Antonio Birabent habla con cadencia parsimoniosa y mirada atenta. Busca sin apuro la palabra justa. Parece siempre abierto a la sorpresa, incluso en los detalles. Esa curiosidad que prima en su interacción caracteriza toda su obra artística, pero sobre todo la musical: lleva treinta discos editados en poco más de treinta años de carrera. En el trigésimo aniversario de su álbum debut, “Todo este tiempo”, se embarca en una gira que comienza en Rosario este jueves 10, a las 21, en el Teatro Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
El músico y actor dialoga con La Capital en el lobby de un hotel rosarino, en el que se aloja mientras prepara el show. Es que este espectáculo especial, en el que repasará algunos de sus grandes éxitos y realizará un homenaje al rock nacional, se gestó en la ciudad. Todo comenzó con una propuesta del productor local Juan Manuel Almada, quien consideró que el número redondo era una buena excusa para celebrar la vasta trayectoria de Birabent.
Para llevar adelante la aventura, y en vistas de que Antonio no tenía una banda formada, lo acercó a un grupo de jóvenes y talentosos músicos de San Lorenzo: el baterista Federico Jular, el bajista Yago Varas, el tecladista Pablo Falco y el guitarrista Tadeo Zeballos. Después de la fecha en Lavardén, tocarán el 13 en Córdoba y en febrero en Buenos Aires.
“Yo con un arrojo no habitual dije que sí. Fue una apuesta. No es habitual que un artista de una ciudad se enganche con una banda que está a 300 kilómetros. Realmente fue una sorpresa para mí verlos en vivo, ver la energía, ver cómo armaron un repertorio que no conocían. Todos podrían ser mis hijos, así que naturalmente no conocían mi música. Tienen todos menos de treinta años. Me pareció fabulosa la propuesta, la disposición de ellos y también haberme entregado”, asegurá Birabent, que con 55 años lleva más de la mitad de la vida dedicado a la música.
El vínculo y los arreglos se construyeron a distancia hasta que se encontraron en Rosario a a mediados de septiembre para ensayar. El repertorio, centrado en clásicos de los primeros años como "A mí la lluvia", "Salgo a caminar", "Siete vidas", lo eligieron un poco “por gusto”, otro poco por “azar”, pero sobre todo siguiendo la “intuición”, una de las fuerzas motoras centrales de todo este proyecto.
“La banda, al ser una banda de gente que se conoce, le está dando un color nuevo y muy propio a las canciones. Estoy muy contento con eso”, comparte el músico, que ubica el comienzo de su carrera musical en el año 1990, cuando se sumó a la banda de su padre, el legendario Moris. Cuatro años después, llegaría el primer disco solista y desde ahí, un camino sin retorno, marcado por la exploración genuina. En ese recorrido, publicó álbumes de toda índole y a veces más de uno por año (en 2020, por ejemplo, lanzó “El interior del volcán”, y “Flores en Versalles, con Marcelo Filippo).
Uno de los puntos más cercanos en la discografía de Birabent se conecta con el origen, ese “inicio difuso”: se trata del disco “La última montaña”, hecho con su papá (y con arte de tapa de su mamá Inés González Fraga). En 2011, habían realizado también juntos “Familia canción”. Como en un mapa en el que todo está conectado, ese eslabón remite de vuelta a Rosario: la última vez que Antonio tocó en el Teatro Lavarden fue en la gira de aquel proyecto.
Embed - Moris & Antonio Birabent - Porque El Sol (Video Oficial)
Pero nada de eso por ahora. “Quizás entrados algunos shows, toque alguno de los temas más nuevos con la guitarra. De hecho, no voy a tocar la guitarra en este show, solo cantar. Es una liberación, me encanta”, adelanta Birabent, sumando características únicas a la propuesta. El público que asista a esta gira en busca de un reencuentro con esas canciones que marcaron un momento de su vida, tendrá su recompensa. Aunque los clásicos del repertorio estarán dotados de una nueva vitalidad.
Una nueva versión propia
“Yo no soy muy fiel a mis canciones, y le di cancha a la banda para que movamos cosas. Nunca he sido muy respetuoso de los arreglos originales míos ni de otros. Creo que se van a encontrar con versiones muy enérgicas. Hace mucho que no tenía una banda tan poderosa. Es un show realmente muy arriba, tiene unos pocos momentos en los que baja la intensidad. Creo que es un momento para que haya energía y tiempo”, comparte Antonio.
Este aumento de intensidad y de escala también marca un giro en la trayectoria reciente del artista. “Hace mucho tiempo venía tocando en un formato muy acústico, solo con mi guitarra, o con otro músico. Me encanta eso pero me di cuenta que me gusta mucho el rock and roll”, afirma, con una sonrisa llena de entusiasmo.
Mientras prepara este espectáculo, piensa en lo que viene. Esta disposición al movimiento constante, según él, explica su versatilidad artística. “Me gana la curiosidad, me gana la inquietud. Me lo han criticado mucho igual, lo de sacar dos discos en un año, a veces tres. Conspira contra la facilidad para el oyente. De hecho yo ya estoy pensando en hacer un disco de tangos nuevos, compuestos por mí. Tengo que esperar un poco, porque si no ya es conspirar contra mí mismo”, detalla. “Pero también es mi manera, evidentemente, porque llevo más de treinta años trabajando así”, agrega.
Embed - Antonio Birabent - Salgo a Caminar (Official Audio)
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En cuanto a su búsqueda tanguera, se explica, como todo, un poco por la historia y un poco por el presente. “El tango siempre lo he tenido cerca, de muy chico. Está esa frase común que dice que el tango siempre te espera. A mí no tuvo que esperarme, yo cuando tenía veinte años ya escuchaba mucho tango. Después ocasionalmente he cantado. Hace unos meses, empecé a tomar clases de baile. Eso de alguna manera terminó de cerrar el círculo: si me gusta la poesía del tango, si me gusta ese viaje urbano entre la modernidad y antigüedad, entre el antes y ahora, y ahora encima bailo, el disco es el próximo paso”, relata Birabent.
Aún con una batería de proyectos en el horizonte, no se achica ante el deseo y enumera anhelos: “Quiero publicar mi segundo libro”. (lanzó el primero “Tres”, un compendio de relatos vinculados a la memoria familia, en 2022). “Es ficción, cosas cortas, en un tono de invención. Me gustaría también volver a actuar. No vengo actuando mucho, no porque no quiero sino porque no se da”, confía el intérprete, que en su también extensa carrera en ese ámbito estuvo en ficciones memorables de la talla de “Tango feroz”, “Verdad consecuencia” o “Epitafios”.
Entre tanto andado, Birabent no pierde la capacidad de asombro, y de hecho aspira a que lo guíe para lo que viene. “Me sigue sorprendiendo que en un instante todo cambia. Eso es una magia. A veces es un detalle, una palabra, o una canción que cambia al resto. Eso es magnífico porque tiene que ver con que las cosas son menos previsibles de lo que al menos yo pienso. Cuando eso manda, el no saber qué va a pasar, es muy lindo. En mis letras habla de eso. ‘Salgo a caminar’ habla de eso. Esa incertidumbre me gusta. Si pudiera llevar adelante esa forma de ver las cosas, a mí me ayuda mucho”, cierra.