Un fiscal vuelve a su pueblo natal para investigar una serie de asesinatos. Lo espera una pareja amiga, Paula y Ramiro, actual comisario de esa localidad. A medida de que la investigación avanza, descubren un sistema corrupto basado en el abuso de agroquímicos. Por aquí pasa el nudo central de “Legítima defensa”, la ópera prima de Andrea Braga, director italiano radicado en Argentina, que fue filmada en la localidad cordobesa de Leones, con los protagónicos de Alfonso Tort, Violeta Urtizberea y Javier Drolas, más Sofía Saborido Lievendag y María Emilia Ladogana; y la participación de intérpretes de Rosario: Juan Nemirovsky (en el rol de Franco), José Luis Jaimes (en el personaje de Keller), Vilma Echeverría y Kevin Trumper.
El film, que es un thriller que aborda las vidas de tres personajes envueltos en un laberinto de muerte y secretos, se estrena en televisión este jueves 23 de febrero, a las 22, en Cine.ar TV para todo el país y luego estará a disposición una semana, en forma gratuita, en Cine.ar Play. En Buenos Aires se estrenará en salas también este jueves en el Cine Gaumont y es muy probable que llegue a salas del interior del país, entre las que podría estar Rosario.
Legítima defensa - Trailer oficial
La película tuvo su estreno en el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, dentro de la sección Panorama Argentino, y es el primer largometraje de este realizador, que viene trabajando en la industria del cine argentino como jefe de producción y tras varios cortometrajes con gran recorrido en festivales debuta con “Legítima defensa” como guionista y director.
Eduardo (Alfonso Tort) es un fiscal con un pasado irresuelto, decide volver a su pueblo natal para investigar una serie de asesinatos y es allí donde lo esperan una pareja amiga de larga data: Paula (Violeta Urtizberea) y el comisario Ramiro (Javier Drolas). Ramiro está buscando hace años un hijo con Paula, pero su fertilidad está afectada por motivos ambientales. Sin embargo no piensa irse del pueblo, subestima el contexto por comodidad, tanto emocional como laboral. Mientras tanto Paula, una persona con un carácter fuerte y determinada, es capaz de tomar decisiones radicales para lograr su objetivo: el de ser madre. Lo apoya a su marido de manera incondicional, pero también es la única persona que sabe hacerlo reflexionar de manera lucida.
A medida que la investigación avanza, este trío de amigos descubre un ecosistema corrupto, basado en el abuso de agroquímicos a costa de las precarias condiciones de vida de los lugareños. Eduardo, un fiscal algo atípico, de aspecto desprolijo pero de fuertes ideales, irá por todo en una tarea poco sencilla pero con el plus de contar con una entera población de vidas destrozadas.
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En rodaje. Javier Drolas (izquierda) junto al director Andrea Braga.
“Mi primera motivación a la hora de encarar mi ópera prima fue desarrollar una trama policial con tintes dramáticos. Buscaba contar una historia sobre las consecuencias de mirar al pasado a los ojos”, dijo Braga. Y continuó: “Quería una película seca y oscura. Tenía bastante en claro cómo iba a ser la estructura, pero me faltaba la motivación del protagonista y el contexto. Una noche vi un documental italiano que denunciaba el abuso de agroquímicos en Argentina, y ahí hice el click”.
“Me interesé en el tema y decidí que podía ser el giro que necesitaba mi historia. Leí muchos testimonios verídicos que fueron el disparador de la trama B, la que terminó siendo la base del trauma del protagonista. Así nace «Legítima defensa», un thriller ambientalista que investiga un ecosistema corrupto, encubierto por los silencios de un pueblo”, concluyó el realizador, que además de Mar del Plata presentó este film en el Festival Internacional de la India; en el Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn Mafici, el Fajr International Film Fest de Irán y en el Reim Polar Film Festival de Francia.
Andrea Braga nació en Brescia, Italia, en 1986. Es productor, director, y guionista egresado de la carrera de Letras y filosofía en la Università del Sacro Cuore di Brescia, y de la carrera de cinematografía en la Escuela Profesional de Cine de Eliseo Subiela (Buenos Aires), donde también es docente.
Trabaja en producción para cine y videoclips desde el año 2014 y comenzó su carrera como director y guionista con los cortometrajes de ficción “Evelyn” (2015), y “Memoria interna” (2017), los cuales fueron premiados y recibieron reconocimiento internacional. En 2021 fundó su productora Kumo Cine, con la que filmó esta ópera prima “Legítima defensa” en coproducción con Pensa & Rocca Cine.
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De Rosario. Juan Nemirovsky encarna al principal sospechoso en el film.
Es de acá
En diálogo con La Capital, Juan Nemirovsky contó: “Mi rol en «Legítima defensa» es el principal sospechoso del crimen y a medida que los policías avanzan por desentrañar algo de la vida de este personaje se descubren cada vez cosas más terribles y oscuras. Así que fue extrañamente divertido de actuarlo y el proceso fue una hermosura porque confluyó en que todo un equipo de gente estábamos en un lugar de donde no éramos (Leones) entonces había una convivencia diaria entre hotel y rodaje que hizo que la experiencia sea espectacular. Creo que está muy bueno tener la chance de trabajar en un género como el policial, ya que debido a que escasean este tipo de producciones hace que sea el doble de divertido”.
El actor rosarino sigue con mucha actividad actoral, ya que viene de participar en la recientemente estrenada en salas “El método Tangalanga” y será una de las figuras de la serie “Felices los seis”, con Nicolás Furtado y Delfina Chaves, que se estrenará a mediados de año en HBO, y en la que ya participó en la primera temporada y está a punto de grabar la segunda.
“Lo bueno de filmar con Andrea Braga es que es un director italiano que hace mucho que está radicado en Buenos Aires y que a pesar de que fue su ópera prima tenía un gran conocimiento y entendimiento de la producción del rodaje. Además, es alguien muy querido por todo el equipo, entonces había una sinergia y una amorosidad pocas veces vista en una filmación”, indicó Nemirovsky.
Y concluyó: “Como si esto fuera poco, Braga utilizó como lugar de locación inteligentemente un pueblo como Leones, con el que tenía ciertos vínculos. Ahí fue que el pueblo sintió la felicidad de que haya un rodaje en ese lugar y se generaron condiciones de trabajo muy amables. Todo el pueblo celebraba que se estaba filmando una película ahí y algunos ofrecían hasta sus autos o sus camionetas por si las necesitábamos para una toma. Así que fue una especie de vacaciones dentro de un trabajo”.