Las playas de la región de Andalucía ubicadas al occidente del estrecho de Gibraltar pertenecen al océano Atlántico, y eso se nota apenas se llega al mar. Aguas con mayor oleaje, más frescas y más azules. Con arenas no tan contaminadas por la acción del hombre, las playas ofrecen una tranquilidad muy pocas veces encontradas en la Costa del Sol bañada por el Mediterráneo. Punta Paloma, Zahara de los Atunes, Caños de Meca y Conil de la Frontera son sólo algunas de estas playas ubicadas en la provincia de Cádiz.
En esta solitaria playa oceánica uno tiene la sensación de ser el primero que la visita, una playa donde nadie puso los pies sobre su arena. Y no se llega a ella fácilmente. Pertenece a Tarifa, y por lo tanto es visitada por muchos aficionados al windsurf que aprovechan su constante viento. Prueba de ello es la cantidad de “ventiladores de pie gigantes”, generadores de energía eólica ubicados en las cercanías. Se llega a esta playa a través de una caminata por médanos con abundante vegetación. Los servicios en la playa son inexistentes y esto le da un toque por demás interesante.
Las playas de Zahara de los Atunes son unas de las playas que más turismo atraen, ya que además de su arena fina y sus aguas claras y cristalinas, Zahara de los Atunes posee una activa vida nocturna llegados los meses de verano. Los chiringuitos, bares y restaurantes del lugar animan el ambiente, y a eso hay que añadir los conciertos nocturnos, los mercadillos, las cabalgatas por la playa e interesantes paseos en barco.
El entorno natural de Zahara de los Atunes es diverso y alterna la vegetación, las rocas y la fina y dorada arena de sus playas. Pueden contemplarse unas puestas de sol maravillosas y los días que el cielo está claro con seguridad se divisa el continente africano. Las playas de Zahara de los Atunes se extienden desde el pueblo propiamente dicho hasta el Cabo de Gracía, extendiéndose por todo el centro de Zahara y Atlanterra.
La longitud de sus playas es de algo más de ocho kilómetros y el azul de su mar es todo un espectáculo para la vista, llenando al visitante de paz y tranquilidad. Dentro de sus playas y cercanías, se destacan la playa Cabo de Plata, que coloquialmente es llamada por los mismos lugareños “Playa de los Alemanes”, la playa del Cañuelo con sus 500 metros de largo, y la playa de Cañillos y Pajares en Barbate. Una característica de sus aguas es que aunque son cristalinas, también son generalmente frescas. En las zonas y momentos adecuados son estupendas para practicar windsurf o buceo.
Dentro de la gastronomía de la que hacen gala estos restaurantes y chiringuitos, hay que decir que el “pescaíto frito” sigue siendo lo más típico y más pedido por los turistas, al igual que el atún y los mariscos.
Caños de Meca
Pese al pequeño tamaño del casco urbano de Caños de Meca, las playas son de una gran variedad y belleza. Son limpias y tranquilas, y las hay para todos los gustos: arenosas, rocosas, con oleaje, tranquilas, nudistas y familiares.
Si lo que se busca es una playa salvaje y con fuerte oleaje, la mejor opción es la zona del Faro de Trafalgar. Eso sí, se deben tomar todas las precauciones posibles ya que las fuertes corrientes provocan cada año más de un susto.
Los que busquen playas más familiares y de aguas tranquilas pueden optar por Marisucia, cercana al faro o por la más concurrida playa del Pirata. Ambas cuentas con bastantes servicios y son las más visitadas de la zona. Están resguardadas de las corrientes y tienen fondos pri ncipalmente arenoso, aunque hay zonas con filosas rocas.
En dirección a Barbate se encuentra la playa nudista y las Calas de los Chorros, muy frecuentadas por hippies y naturistas.
Las Calitas
Mención especial merecen Las Calitas que se forman al otro lado de la Playa del Faro, junto al enorme arrecife que circunda el faro. En estas pequeñas playas se puede disfrutar de cierta intimidad en un entorno privilegiado que a algunos los anima también a practicar nudismo.
La playa de Marisucia es una excelente y pequeña playa junto a la carretera del faro de Trafalgar. Su ubicación y orientación permite tener una buena vista de todos Los Caños, Zahara de los Atunes y Africa. Esta playa es más apropiada para los días de viento, ya que sus aguas carecen prácticamente de oleaje y están en su grado máximo de transparencia. Con viento proveniente del mar se forma un fuerte oleaje y las orillas reciben restos de algas, de ahí su nombre de Marisucia.
La Playa del Pirata es una bonita playa de arena fina y fondos arenosos situada en el corazón de Los Caños. Se puede decir que es la principal playa de Los Caños, por su ambiente, chiringuitos y por estar en pleno pueblo. Es una playa arenosa, con pequeños tramos rocosos, de aguas limpias y poco movidas. Es la playa más equipada ya que tiene vigilancia y sanitarios. Tras ella hay bares y restaurantes, y del barranco que la separa de la carretera nacen los primeros manantiales de agua dulce. La playa culmina en una punta formada por la acción de los arrecifes rocosos. Esta zona posee las aguas más transparentes y frías.
Detrás de la punta se suceden varias pequeñas calas que comunican con la playa nudista, siendo la más conocida la playa de los Castillejos, ultimo lugar al que se puede llegar en auto.
Conil de la Frontera
Las calitas se encuentran en la zona norte de Conil, entre la Fuente del Gallo y urbanización Roche. Son calas de gran belleza y que cuentan con un alto valor paisajístico. Están situadas en plena naturaleza, puras, tranquilas, íntimas y acogedoras, algunas de difícil acceso y situadas bajo los impresionantes acantilados de la costa norte de Conil. En muchas de las playas, sobre todo en las de Roche, está permitido el nudismo.
Conil está a unos 40 kilómetros de Cadiz y linda con Chiclana de la Frontera, al norte y con Vejer de la Frontera al este y al sur, lugares dignos de visitar también. Conil es un pueblo blanco y de pescadores, donde aún se puede ver faenar a los pescadores cerca de la playa. La simpatía y hospitalidad de su gente es la marca registrada del lugar.
Mucho sol y una playa impresionante, en un pueblo lleno de vida, con bonitos rincones como los alrededores de la Parroquia Santa Catalina, el mercado de artesanía, la Puerta de la Villa que recuerda al Conil amurallado, sus calles antíguas, sus bares y restaurantes. El “pescaíto frito” sigue siendo lo más típico y más pedido por los turistas.