La cuarta gala de nominación marcó un antes y un después en la casa de “Gran Hermano”. Por primera vez desde el comienzo del programa, Furia no quedó en placa, lo que da cuenta de un cambio en los roles de poder entre los participantes.
Tras algunas salidas, la casa de Gran Hermano se reacomoda y los grupos parecen dividirse nuevamente.
La cuarta gala de nominación marcó un antes y un después en la casa de “Gran Hermano”. Por primera vez desde el comienzo del programa, Furia no quedó en placa, lo que da cuenta de un cambio en los roles de poder entre los participantes.
La noche comenzó con una sorpresa, y habría más. Antes de que cada jugador pudiera ir al confesionario a emitir sus votos, Santiago del Moro anunció que uno de los “hermanitos” había roto las reglas y recibiría una sanción: Nicolás fue derecho a placa, perdió la posibilidad de nominar y también de ser rescatado por el líder de la semana.
Con este panorama, la tensión estaba a flor de piel. Vale recordar que Williams fue eliminado el pasado lunes, luego de ser nominado por una sanción y no por sus compañeros.
Una vez que los diecinueve participantes eligieron a sus candidatos para dejar la casa, la placa quedó conformada de la siguiente forma: Nicolás (por la sanción), Carla (11 votos), Isabel (9), Lisandro (8) y Florencia (8). Con este panorama, este jueves Alan, el líder de la semana, decidirá a quién salvará y a quién eligirá como nuevo nominado.
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Carla, la más elegida por sus compañeros, compartió durante la gala su malestar emocional por estar lejos de sus hijos: “Con una mano en el corazón te digo que se me está haciendo muy duro. Yo pensé que iba a ser un recreo divino de madre estar acá, pensé que no iba a padecer tanto, extrañar tanto a mis hijos, los extraño horrores. Me pasa que soy una mina graciosa, extrovertida y acá estoy apagada porque estoy triste”.