Andrea Rincón está reemplazando durante unos meses a Gastón Pauls en la conducción de “Seres libres”, ciclo que aborda el universo de las adicciones en primera persona y se puede ver los viernes a las 22 por la pantalla de Crónica TV. La actriz, que recientemente pasó por el exitoso “MasterChef Celebrity”, aseguró que “no hay en la televisión argentina un programa como «Seres libres»”, y dijo que ella misma pudo encontrar un camino de sanación a través de la ayuda a los demás.
“Entendí que ayudar al otro es ayudarse a uno mismo y comprendí que a partir de ahí fue cuando pude empezar a sanar”, reveló la debutante conductora en una charla con Télam. “Este es un programa que se hace con el testimonio de la gente y su valentía, porque es muy difícil mostrarse vulnerable, y quienes hablan le tiran un salvavidas a los que están del otro lado pensando que se encuentran en un laberinto sin salida. Por otro lado, se ofrecen herramientas que nunca se brindaron en un espacio como este”, agregó la actriz de “Un gallo para Esculapio” y “La leona”.
Creado por Gastón Pauls y producido por Wolf Producciones, “Seres libres” toca de forma cruda la oscura realidad y las dolorosas marcas del mundo de las adicciones, además del difícil camino hacia la recuperación.
El programa está conformado por distintos bloques en los que la actriz está en vivo y presenta las entrevistas centrales realizadas a diferentes figuras como Mauro Federico, Juanse, Fran Mariano y Grego Roselló, que ya fueron grabadas por Pauls; además de los informes en exteriores con adictos en recuperación. Rincón también habla frente a cámara y se dirige a las personas que están atravesando por situaciones de adicción. “Durante muchos años este fue un tema tabú y así hubo mucha gente que se perdió en el camino porque no había la información necesaria, a dónde o a quién llamar. Ahora se le está poniendo voz y luz a estos casos tan oscuros”, apuntó.
La actriz, que además participa del ciclo de radio “Quién paga la fiesta” en la Rock & Pop, destacó que consideraba que “este es un programa que marca un cambio de paradigma, y da una posibilidad de aprendizaje a las personas que están hace tiempo en el camino de la rehabilitación de cualquier tipo de adicciones, a otras las ayuda a generar conciencia y a otras las despierta del lugar donde están”.
Desde lo personal, la intérprete contó que hizo distintos tipos de tratamientos por sus propios problemas y que hoy cuenta con distintas herramientas para compartir con la audiencia. “A mí me sirven los testimonios que escucho en el programa. También me pasa en los centros de rehabilitación a los que voy todas las semanas a compartir con quienes están ahí, los acompaño, doy devoluciones con respecto a mi propia experiencia y las de otros que voy escuchando día a día, y a raíz de eso ellos también me ayudan a mí. Es un intercambio en el que nos nutrimos mutuamente”, abundó.
—¿Qué te motivó a sumarte a este proyecto?
—Hace tiempo que vengo comprometida con el trabajo social y no podía negarme a esto. Si bien cuando me lo ofrecieron primero dije que no, porque siento que no estoy preparada para la conducción, estaba ante una propuesta completamente distinta. Es un programa que brinda un servicio, diferente a todos. Tenía que dejar el ego y la mirada ajena de lado y si lo sé hacer bien o no, no interesa. Debo enfocarme en lo importante que es pasar el mensaje y pensar en la persona que está del otro lado. En el último tiempo hice una campaña contra el bullying, que la llevamos a institutos de menores y a centros de adicción donde di charlas junto a la gente del Inadi y con personas especializadas, y vengo hace rato colaborando con gente que está en situación de calle. De todas maneras, si se trataba de otra cosa y Gastón (Pauls) me llamaba y me decía “Andre te necesito” iba a estar. La primera vez que vi el programa me emocioné, lo llamé y le dije: “Amigo, lo que estás haciendo es impresionante”.
Andrea Rincón en Seres Libres: "La cocaína es el infierno"
—Desde tu primera aparición en los medios hasta la actualidad, ¿cuál es el balance del recorrido que hiciste y en qué momento de tu carrera te encontrás?
—Espero estar en un lugar muy chiquito porque me gustaría crecer bastante. Siento que tengo una deuda muy grande con la actuación, quiero cumplir el sueño de tener un protagónico, por eso recién me veía conduciendo mucho más adelante. Me llamaban de programas de cable y los pateaba. Igual el éxito lo veo más por el lado personal, por las personas que conocí y que me llevo del ámbito laboral, y Gastón es uno de ellos. Es alguien que cada vez que estoy mal o siento que no puedo más y que me voy a caer lo llamo, al igual que a mis seres queridos, y se arma enseguida la red de contención. Eso es algo que aprendí durante los tratamientos. Me encantaría ser una gran actriz, pero eso no quita que de la mano pueda tener hogares de niños, darles asilo y amor.
—¿Te condicionó en tu carrera y con el público haber tenido un gesto político en tu salida de “MasterChef”?
—Si en vez de “Viva Perón” hubiese salido gritando “Viva Juana Azurduy”, ¿qué hubiese pasado? Capaz me hubieran criticado también. Me parece que la gente tiene que bajar un poco. Yo trabajo mucho para salir de la mirada ajena. Las agresiones las voy a recibir siempre gratuitamente, ya sea por esto o porque engordo o porque estoy muy flaca o si tengo las orejas grandes. La verdad, no me importa, prefiero mirar el lado luminoso.
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La actriz pudo superar el infierno de la adicción.
—¿Cuál es tu postura respecto del feminismo y la lucha de los distintos colectivos?
—Me considero feminista desde el día que nací. Para mí no es nada nuevo, pero a veces me sorprende ver a mujeres en las marchas que no son nada sororas con otras; por el contrario, son las más críticas. Siempre defendí a la mujer, no es casualidad que me sigan más ellas que los hombres. No participo de ningún colectivo porque estoy más activa con temas sociales, sacando comida a la calle tres veces por semana, cuestiones que necesitan otro activismo porque la gente se está cagando de hambre y, además, porque en muchos colectivos veo que no hay sororidad entre compañeras.