Si hay un destino que a los argentinos siempre nos seduce, es Brasil. El país vecino se destaca por su ambiente relajado, un clima cálido que permite ir en cualquier momento del año y diferentes paisajes de sur a norte, pero sin dudas, y como dice la canción, su ciudad estrella es Río de Janeiro.
La cidade maravilhosa es uno de los destinos más visitados del mundo, famosa por su vibrante carnaval, que atrae millones de personas cada año. Ofrece, además, una amplia gama de experiencias para todos los gustos. Desde el momento en que uno aterriza en el Aeropuerto Internacional de Galeão y se encuentra en esta metrópolis rodeada de selva, se da cuenta de su belleza única.
Personalmente, Río de Janeiro me deja una impresión impactante. La combinación de playas, morros, vegetación exuberante y una bulliciosa ciudad la convierte en un destino sin igual. Es una ciudad alegre y divertida, hogar de destacadas personalidades como Clarice Lispector y Vinicius de Moraes. Además de su rica oferta cultural, con museos y espacios de arte y literatura variados, Río es famosa por la bossa nova, que se puede escuchar en diferentes rincones de la ciudad.
En Río, la playa es un estilo de vida. No solo se va a tomar sol y a bañarse en el mar, sino que las playas cariocas son una fiesta. Los quioscos ofrecen cerveza helada y caipirinha, y se puede participar de variedad de deportes o simplemente disfrutar viendo a quienes lo hacen.
Los vendedores ambulantes ofrecen desde bikinis a buen precio hasta trenzas, tatuajes y deliciosos productos como el milo verde (choclo). El sonido del mar se mezcla constantemente con la música que sale de los parlantes y el llamado de los vendedores: “¡açaí, açaí!” o “¡queijo na brasa!”.
Las playas más famosas son Copacabana e Ipanema, también las más concurridas, pero hay otras opciones, menos conocidas que merecen ser exploradas. Entre Copa e Ipanema, se encuentra Arpoador, una pequeña playa delimitada por una península, ideal para ver atardeceres inolvidables. Más adelante está la elegante playa de Leblon -uno de los barrios más sofisticados de la ciudad-, que ofrece un ambiente más tranquilo y familiar.
En los últimos años, Barra de Tijuca pasó a ser otra de las elegidas, más alejada de las anteriores (se puede llegar en Metro o Uber), con agua más clara y una atmósfera más relajada. Esta área formó parte del corazón de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.
Sin embargo, en mis últimas visitas a esta ciudad, he descubierto playas más alejadas del centro, que son mucho más tranquilas y donde la naturaleza es la protagonista. Aunque no son las zonas preferidas por los turistas para alojarse, estas playas merecen ser vistas al menos una vez. Salir por la mañana, pasar el día y sumergirse en la naturaleza es una experiencia verdaderamente única.
Prainha: un rincón natural para los amantes del Surf
El nombre “Prainha” quiere decir “pequeña playa”, y esta descripción es acertada, ya que esta joya natural se encuentra en la zona de Recreio dos Bandeirantes, en Río de Janeiro. Está enclavada entre morros y se ubica en el borde costero del Parque Natural Municipal de Prainha, un área de protección ambiental establecida en 2001. Con su belleza salvaje y su ambiente tranquilo, esta playa es un refugio para los amantes del surf, ya que ofrece emocionantes olas, ideales para este deporte.
Se recomienda visitar Prainha temprano en la mañana, ya que el sol se oculta detrás de los morros alrededor de las 16:30 horas. Los fines de semana suelen ser más concurridos, por lo que la mejor opción es ir durante la semana. Aunque hay algunos bares que ofrecen comidas y bebidas, la oferta es más limitada en comparación con las playas del centro. No obstante, se pueden alquilar sombrillas y reposeras, como en muchas otras playas de Río. Debido a su estatus de área protegida, es esencial cuidar el medio ambiente para preservar la esencia de playas como Prainha.
Cómo llegar. Prainha se encuentra a unos 37 km de Copacabana e Ipanema. La forma más común de acceder a esta playa es en automóvil. Algunos turistas alquilan un coche por un día para explorar estas playas más alejadas, pero una opción conveniente es utilizar Uber, que funciona muy bien en Río, tanto de día como de noche. Otra alternativa recomendable es tomar el Metro desde Río hasta la última parada, conocida como Jardim Oceânico (Barra da Tijuca), y luego solicitar un Uber para llegar a Prainha. Esto permitirá evitar el tráfico al salir de Río y reducirá los costos. Si el alojamiento está en Barra de Tijuca, se puede llegar directamente a Prainha en Uber.
Es importante tener en cuenta que el tiempo de viaje desde Copacabana o Ipanema es de aproximadamente 1 hora, mientras que desde Barra de Tijuca es de alrededor de media hora.
Praia de Grumari, entre las mejores del mundo
Ubicada a tan solo 15 minutos en coche de Prainha, la Playa de Grumari es una joya natural que ha sido reconocida internacionalmente como una de las 50 mejores playas del mundo. Se encuentra dentro del Parque Grumari, que goza de un status tanto nacional como internacional de Área Prioritaria para la Conservación de la Biodiversidad de la Mata Atlántica.
Ocupando el puesto 38 entre las 50 mejores playas del mundo, según el ranking elaborado por el sitio web de viajes Big 7 Travel, Grumari es un paraíso prácticamente virgen, desprovistos de asentamientos humanos. Además de ser un refugio para los amantes del surf, ofrece una experiencia única, en contraste con su vecina Prainha. Esta playa se caracteriza por su extensión, que permite largos paseos entre el mar y la exuberante vegetación de los morros circundantes.
Al igual que en la mayoría de las playas, se recomienda visitar Grumari entre semana y temprano en la mañana para evitar que haya mucha gente. En la playa, hay servicios de alquiler de sombrillas y reposeras, así como algunos bares donde se puede adquirir comidas y bebidas. El ambiente aquí es distendido y refleja un estilo rústico, ya que la prioridad es preservar la maravillosa atmósfera de este lugar.
Cómo llegar. Está a casi 40 km de distancia de Copacabana e Ipanema. Al igual que con Prainha, las opciones más convenientes para llegar son en choche, Uber o utilizando el metro y luego solicitando un Uber para el tramo final del viaje.
Praia de Abricó, la joya naturista de Río
A tan solo 1 kilómetro de la Praia de Grumari se encuentra Praia do Abricó, considerada por muchos la playa más linda de Río de Janeiro. Esta playa forma parte del parque Grumari y es la única playa naturista (nudista) oficial de la ciudad.
Hace algunos años, la Asociación Naturista de la Playa de Abricó reconoció que los turistas extranjeros, principalmente europeos, demandaban la posibilidad de practicar el nudismo, algo común en muchas playas del viejo continente. Aunque la práctica del nudismo es bienvenida y se ha vuelto una tradición en esta playa, no es un requisito absoluto, y cualquiera puede disfrutar de este hermoso rincón sin la necesidad de hacer nudismo.
Conheça a praia do Abricó, Nudismo e Naturalismo no Rio de Janeiro
Al igual que las playas mencionadas anteriormente, Playa de Abricó ofrece servicios para los visitantes, siempre manteniendo un fuerte compromiso con la preservación del medio ambiente y el entorno natural.
Cómo llegar. Dado que Praia Abricó se encuentra adyacente a Grumari, el acceso a esta playa es idéntico a lo mencionado anteriormente. Las tres playas están en la dirección hacia Barra de Tijuca, después de pasar por Recreio dos Bandeirantes.