Al comenzar la guerra, los hombres deben acudir a defender su tierra, pero antes de irse Charles Hamilton le propone matrimonio a Scarlett que, aunque no lo ama, acepta y ambos concretan su unión. No obstante, Hamilton fallece en el enfrentamiento, lo que deja a Scarlett viuda y a la espera de un hijo. Es enviada a Atlanta donde conoce a Rhett Butler, quien pasará toda la novela intentando conquistarla, aunque ella no pierde la oportunidad -cada vez que puede- de intentar convencer a Ashley de estar juntos.
A pesar de que finalmente Scarlett y Rhett tienen una hija en común, la relación entre ambos sufre vaivenes constantes durante todas las páginas hasta llegar al final. Al darse cuenta que se había quedado sola, Scarlett le pregunta a Rhett que podría hacer de su vida ya que él estaba pensando en marcharse. Él, cansado de las idas y vueltas de la protagonista, le responde con la frase que pasó a ser un ícono: “Francamente, querida, me importa un bledo”. Y acto seguido se sube las escaleras para dirigirse a su habitación.
Mientras se desarrolla la historia, la Guerra de Secesión estaba azotando a su país, por lo que Scarlett debe crecer de un momento a otro, pasa de ser una simple jovencita a un pilar para su familia y así salvarla del hambre y la pobreza, lo que en líneas generales es lo que le estaba sucediendo a mucha gente en los Estados Unidos durante la etapa de guerra y postguerra, algo que buscó plasmar Mitchell en su relato.
La historia detrás de "Lo que el viento se llevó"
La vida de Margaret Mitchell era bastante rutinaria hasta que sufrió una fractura de tobillo que la obligó a varios meses de reposo. Mientras tanto, su marido buscaba en la biblioteca libros de historia para ayudarle a pasar el tiempo hasta que le sugirió por qué no escribir el suyo, ya que no quedaban muchos libros para llevarle. Así, en 1926, la periodista dio inicio a la maratón de escritura, reciclando relatos de los textos y mezclando un poco de la historia de su familia y su infancia.
Según dicen, al recuperarse abandonó la escritura que, por cierto, ya estaba muy avanzada. Pero no fue hasta mediados de los años 30 que Harold Strong Latham, ejecutivo de la editorial MacMillan, leyó el manuscrito. Fue este hombre quien le insistió para que lo finalice, algo que no fue fácil: en total a Margaret le llevó una década completar su obra. Fue Latham quien adquirió los derechos para MacMillan y el 30 de junio de 1936 fue publicado. Se convirtió inmediatamente en un best seller, pues en menos de seis meses ya había vendido millones y millones de copias.
Un año después, en 1937, Margaret Mitchell ganó el premio Pulitzer en la categoría de Novela. La autora nunca pensó en escribir una secuela de la historia aunque finalmente fue hecha muchos años después en el 91. Sin embargo esta nada tenía que ver con Mitchell, pues en realidad la periodista hacía unos años que había fallecido tras ser arrollada por un taxi conducido por un hombre ebrio y retirado de la profesión cuando se dirigía al cine con su marido. El suceso tuvo lugar el 11 de agosto de 1949, tiempo en el que Mitchell, con 48 años, continuaba disfrutando del éxito que había sido "Lo que el viento se llevó".
La secuela se llamó Scarlett y generó incomodidad en muchos fanáticos que consideraron poco leal que alguien que no fuera Mitchell lo escribiera. Alexandra Ripley fue la responsable de esta segunda parte.
"Si hubo alguna vez una mujer que dejara escapar al hombre de su vida, al único que la amó incondicional y ciegamente, esa mujer fue la frívola y caprichosa Scarlett O'Hara. Si hubo un hombre enamorado, que comprendiera y aceptara el carácter ambicioso, vulnerable y en ocasiones entrañablemente infantil de Scarlett, ese hombre fue Rhett Butler. La inolvidable protagonista de Lo que el viento se llevó inicia en esta novela una tenaz búsqueda de la felicidad. Tara, las ciudades ocupadas por los yanquis, la Irlanda de los O'Hara y los caminos del dolor y el desamor son los escenarios en que se desarrolla la lucha de Katie Scarlett por dar un nuevo sentido a su vida. La joven muchacha se transformará en una hermosa mujer, independiente y ambiciosa como en su juventud, pero más humana y segura de sí misma", se promocionó el libro.
La adaptación cinematográfica
Ganadora a Mejor Película de los premios Oscar que se llevaron a cabo en los 40, David O. Selznick fue el productor que se puso al hombro la titánica tarea de llevar a lal gran pantalla lo que con el tiempo sería considerado un "clásico" de Hollywood. Pagó alrededor de 50.000 dólares para poder llevar la historia de Scarlett O'Hara al cine. Así como el libro en el que se basa, el largometraje, cuya duración es de 238 minutos, también fue un éxito. Para muchos, pelea con Casablanca y Ciudadano Kane por el título de "mejor película de la historia del cine".
Después de un largo casting que duró unos dos años, ya que conseguir a la protagonista ideal no fue tarea fácil, el reparto quedó integrado por Vivian Leigh como Scarlett, Leslie Howard como Ashley Wilkes, Olivia de Havilland como Melanie Hamilton y Clark Gable como Rhett Butler. El estreno oficial fue el 15 de diciembre de 1939 en Atlanta y más tarde la cinta fue distribuida por todo el mundo.
Gone with the wind, Lo que el viento se llevó (Trailer)
"Lo que el viento se llevó" fue ganadora de 8 estatuillas en la 12° edición de los premios Oscar, el máximo galardón del cine, después de haber recibido 13 nominaciones. A su vez, recibió 2 menciones honoríficas "por su excepcional utilización del color para la mejora del dramatismo en la producción", y a los técnicos "como pioneros en la utilización de equipos coordinados".
Selznick debió adaptar una novela de más de mil páginas para trasladarla al séptimo arte, algo complejo pero finalmente lo logró. El resultado es muy fiel a la novela original, con la diferencia de que fueron suprimidos algunos personajes y escenas pero la esencia del film es la misma.
Uno de los cambios clave que sufrió, sin embargo, fue el de la escena final, ya que en el libro Rhett se dirige al dormitorio, mientras que en la película directamente abandona la mansión en la que vivía con Scarlett, quedando así un final más cerrado y definitivo. La frase en inglés "Frankly, my dear, I don't give a damn" -en español "Francamente, querida mía, me importa un bledo"-, tomó mucha más relevancia después de la versión audiovisual.
Frankly My Dear, I Don't Give a Damn - Gone with the Wind (6/6) Movie CLIP (1939) HD
Datos curiosos del rodaje de "Lo que el viento se llevó"
Una vez que los personajes estuvieron elegidos, se dio la orden de "Luz, cámara, acción" para dar inicio a las grabaciones, que comenzaron el 26 de enero de 1939 y terminaron el primero de julio del mismo año, aunque no fue hasta el 11 de noviembre que terminaron todas las tareas de post producción. Sin embargo, el proceso pasó por diferentes altercados en el "mientras tanto", como por ejemplo, la cantidad de personas que pasaron por el puesto de director.
En primer lugar, el elegido fue George Cukor, director de las conocidas Mi bella dama, El loco del pelo rojo, Ricas y famosas y la primera versión de Nace una Estrella. No obstante, más tarde fue reemplazado porque, según se difundió, desde el principio había tenido distintas discrepancias con Selznick y, además, tenía diferencias con el actor que interpretaba a Rhett ya que al parecer "lo incomodaba" por ser Cukor homosexual.
Al pasar unas pocas semanas del comienzo, el relevo de Cukor fue Victor Fleming, quien estaba dirigiendo El Mago de Oz y antes había tenido a cargo La isla del tesoro. Todo parecía ir bien, de hecho es su nombre el que aparece en los créditos, pero otros encargados del oficio debieron tomar su rol para suplantarlo en algunas escenas debido a problemas relacionados a su salud. Uno de ellos fue Sam Wood, aunque se cree que hubo al menos dos más.
Otra de las singularidades es que fueron más de mil las actrices que se presentaron para interpretar el papel de Scarlett, como se mencionó anteriormente. El último día de casting, Vivian Leigh se presentó ante Selznick y tras algunas pruebas quedó, lo que dejó a muchos sorprendidos ya que Leigh es británica mientras la protagonista estadounidense.
Por otro lado, hubo varias polémicas con Gable, actor intérprete de Rhett. Trascendió que no quería ser visto llorar ante las cámaras, algo que estaba marcado por el mismo director, en la escena en la que se entera que Scarlett ha perdido a su bebé. Hasta provocó a la producción diciendo que abandonaría el rodaje si lo obligaban a hacerlo, pero finalmente lo convencieron.
Racismo y violencia, las polémicas detrás del clásico
Aunque fue, es y seguirá siendo un clásico, la obra fue eje de muchas críticas en los últimos años, muchas cosas que antes no se cuestionaban están siendo puestas sobre la mesa para ser discutidas. Las acusaciones de racismo fueron la principal polémica. Dato importante: ninguna de las personas que hacían el papel de “esclavos” pudieron asistir a la noche del gran estreno.
En ese momento nadie lo mencionó porque estaban vigentes leyes sobre las diferencias raciales, las cuales no permitían a personas negras formar pate de actos públicos. El argumento de la novela tiene muchas escenas en las que los negros son protagonistas o tienen participación, no obstante todos están bajo la idea de ser empleados de las familias aristocráticas.
Bajo las acusaciones de discriminación, por ejemplo, HBO decidió bajar la película de su catálogo por un tiempo, y más tarde, como sucedió con otros films que tenían contenido que podía herir susceptibilidades, fue reincorporada aunque con un mensaje al inicio que reza que con su "visión nostálgica, niega los horrores de la esclavitud, así como su legado de desigualdad racial".
Otra de las controversias que causó fue la percepción de violencia sufrida por parte de la pareja principal. En concreto, una escena en la que Rhett se encuentra borracho y, con el enojo como excusa, lleva a Scarlett al dormitorio con fuerza y mantiene relaciones con ella sin su consentimiento. Estas imágenes causaron inquietud en el público actual que arremetió contra la autora, sin saber que ella misma también había sido víctima de violencia por parte de su primer esposo, del cual pudo divorciarse.