Sharon Stone sigue siendo recordada no solo por sus grandes interpretaciones en diversas películas pero fundamentalmente por la icónica escena de "Bajos Instintos" donde la actriz descruza sus piernas y deja ver sus partes íntimas. Sin embargo, más allá de esa situación, ese segmento del filme dirigido por Paul Verhoeven le trajo más de un dolor de cabeza, incluso la pérdida de la custodia de su hijo.
Durante una entrevista en un podcast, la actriz, hoy de 64 años, comentó que "la gente ahora muestra desnudez en la televisión normal, y en aquel entonces solo se veía, tal vez, un fotograma de mi posible desnudez, y perdí la custodia de mi hijo por eso".
Sin embargo, recordó que "cuando el juez le preguntó a mi hijo pequeño, '¿sabes que tu madre hace películas de contenido sexual?' fue un tipo de abuso por parte del sistema, se cuestionó qué tipo de madre era yo por hacer ese trabajo", expresó Stone visiblemente ofuscada.
Cuando Sharon filmó "Bajos instintos" tenía 32 años y una carrera por delante. "Era una película para un importante estudio, y teníamos desnudez, sexo, homosexualidad... todas cosas que, en mi época, rompían las normas", señaló en diálogo con The New Yorker.
Sharon Stone cruza las piernas en el Interrogatorio - Bajos Instintos
La actriz recordó que perder la custodia de su hijo solo por esa escena "le rompió el corazón". Esa situación le provocó problemas cardíacos que obligaron a su internación en una clínica. "Terminé en la clínica con latidos cardíacos adicionales en las cavidades superior e inferior de mi corazón", detalló.
Stone interpretó a una escritora muy sexy de quien sospecha pudo haber sido la asesina de Johnny Boz, una estrella del rock retirada, quien muere asesinado con un picahielos que manipula una mujer rubia y quien ata las manos del músico a la cabecera de la cama con una bufanda blanca para luego matarlo.
"Fue mi película número 18 y tenía 32 años cuando conseguí ese trabajo. Le dije a mi agente que, si me dejaban entrar por esa puerta, conseguiría el trabajo. Sabía que esa era la última oportunidad: estaba envejeciendo en el negocio en el que todavía no me había metido", aseguró.
Respecto a la famosa escena en la que su personaje abre estratégicamente las piernas mientras es interrogada por los policías que investigan el crimen -con Michael Douglas a la cabeza-, señaló que eligió hacerla porque "era adecuada para la película".
Sin embargo, reveló que había sido engañada para mostrar sus partes íntimas: "Así fue como vi la toma de mi zona íntima por primera vez, mucho después de que me dijeran: 'No podemos ver nada, solo necesito que te quites la ropa interior, ya que el blanco refleja la luz'".
"Yo era solo una actriz, solo una mujer, ¿qué opciones podía tener? Pero las tenía. Así que pensé y pensé y decidí permitir esta escena porque era adecuada para la película y para el personaje; y porque, después de todo, lo hice", escribió en su libro.