La historia real de un guardafauna que tiene un vínculo muy especial con las orcas que se acercan a la Península de Valdés, en Chubut, y una madre que lleva hasta allí a su hijo autista para tratar de sanarlo, es el punto de partida de "El faro de las orcas", la película que mañana se estrena en los cines de Rosario. El filme está dirigido por el español Gerardo Olivares y cuenta con los protagónicos de Joaquín Furriel, Maribel Verdú y el niño Quinchu Rapalini. El productor es nada menos que Luis Puenzo, el director ganador del Oscar por "La historia oficial".
En entrevista con Télam, Puenzo contó que "El faro de las orcas" es "una película que apareció casualmente y se nos ofreció en 2004", cuando conoció al guardafauna Beto Bubas, justo cuando preparaba la filmación de su película "La puta y la ballena" y, un día antes del rodaje, decidió salir a pasear por la península Valdés junto al coproductor español José María Morales.
"Fue un hecho casual. Cuando salimos a dar una vuelta a la península junto a Morales, llegamos a Punta Norte a ver si podíamos ver a las orcas, y de golpe apareció Beto Bubas, el guardafauna de ese lugar. Charlamos, nos ofreció café y agua caliente para el mate, y terminó contando esta historia verdadera, que fue el punto de partida de esta nueva película", recordó Puenzo.
"El faro de las orcas" está inspirada en la historia que Bubas les narró aquel día, que cuenta que su absoluta soledad en esa geografía patagónica bella e inhóspita fue interrumpida inesperadamente por una mujer y su hijo autista, que llegaron allí seducidos por la relación que él tenía con las orcas, a las que solía atraer a la costa con el sonido agudo que generaba con una armónica.
El productor explicó que "el chiquito veía las fotos de las orcas con Bubas en una revista y tenía unas manifestaciones no habituales. Le señalaba con insistencia las fotos a su madre y así surgió la idea de ella de llevarlo para allá. Nos conmovió mucho esta historia y nos quedó mucho en la cabeza. Además, Bubas nos regaló un libro autobiográfico que él había escrito sobre esa experiencia", relató.
En la ficción se cambian ligeramente algunas cosas, porque una madre española (Verdú) termina entablando una relación con el guardaparques (Furriel). Pero el nudo central de la historia es real. "Esta película narra el encuentro de dos soledades, de dos personas que cambiaron para siempre", señaló Puenzo. "Bubas era un ermitaño que vivió en completa soledad durante años. Y se muestra además todo eso tan inquietante que pasó con el niño y que modificó a Bubas y lo dejó marcado", enfatizó.
El productor agregó que "en la película, la madre intenta entender a su hijo autista, por qué el niño quiere algo, y siempre es muy misterioso saber cuál es ese interés y cómo encontrar una clave para su sanación. El chiquito real hizo un proceso interior y, según cuenta Bubas, también las orcas tenían una reacción distinta con el niño, una relación particular que le permitió abrirse a otra realidad muy distinta a la que tenía en la ciudad", explicó.
Nuevos talentos
Puenzo adelantó que ahora está escribiendo dos nuevas películas para dirigir: una sobre el bombardeo de 1955 a la Plaza de Mayo y otra —que sería su debut en el cine de animación— que está basada en el cómic "El último recreo", de Horacio Altuna y Carlos Trillo. "Voy muy lento porque son muy complicadas. Mi filmografía está llena de películas que no filmé, así que no sé qué pasará con éstas", admitió.
El cineasta, que también produce las próximas películas de sus hijos (Nicolás, Esteban y Lucía), aseguró que el cine nacional está pasando por un buen momento. "La Argentina es el país con la mayor cantidad de óperas primas del mundo. Y todos estos logros coincidieron con la gestación de las escuelas de cine. Eso, entre otras cosas, hace que todos los años aparezca un nuevo grupo de talentos locales", afirmó.