Con 23 años, viene de llenar el teatro Vorterix en CABA, en un escenario ideal: “Ahora tengo depresión post-show, estuvimos meses preparando todos los ensayos con bailarines, escenografía, actuación, transiciones, banda, de todo. Quería que sea como un musical. Mirá que yo soy la persona más cruel conmigo misma, siempre me faltan cinco para el peso, pero ese fue el primer show en el que me bajé y dije: ‘salió todo perfecto’”
Apenas comienza la entrevista con Zoom, la primera pregunta es sobre qué quiso lograr “Bar Scorpios”. Y como ella misma dice, no pasaron ni cinco minutos para que mencione Taylor Swift. “Justo estaba con un podcast que sacó hace poco, en el que hablaba como con cada disco suyo tiene una meta personal distinta. Y siento que me pasa lo mismo. Si bien es mi segundo disco, lo que buscaba priorizar era el concepto, el orden de los hechos que se suceden en la historia, y que las instrumentales acompañen cada momento del personaje. Y mucho también lo visual”, explica.
Un disco que va de lo oscuro a lo luminoso
En ese sentido, “Bar Scorpios” está muy logrado. Dentro del universo de la canción pop, salta de lo oscuro a lo luminoso. Además, cada pieza tiene su consecuente producción audiovisual, con continuidad entre una y otra. Tranquilamente podría funcionar como un mediometraje. Las canciones por sí solas, funcionan perfectamente. Pero también es un buen ejercicio escuchar el disco viendo los videos.
Hay dos momentos donde los temas acentúan los climas. Uno es la intro pegada a “Todo lo que tengo”. El otro es “Carne Viva”, que se le sigue “Padre Nuestro”. Allí se condensa el clima entre lo espeso y las melodías cantables. Cuando Blair toca fondo, sale a respirar: “Es curioso eso, porque fueron los dos singles. Sí, es un disco bipolar. Marqué la dualidad del personaje y de la historia. De la iglesia al bar. Ella morocha, ella rubia. Es algo que tomo mucho de David Lynch, más allá de que es un tópico que me interesa. Y quería que también esa dualidad esté en los singles”.
Embed - BLAIR - TODO LO QUE TENGO (Video Oficial)
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Hay algo en la dualidad que la seduce: “Me parecía divertido sacar primero ‘Todo lo que tengo’, que es súper radial, pop y divertida. También un poco que los fans o los oyentes se coman como la curva de que yo venía diciendo que este disco iba a ser más oscuro, mucha más sangre, y que de repente el primer tema que aparezca sea re luminoso. Y el segundo single, que es con Dillom, no tiene estribillos, es casi susurrado, con distorsiones, un trance. Y los videoclips también, en el primero estoy yo en la iglesia, rubia, bailando, divirtiéndome. En el segundo estoy morocha en el bar, agarrándome a cuchillazos con Dillom”.
Justamente, hay dos temáticas fuertes que atraviesan “Bar Scorpios”: la religión y la muerte. Blair dio detalles a La Capital sobre la construcción del disco y la influencia de su formación en un colegio de monjas.
- ¿Qué relación tenés con la religión?
Siempre estuvo presente en mi vida. Desde los 4 años hasta los 18, fui a una escuela de monjas. También desde el momento cero, viví frente a una iglesia, nací escuchando los campanazos. Mi mamá era secretaria de este colegio de monjas al que iba, tengo el recuerdo de ser chiquita y prometerles a las monjas que cuando creciera iba a ser monja o cantante. Ahora terminé como mezclando un poco las dos. Después, cuando descubrí y me instruí en el feminismo, tuve como cualquier adolescente mi cuota de rebelión hacia la iglesia, y era muy irónico, porque había sido abanderada en jardín, primaria, secundaria y la hija de la secretaria. Era de la que menos se lo esperaban que organice el motín, trataba de convertir a todas mis compañeras al feminismo. En sexto año, todas se sumaron, las monjas me querían matar. Después pasaron los años, sigo manteniendo todas mis posturas, pero sí me amigué un poco con la iglesia, sobre todo cuando me mudé sola a Buenos Aires, entraba a una y me resultaba muy familiar porque existía todo lo que conozco. Por eso en “Todo lo que tengo” empiezo con “estas cuatro paredes, son todo lo que tengo”. Era un sentimiento recurrente entrar a una iglesia y decir “claro, esto es todo lo que conozco, cada canción me la sé, este santo sé que hizo”.
Embed - BLAIR - CARNE VIVA ft. Dillom
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- Hay una canción que se llama “Intenté salvar a dios”. ¿De dónde tomaste esa oración?
El disco casi se llama así. “Bar Scorpios” no tiene un significado, simplemente me gusta cómo suena y lo tenía en un chat conmigo misma hace dos años, y me gustaba el nombre. Pero a lo último, antes de entregar el disco, casi le pongo “Intenté salvar a Dios”, pero desistí. Es un título de un cuento de Silvina Ocampo, en el cual hay una niña que cree que un bichito es Dios, lo cuida y no quiere que le pase nada malo. En un momento se descuida y el bicho se muere. La canción no tiene que ver con eso, pero sí con la ingenuidad y la inocencia. El momento de la historia que representa es cuando el personaje se da cuenta de que está tan pendiente de los demás, que se olvida de que ella es un ser humano y también tiene sus necesidades. Es una canción que me gusta mucho. Y bueno, es el momento de quiebre con el personaje, por eso está junto con el interludio de Mariana Enríquez, porque ya es cuando se rebela contra Dios. Ese es el punto del álbum, como que le cae la ficha y se da cuenta de que un poco la están usando y que está desperdiciando su amor y su energía y se está olvidando de ella misma.
- Hay otra forma que atraviesa el disco, que es la muerte. Queda la dualidad de si la muerte es la de personas, o el paso de una niña adolescente a adulta.
Sí, bueno, es totalmente válido porque en este caso siento que no hay una sin otra. En las muertes de los personajes, o sea, hacia el personaje de Dillom, es literal. En “Padre muerto” es más un deseo. Y en “Mañana hablarán de mí”, ella se va a ahorcar en el campanario y también se llama así porque ella cometió el crimen. O sea, dice: ¿ahora qué hago? Como que matar a una persona es su detalle menor, y piensa yo en realidad tengo un montón de problemas, me odio, pero encima me van a llevar presa. Y ahí es cuando ella acaba con su vida, como para escapar de todo. Pero si uno lo quiere ver desde un lado más como significativo, más filosófico, sí, desde el momento en el que ella pisa el bar, es como la muerte de esa niña pre adolescente o de esa inocencia que tiene dentro.
Embed - BLAIR - INTENTÉ SALVAR A DIOS (Official Video)
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- ¿El show sigue el concepto audiovisual?
Sí, yo quería que, así como pienso al disco como una historia, como una novela o una película, que en vivo también se vea eso. Que sea como un musical, como una obra de teatro que vas a ver. En la gira obviamente hay que recortar, porque estamos en un momento en el que no se puede llevar todo a todos lados, pero obviamente vamos a mantener la narrativa a través de las canciones. Se toca el disco en orden con los cambios de vestuario y siempre en el personaje, tratando de transmitir lo que transmite, y recién romper la cuarta pared al final del último tema.
- ¿Por qué y cómo elegiste a los invitados?
Es la primera vez que hago feats con canciones mías, porque no soy muy partidaria de hacerlo si la canción no lo pide. Con Dillom y con Santi Motorizado me pasó de tener una canción ya casi terminada y pensar quién realmente le podía sumar algo. Los invité a ellos porque, así como el disco lo imaginé como una película, me imaginé como si estuviese haciendo el casting de actores. Dillom, por ejemplo, me pareció que quedaba para meterse en este personaje y hacer letras crudas, que era lo que yo necesitaba. Y Santi Motorizado, más allá de que lo amo hace doce años ya que soy fan de él, la canción se llama “Hombre Roto” y me parecía que era ideal para que esté él, porque él tiene esa voz de hombre roto, valga la redundancia, como que todo lo que lo que canta lo baña de tristeza y melancolía en el mejor de los sentidos. Mariana Enríquez no hace falta ni que lo explique. Me acuerdo que, en el 2023, le escribí para preguntarle si quería estar en el interludio de mi nuevo disco, y yo los audios esos son una locura, yo diciéndole que va a ser algo inspirado en David Lynch y en el catolicismo, pero le inventé en el momento una historia, que igual fue la que terminó quedando, pero no tenía nada, ni dos canciones. Pero ellos no podían no estar.