "Juan" hasta el mismo día que nos dejó.