Un espacio creado en el ámbito de la universidad pública busca poner en valor cultural la lengua española (materna y extranjera) y las lenguas originarias que conviven en el país. Es el Observatorio de las Lenguas, único en su tipo en la Argentina. "Recoge, guarda palabras, no legisla ni dice cómo deber ser sino cómo es la lengua", anticipan la directora y la coordinadora de este organismo, María Isabel De Gregorio de Mac y Gloria Otaduy. Las primeras tareas están dedicadas a reunir frases, citas, que conforman imágenes, presentan críticas o desentrañan ironías que contribuyen al afianzamiento del acervo cultural.
El Congreso de la Lengua realizado en la ciudad en 2004 resultó el incentivo para afianzar el sello Rosario y dar pie a nuevas iniciativas como la de este Observatorio. Una idea de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que se consolidó con el tiempo y en la que trabajan también la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española (File), la provincia de Santa Fe, la Municipalidad de Rosario y la Bolsa de Comercio. El año pasado una resolución del consejo superior de la UNR aprobó su creación. Tiene como lugar de referencia la Facultad de Humanidades y Artes.
El Observatorio está dando sus primeros pasos, se apoya en el trabajo voluntario (y sin presupuesto alguno) de académicos y docentes. No hay otro de estas características en el país. Según explican las profesoras De Gregorio de Mac y Otaduy, existen los del Instituto Cervantes inaugurado en Harvard (EEUU) y otro en Barcelona (Universitat Pompeu Fabrap), aunque más abocados a la lexicología. "No es nuestra idea de observatorio, lo que buscamos principalmente es preservar la lengua y poner en valor este patrimonio cultural intangible de la Argentina", definen.
El campo de trabajo, estudio e investigación que propone este Observatorio es tan rico como amplio. La primera tarea que se dieron fue trabajar sobre aquellas frases que hacen a la identidad. Mucho aportó en esta decisión la visita a la Argentina del lingüista francés Dominique Maingueneau en 2012 y las contribuciones de su libro "Les phrases sans texte" (Las frases sin texto). "Pensamos entonces en aquellas frases sin texto que tienen que ver con los aforismos ya aprobados en la lengua, como proverbios, refranes, citas célebres y frases hechas, todo lo que es ese acervo cultural que siempre está apelando a la memoria colectiva, al otro", explican.
Es así que durante varios meses se abocaron a observar, escuchar y leer estas citas y frases; una tarea recortada por el momento a los medios gráficos, como periódicos y revistas.
Las especialistas observan que esas frases y citas conocidas en su uso demandan una complicidad entre quien habla y escucha, necesitan que el otro las interprete, ponga en su contexto y las utilice. También que son muy utilizadas en la televisión, en la radio y en las redes sociales como formas de comunicación. Y sin duda demandan de quien las recibe un conocimiento previo para su apropiación. Es aquí donde las diferencias generacionales, sociales y culturales se ponen en juego.
Encuesta
Para avanzar más en esta hipótesis, desde el Observatorio encararon una encuesta sobre algunos aforismos tomados de publicidades ("La casa está en orden", cita usada en la difusión de una maestría en periodismo), noticias ("A la soja que madruga, el aceite la ayuda", de la sección agropecuaria) y hasta del horóscopo ("El que ríe último, deje a la competencia creer su derrota"). Las preguntas giraron sobre qué sugiere la frase, si la asocian a otra y si alguna vez la habían utilizado. Necesariamente las respuestas fueron contrastadas con la franja etaria, el nivel educativo y la región donde se aplicó la encuesta.
"No todos conocen el texto fuente que origina la publicidad o mención, y los que dicen conocerla hacen una interpretación literal y sesgada", comentan las profesoras, y ponen como ejemplo que a la cita "La casa está en orden", los más jóvenes la asocian al reclamo materno de ordenar la habitación y los más adultos a distintos acontecimientos militares.
Una de las hipótesis con las que trabajan desde el Observatorio de las Lenguas es que las aforizaciones estudiadas ("expresiones concisas, con densidad semántica intensa") "apuntan a conformar imágenes, presentar críticas, desentreñar ocultas ironías que disfrazan desigualdades, y en su condición de «memorizables y memorables» contribuirían al afianzamiento del acervo cultural".
Resaltan que el Observatorio tiene carácter federal, y sus integrantes formación en el terreno de la lengua: María Isabel De Gregorio de Mac es quien organizó la maestría en lengua y literatura (UNR), posgrado que dirigió por más de dos décadas, y Gloria Otaduy es egresada de letras (UNR). También lo integran: Adriana de Vooght y María Virginia Etcheverry (UNR); Agustina Cejas y María Beatriz Taboada (Entre Ríos); María Susana Gallardo, Adriana Helver y Elena Luchetti (Buenos Aires); Pablo Garrido (Chaco); Elba Guntern y José Luis Lodigiani (Santa Fe); Mariana Ocampo (Córdoba) y María Cristina Zurita (Santiago del Estero). Se reúnen con una frecuencia bimestral (el próximo encuentro es el 9 de agosto) en talleres intensivos de trabajo, y para que este proyecto se enriquezca con el ida y vuelta de la comunidad, programan una Jornada para 2017.
Para comunicarse con el Observatorio: [email protected] y [email protected]
La profesora Gloria Otaduy y la directora del Observatorio, María Isabel De Gregorio de Mac.