Marcelo Hugo, Cabezón o Cuervo. Bajo cualquiera de sus nombres o seudónimos posibles, todos conocen el apellido que lo acompaña. Es tanta su fama que Tinelli logró incluso que una canción de los Beatles se asocie más a su nombre que al de Lennon y McCartney: en el imaginario popular argentino, “Twist and Shout” marca el comienzo del programa de Marcelo y no el final del disco “Please Please Me”.
En los noventa, cualquier chiste entre pares era coronado por la aclaración: “Es una jodita para VideoMatch”, en referencia a la frase que cerraba las famosas cámaras ocultas del programa del Cabezón en esa etapa. Las generaciones más jóvenes también lo conocen: lo acompañaron en los realities y concursos que condujo en los últimos años, en los que participaron figuras de los más diversos mundos.
Un pibe de Bolívar amante de los medios
Oriundo de la localidad bonaerense de San Carlos de Bolívar, Marcelo Hugo Tinelli tuvo siempre claro el rumbo: los medios de comunicación eran su faro. Hijo del periodista deportivo Dino Tinelli, de chico “el Cabezón” pasaba sus tardes escuchando “La oral deportiva”, el clásico programa deportivo de Radio Rivadavia.
En ese mismo programa empezó su carrera a los quince años, bajo la guía del mítico locutor José María Muñoz. Después de ser cadete y aprender el oficio, debutó como locutor y corresponsal de campo en partidos de fútbol. Ahí empezó a darle forma a la voz grave y colorida que años después enunciaría sus típicas frases en el prime time de la pantalla chica. En 1983, desembarcó en los estudios de televisión y ya no habría vuelta atrás.
En la pantalla chica, fue panelista de deportes en “Badía y compañía”, junto a Juan Alberto Badía, quien se convertiría en uno de sus padrinos profesionales y referentes.
“Videomatch”, una marca de época
A pesar de que Marcelo estuvo en la televisión casi una década antes y sigue estando dos después, fue en los noventa cuando moldeó su perfil. Es difícil pensar en aquellos años argentinos, con todas sus particularidades y complejidades, sin mencionar los famosos sketches de “El show de VideoMatch”.
Tinelli convirtió en una marca lo que empezó casi por accidente. En 1990, Gustavo Yankelevich, gerente de programación del por entonces flamante Telefé, lo convocó para conducir un noticiero deportivo de medianoche. Como el formato de análisis no funcionó, Tinelli propuso darle un rumbo humorístico y centrarlo en bloopers de distintas disciplinas deportivas. Ese fue el germen de lo que pronto se convertiría en “El ritmo de la noche”, un programa de variedades, humor y música en vivo.
Ahí empezaron las clásicas cámaras ocultas y los sketchs satíricos que se volverían el sello del programa en su siguiente etapa: a mitad de los noventa, el ciclo pasó a llamarse “El show de Videomatch”. En ese piso, se forjó una generación de comediantes irremediablemente asociados al universo Tinelli: José María Listorti, Pablo Granados, Pachu Peña, Freddy Villarreal, Yayo Guridi, el Turco Naím, entre otros. Además, “Videomatch” construyó todo un elenco de personajes inconfundibles y únicos, como el particular Larry de Clay, la locutora Marcela “la enana” Feudale, y hasta el Oso Arturo.
Los paródicos “Tack See Boys”, una versión de los Backstreet Boys devaluados y groseros, las cargadas mutuas entre Marcelo y Larry de Clay por los triunfos de Boca y San Lorenzo, y el reality falso “Gran Cuñado” son algunas de las escenas más populares de aquellos años. Si bien con el tiempo este tipo de humor fue puesto bajo la lupa y debatido en el marco de un cambio de mentalidad de la sociedad argentina, aquellos sketches fueron sin dudas una marca de época.
Entre 1991 y 2004, “Videomatch” fue líder incuestionable del prime time, y acumuló más de veinte premios Martín Fierro.
Los realities y concursos en El Trece
En 2005, tras un breve paso por El Nueve, Marcelo llegó a El Trece en una alianza con Adrián Suar. Allí desarrolló una etapa decididamente distinta de su factoría televisiva. Desde principios de los 2000, estaba claro que el reality marcaba el rumbo de la pantalla chica.
Atento como siempre a la época, Tinelli apeló a versionar dos formatos que acumulaban años de éxito en otros lugares del mundo: “Bailando por un sueño” (“Dancing with the stars”) y “Cantando por un sueño”, certámenes competitivos donde “soñadores”, personas comunes siguiendo causas nobles, eran emparejadas con un famoso o famosa para bailar o cantar frente a un jurado y competir por el preciado premio del sueño cumplido.
En la larga estadía de Marcelo en el canal, que tuvo algunos años de pausa entre edición y edición, hubo varias repeticiones de esta configuración: “Patinando por un sueño”, “Aquadance Bailando”, “Bailando por un sueño Argentina Kids” y “El musical de tus sueños”. Eventualmente, los soñadores quedaron por el camino y el “Bailando” devino el escenario por excelencia donde famosos y faranduleros, entre coreo y coreo, desplegaban sus dramas y conflictos.
Después de la pandemia y la llegada (o regreso) al prime time argentino de realities mega populares como “Gran Hermano”, “el Cabezón” decidió poner fin a su etapa en El Trece y construir algo nuevo, en otra parte.
“Buenas noches, América”
En 2023, Marcelo estrenará una nueva etapa de su carrera televisiva en América TV. En un contexto en el que el prime time se disputa entre realities, Tinelli volverá a la pantalla con versiones renovadas de sus formatos “Showmatch” y “Bailando”.
El contrato con América se firmó el miércoles pasado en Palermo, ante la presencia de Daniel Vila, presidente del canal; Fabián Scoltore, productor de LaFlia, la hija de Marcelo, Candelaria Tinelli; Gabriel Hochbaum, accionista, y el titular de Televisión Litoral y del diario La Capital, Gustavo Scaglione. De la reunión, no participó Fede Hoppe, que está de vacaciones, pero sí estuvo el Chato Prada, quien será su mano derecha en la dirección artística, en la que estará acompañado también de José Nuñez y Fernanda Merdeni, quienes ya ocupan cargos gerenciales en América.
“Quiero agradecerles a todos esta oportunidad, era un canal en el que no había trabajado, me habían hablado muy bien de toda la gente de América. Yo vengo acá a aprender, a conocerlos un poco a ustedes, creo que es importante conocer cada uno de los programas, conocer a los conductores, y después trataré de aportar mi granito de arena”, confió Tinelli en su primera entrevista en el canal.
El conductor de Bolívar anticipó que tendrá, a partir de julio, un programa en el horario de prime time. Confió que buscará conectarse con audiencias más jóvenes e incorporar nuevos formatos. "Voy a hacer humor, aunque hoy es difícil hacer humor en la Argentina. Hoy no es el mismo humor que se hacía antes", reconoció. "Hay más figuras que me gustaría tener, y prefiero mantenerlo en secreto por ahora”, deslizó.
Es cuestión de tiempo para ver qué propuesta ofrece Marcelo Hugo, Cabezón, Cuervo. "El" hombre de la televisión argentina. Lo que está claro es que, finalmente, la famosa frase de apertura que repitió durante más de treinta años al comienzo de cada programa tendrá más sentido que nunca: "Buenas noches, América".