Cuando se anunció la serie “The Idol”, las expectativas se dispararon como las acciones de una empresa que está en la cima del mundo. Los medios y las redes sociales se llenaron con los nombres de los que iban a participar en esta ficción, que prometía mostrar el detrás de escena de las estrellas pop y la industria de la música. En primera plana estaban Sam Levinson, el creador de la exitosa y controvertida “Euphoria”, y también Abel “The Weeknd” Tesfaye, uno de los músicos más populares de la última década, que acá debuta como showrunner. En el papel protagónico figuraba Lily-Rose Depp (hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis) y en la dirección estaba la realizadora Amy Seimetz, muy elogiada por su trabajo en la serie “The Girlfriend Experience”. En principio parecía un gran equipo para abordar un tema con mucha tela para cortar, y las fichas en promoción que se estaba jugando HBO hacían pensar en una apuesta a lo grande. Sin embargo, “The Idol”, que hoy finalmente se estrena en HBO Max, se convirtió desde su filmación en una producción problemática, y su avant premiere en el Festival de Cannes despertó rechazos furibundos entre los críticos.
El punto de partida de la serie es simple: Lily-Rose Depp interpreta a Jocelyn, una cantante pop que está saliendo de una crisis después de la muerte de su madre. Jocelyn decide retomar su carrera y consolidar su imagen como la estrella pop más importante de Estados Unidos, y está en eso cuando conoce a Tedros (The Weeknd), dueño de un club nocturno y líder de una especie de culto moderno que promete ayudarla. Pero Tedros va a jugar sexualmente con Jocelyn, y la relación entre los dos va a ser tormentosa.
Los problemas en “The Idol” comenzaron hace más de un año. En abril de 2022, se anunció que Amy Seimetz, que había sido contratada para dirigir todos los episodios, abandonaba el proyecto. Al día siguiente de su salida, y con cuatro capítulos ya filmados, se anunció que Suzanna Son (“Red Rocket”), una de las protagonistas, también se desvinculaba del proyecto. Según informó el sitio Deadline en aquel momento, las diferencias creativas se podían resumir diciendo que The Weeknd estaba descontento porque la serie tenía “una perspectiva muy femenina”, y entonces las riendas de la dirección pasaron a manos de Sam Levinson.
En marzo pasado, la revista Rolling Stone publicó una nota explosiva en la cual se aseguraba que la producción de la serie se había convertido en un completo caos. En la nota, trece miembros del equipo de la serie, que pidieron mantenerse en el anonimato, hablaron de despidos, guiones ocultos, cambios de escenas y un malgasto en el presupuesto original de 75 millones de dólares. Según las fuentes de la nota, con el cambio creativo “aumentaron el contenido sexual y los desnudos, superando con creces a lo visto en «Euphoria»”. Un testimonio describió “The Idol” como “la fantasía de violación de un hombre tóxico” y “una tortura sexual pornográfica”.
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Una escena de "The Idol": la protagonista ensayando la coreo de su próximo video.
El informe de Rolling Stone reveló que Levinson modificó enteramente el rumbo de la historia. Ya dejaba de tratarse de una víctima que cae en manos de un empresario degenerado para convertirse en una historia de amor con un mensaje que muchos definieron como “ofensivo”. “La serie se trataba de los abusos en la industria musical, la vulnerabilidad y los excesos, pero ahora se centra en el personaje de Abel Tesfaye”, dijo una fuente. Por su parte, The Weeknd, en lo que parece ser un fragmento de “The Idol”, se burla de la revista. “A nadie le importa la Rolling Stone”, dice su personaje.
Hace dos semanas, sin embargo, cuando la serie se presentó por todo lo alto en el Festival de Cannes, lo que adelantó Rolling Stone y otros insiders de Hollywood se terminó confirmando. La mayoría de los críticos odió “The Idol”. Una de las valoraciones más contundentes vino de la mano de Kyle Buchanan, crítico de The New York Times, que publicó su opinión en Twitter al salir de la proyección: “«The Idol» o «50 sombras de Tesfaye»: Una odisea de Pornhub protagonizada por las areolas de Lily Rose Depp y la cola de rata grasienta de The Weeknd”.
Para Peter Debruge, de la revista Variety, “el guión parece calculado para engañar al público, haciéndoles creer que están viendo cómo funciona Hollywood, cuando gran parte de la historia se reduce a clichés de mal gusto”. “«The Idol» puede ser un instrumento de crítica social subversiva”, agregó, pero apuntó que “no deberían ser necesarios la degradación y el sufrimiento para hacer más fuerte a la protagonista”, porque la serie se lee entonces como “una sórdida fantasía masculina”.
Robbie Collin, del diario británico The Telegraph, tachó a la serie de “desastre” y “grotesca”, y afirmó que ni la misma Depp puede salvarla. “Hay algunos diálogos cuestionables y terribles, que apuntan a que la serie pretende glorificar los problemas mentales y la sexualización como una manera de vender y generar curiosidad”, resaltó. The Hollywood Reporter, por su lado, dijo que “The Idol” es confusa y contradictoria. “Te hace preguntarte si al esforzarte tanto por ser transgresor, el programa finalmente se vuelve regresivo”, escribió la crítica Lovia Gyarkye. Además señaló que “este esfuerzo obvio para hacer que la serie parezca controversial tomó un giro irónico”, porque “se convirtió en lo que intentaba satirizar”.
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The Weeknd, Lily-Rose Depp y Sam Levinson en el Festival de Cannes.
Sólo dos medios rescataron la creación de Sam Levinson y The Weeknd. Deadline alabó la actuación de Lily-Rose Depp, y dijo que la serie “es una combinación de giallo y thriller erótico con toques de Paul Verhoeven y Brian de Palma”. Y Vanity Fair afirmó: “Es el espectáculo y no el sexo lo que vende «The Idol»”, y destacó el valor visual de la serie como “cinemático”.
El equipo de la serie no dudó en defender la visión artística de Levinson. Depp afirmó que su personaje es “una artista nata”, y que “todas las elecciones que hace son intentos de expresarse emocionalmente”. The Weeknd, por su parte, dijo haberse inspirado en Drácula para interpretar a Tedros, y también declaró que Levinson hizo un gran trabajo: “Quería hacer una fantasía oscura y retorcida sobre la industria de la música... Tomar todo lo que sé al respecto y realzarlo”, remarcó.
Por el momento, “The Idol” es la serie peor valorada de la historia de HBO. En la web Metacritic, que promedia las reseñas de los medios de EEUU y Gran Bretaña, la ficción llega sólo a 24 puntos (de 100), y en el sitio Rotten Tomatoes se anotó una calificación del 25%. Es un contrapeso importante para una ficción que debería llenar el vacío que dejó los domingos la monumental “Succession”. No obstante, es muy probable que la popularidad de los nombres involucrados, más la curiosidad y el morbo del público después del alboroto que se generó en Cannes, termine rindiendo en buenos números para la serie. Esta noche a partir de las 22 se podrá ver el primero de los seis capítulos, y ahí los espectadores comprobarán cuán shockeante o cuán fallida les resulta esta nueva experiencia.
The Idol | Trailer oficial | HBO Max