El Eternauta está en boca de todos y la historia protagonizada por Juan Salvo ya tiene millones de fanáticos. Tras ver la serie, o incluso antes de empezarla, muchos rosarinos quisieron adquirir un ejemplar de la popular historieta. Este lunes, la edición está agotada en prácticamente todas las librerías de la ciudad.
La serie de Netflix, dirigida por Bruno Stagnaro, resultó una gran adaptación de la ya clásica historieta El Eternauta, creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López en 1957. La superproducción audiovisual hizo que miles de personas conozcan la historia apocalíptica desarrollada en Buenos Aires y quisieran conocer el relato en su formato original.
La obra, que fue publicada originalmente en Argentina como una serie de 106 entregas desde 1957 a 1959 en la revista Hora Cero Semanal, está en boca de todos tras el éxito de la miniserie en Netflix. Tanto es así que, cinco días después de su estreno de la producción audiovisual, las librerías de Rosario vieron agotados los ejemplares de la historieta.
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"Para que te des una idea, creo que está agotado en casi todo Rosario. El viernes de la semana pasada nos quedaban unos 10 ejemplares y se vendieron todos", comentaron desde Puerto Libro en diálogo con La Capital.
La historieta es editada por Planeta Comic y tiene un valor de $27.700. Desde la librería aseguraron que ya varios usuarios encargaron su ejemplar: "Estamos a la espera de que ingresen más esta semana porque ya tenemos varios encargados".
Asimismo, desde la librería Buchín también confirmaron que la edición se encuentra momentáneamente agotada y que las consultas por el libro se están realizando todos los días.
Algo similar sucedió en Cúspide, donde aseguraron que la editorial todavía no repuso lo vendido en las últimas semanas. Además, desde el local consideraron que la realización de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires tiene algo que ver con que no estén ingresando ejemplares nuevos. "Todos lo que hay está ahora en la Feria en Capital. Lo más probable es que recién cuando termine el evento vuelvan a entrar".
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Las diferencias entre la serie y la historieta
Casi setenta años después de la salida de la emblemática historieta Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, llegó la primera adaptación audiovisual de "El Eternauta". Producida por Netflix en Argentina, con Ricardo Darín en la piel del protagonista Juan Salvo, la serie ostenta un despliegue visual, técnico y narrativo sin precedentes en el país, que recupera el espíritu de la obra gráfica: combinar de forma virtuosa la magnífica extrañeza de la ciencia ficción con la cercanía de la idiosincrasia nacional.
La adaptación dio lugar, lógicamente, a varios cambios significativos respecto de la obra original. En primer lugar, la serie transcurre en el presente (2023), y no en 1957.
Además, la versión audiovisual plantea otros cambios significativos en la sucesión de los hechos, la distribución de los escenarios clave, la composición y edad de los personajes centrales.
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- La escena inicial. El cómic comienza con la aparición de “El eternauta”, un viajero del tiempo que viene del futuro, en la casa del propio Oesterheld. Allí, le narra su historia a modo premonitorio, y comienza la historieta. En la serie, la secuencia inicial es bien diferente: tres amigas adolescentes planean las vacaciones en un velero en medio del río de La Plata mientras suena Gilda. De pronto, hay un apagón en la ciudad, se cortan todas las comunicaciones satelitales y comienza la nevada mortal.
- La casa sede del grupo de sobrevivientes. La obra gráfica empieza en la casa de Juan Salvo, donde él junto a tres amigos se disponen a jugar unos partidos de truco. En el chalet del barrio de Vicente López también están Marta (la mujer de Salvo) y su pequeña hija (Elena). En medio del partido, se desatan los primeros indicios de la catástrofe. En la serie, la secuencia transcurre en la casa de Favalli, uno de los co-protagonistas principales, amigo entrañable de Juan. Se introducen de entrada dos nuevos personajes que no existen en la historieta: Ana, la mujer de Favalli (Andrea Pietra) y Omar (Ariel Staltari), el cuñado del Ruso Polsky (Claudio Martínez Bel).
- “Lo viejo sirve”. En el cómic, una de las primeras consecuencias de la nevada y la invasión alienígena es que se cortan todas las comunicaciones, excepto la onda larga radiofónica. En la serie, el elemento tecnológico de la actualidad, con todas sus novedades respecto de 1957, quedan también anuladas en el comienzo. Sin embargo, con el correr de los episodios descubren que “lo viejo sirve”: los tocadiscos, las radios, los autos antiguos funcionan. Esto hace que la serie se tiña de pronto de una estética más cercana a la historieta.
- Buenos Aires 2023. Hay diferencias fundamentales entre la ciudad de Buenos Aires de 1957 y la de la actualidad. Pero más allá de lo arquitectónico, la serie hace foco en el elemento humano: la sociedad porteña tiene un gran componente migratorio y, para darle verosimilitud, muchos de los viejos y nuevos personajes pertenecen en la serie a poblaciones migrantes.
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- El vínculo con las Fuerzas Armadas. En la historieta, los sobrevivientes del Ejército reclutan a civiles (como Salvo y los suyos) para luchar contra la invasión alien. A pesar de los por entonces muy recientes bombardeos en Plaza de Mayo, y la sucesión de golpes militares, los civiles confían en las autoridades militares. De hecho, todos habían realizado el servicio militar (obligatorio durante casi todo el siglo XX) y de hecho Juan estaba en las reservas del Ejército y por eso era bueno disparando. En la serie, la relación de los sobrevivientes con las Fuerzas Armadas es bien distinto. Jóvenes y viejos por igual desconfían en primera instancia de “los milicos”. Vale recordar que Héctor Germán Oesterheld fue desaparecido por la última dictadura cívico-militar junto a sus cuatro hijas.