Este jueves comenzó a ser imputado Walter "Viejo" González como presunto instigador de una balacera contra una colectivo que trasladaba a agentes del Servicio Penitenciario. Un ataque ocurrido a comienzos de marzo de 2024, días antes de la saga de cuatro asesinatos de trabajadores que paralizó a la ciudad.
Tanto para la Fiscalía como para el gobierno provincial, esos hechos fueron una represalia de distintas organizaciones criminales a las restricciones en las cárceles. Si bien no es de los delincuentes más conocidos, el Viejo tiene una larga historia ligada al delito con la curiosidad de que su crecimiento exponencial como jefe narco se dio desde su caída en prisión.
Walter González, de 39 años, es uno de los tantos criminales de Rosario y alrededores que aumentaron sus antecedentes penales por delitos cometidos desde la cárcel. En los últimos años, por motivos que todavía no fueron esclarecidos, una infinidad de presos de cárceles provinciales lograron consolidarse como jefes de bandas que generaron violencia en las calles. En su caso, de acuerdo a causas judiciales, lideró tres asociaciones ilícitas que estuvieron detrás de homicidios y ataques con fines de conmoción pública.
Antes de ser trasladado a la cárcel de Piñero, donde acumuló sus últimas acusaciones, el Viejo González protagonizó un escándalo en la Alcaidía policial de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo. Fue en 2019, cuando una intervención en la seccional determinó que el jefe del penal concedía privilegios a González y su banda a cambio de dinero. En su estadía en Piñero mantuvo sus posibilidades de coordinar las actividades de su banda, con base principalmente en Capitán Bermúdez pero con alcance a otras localidades de la región.
Delitos desde la cárcel
El 12 de diciembre de 2023, dos días después de iniciado el gobierno de Maximiliano Pullaro, se realizó un operativo en la cárcel de Piñero para reestablecer el régimen de presos de alto perfil en los pabellones 25, 26 y 29. Horas más tarde ocurrieron dos balaceras, contra el cajero de un banco de la zona sur de Rosario y contra el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, en los que aparecieron mensajes amenazantes al gobernador con alusión a esas medidas en las cárceles. Tiempo después las armas con las que fueron realizados esos ataques terminaron en manos de policías que fueron imputados por intentar plantárselas a una banda narco.
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En la celda 1 del pabellón 25, uno de los que fueron requisados, estaba alojado el Viejo González. El informe de la requisa reportó que, además de sus prendas de vestir, tenía un pendrive, suplementos deportivos, un caloventor, un parlante portátil, una afeitadora, un televisor de 24 pulgadas y dos ventiladores. En otra celda del mismo pabellón estaba su sobrino, Brian "Gordo" González, ahora también imputado por participar del plan para balear el colectivo en el que iban los agentes penitenciarios.
Este jueves los González y otras cuatro personas, entre ellas la pareja del Viejo, comenzaron a ser imputados por el ataque ocurrido el 2 de marzo de 2024. En la investigación, el fiscal Federico Rébola determinó que, a pesar de las restricciones, mediante la visita de su pareja hicieron parte de la logística para planificar el atentado. La hipótesis es que se trató de una represalia por las políticas penitenciarias implementadas entonces. Días después se produjeron los crímenes de cuatro trabajadores, hechos que en principio no están conectados con la balacera al colectivo pero ocurrieron con un mismo trasfondo.
Las bandas del Viejo González
Luego del escándalo en la Alcaidía de San Lorenzo, el Viejo González fue trasladado a Piñero para continuar cumpliendo la condena a 4 años y medio que había recibido en la Justicia Federal por comercialización de estupefacientes en Capitán Bermúdez. Un año después, en 2020, fue condenado a 15 años por liderar una asociación ilícita desde la cárcel que estuvo detrás de amenazas, dos homicidios y el ataque a tiros contra un hombre que, por lesiones irreversibles, no pudo volver a caminar.
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En julio de 2021 fue imputado nuevamente por asociación ilícita. En este caso la Fiscalía detectó que la banda también había incursionado en extorsiones, además de continuar con la venta de drogas. En ese marco también fue imputada su pareja, Joana Rodríguez, ahora también acusada de participar de la planificación de la balacera al colectivo.
Este jueves González volvió a ser imputado como jefe de otra asociación ilícita, también coordinada desde la cárcel de Piñero. En ese marco los fiscales acusaron a otros miembros del grupo por participar de un homicidio en julio de 2023, de robos y encubrimientos. Además de una balacera fallida contra un bar de La Florida ocurrida en enero de 2024, según la Fiscalía en el mismo marco de intimidaciones al gobierno provincial.