Volver a escuchar al Favio de ayer con el sonido de hoy no sólo es un bálsamo en medio de la crisis, sino que además pone en valor la obra de un artista inquieto y transgresor. "Fuiste mía un verano" fue editado recientemente en versión remasterizada por Sony Music para conmemorar el 50º aniversario de su lanzamiento. Cuando salió este disco en 1968, Leonardo Favio ya era un cineasta prestigioso debido a sus películas "Crónica de un niño solo" y "El romance del Aniceto y la Francisca". Pero Favio, fiel a su impronta, fue por más. Y mostró su faceta romántica y hasta naif, fuera de su perfil social y de su militancia peronista. Este es el Favio que le canta a su Carola y hasta la incorpora en voces y diálogos, ya sea en "O quizás simplemente le regale una rosa" o más aún en "Ding Dong, Ding Dong, estas cosas del amor". Este tema puntualmente no sólo es el preludio de un estilo teatral y de situaciones de pareja que después explotaría en Pimpinela, sino que además es un pantallazo de ciertas rivalidades musicales de fines de los 60, como Beatles /Stones; Los Gatos/Pintura Fresca y hasta Bee Gees/The Tremeloes o la autoreferencia "si ella dice mejor Favio, yo digo Palito Ortega". El Favio más emotivo y de un estilo único se respira en la interpretación de "Ella...ella ya me olvidó" y "Fuiste mía un verano"; y quizá el más jugado en lo estilístico se ve en "Para saber cómo es la soledad", que en el arte de tapa incluye la dedicatoria a su amigo Carlos Raúl y hasta el "permiso Almendra....y gracias". La flamante edición 2018, que evoca la estética del disco de CBS, incluye cuatro temas que no estaban en la versión original con los simples de ese año y de febrero del 69 que no tardaron en convertirse en éxito. Entre ellos, además del citado "Ding, Dong...", se destaca "Quiero la libertad", que Favio cantó para manifestar su rechazo contra la dictadura de Onganía. Es el primer guerrero y el último romántico.