El Congreso Nacional discute, con grandes posibilidades de darle curso, un proyecto de ley que otorga beneficios impositivos para la compra de autos cero kilómetro para el uso de taxi. La iniciativa, que busca la creación del “régimen transitorio de reintegros impositivos para la adquisición de unidades que prestan el servicio de vehículos automotores de alquiler con taxímetro”, permitirá que los taxistas saquen los autos de fábrica sin pagar impuestos, es decir, mucho más baratos.
Fundamentalmente, la norma exime del impuesto al valor agregado (IVA), lo que recorta el precio un 21 por ciento, y otros impuestos internos, que representan un ahorro estimado de casi 700 mil pesos para los titulares. La noticia es esperanzadora en un contexto adverso para un sector en crisis: la Municipalidad de Rosario llamó a licitación por 500 chapas, y de los que estaban interesados, solo pudieron avanzar 50 por lo restrictivos que eran los requisitos en términos económicos. Entre otras cosas, por el precio de los autos: un Fiat Cronos, uno de los que más se compran para taxis, cuesta 3,3 millones de pesos.
El texto tiene tres objetivos: beneficiar a los taxistas de todo el país reduciendo los costos para la renovación de los vehículos con los que brindan el servicio, como una medida que tienda a paliar la crisis económica y la competencia “desleal” que ejercen las aplicaciones como Uber; favorecer a la industria automotriz nacional y ofrecer un mejor servicio a los usuarios, que podrán tomar una unidad recientemente renovada.
La norma retoma otro proyecto que había presentado en 2019 el actual ministro de Ciencia, Daniel Filmus, durante su mandato como diputado. La intención es que se apruebe en la próxima sesión de la Cámara baja, y el primer paso es que este martes le dé luz verde la comisión de Presupuesto, para lo cual ya existiría el acuerdo necesario.
Fue presentada por la diputada del Frente de Todos Mara Brawer, y desde Santa Fe es acompañada e impulsada por el legislador Eduardo Toniolli, quien trabajó varias iniciativas junto a los taxistas cuando era concejal.
El articulado establece que las personas físicas y jurídicas que cuenten con licencia que acredite la prestación del servicio de taxi, y una antigüedad no menor a un año en la actividad, podrán adquirir un automóvil cero kilómetro estándar de industria nacional, con exención de los gravámenes establecidos en la Ley 23.349 de IVA, y en la 24.674 de Impuestos Internos.
A los efectos del otorgamiento del beneficio, sólo se podrá usufructuar una unidad por persona física y jurídica una vez al año. Asimismo, los automóviles adquiridos conforme a la ley deberán mantenerse brindando el servicio de taxis durante como mínimo tres años contados a partir de la fecha de adquisición. Durante ese período no podrán ser vendidos, donados, permutados, cedidos, ni transferidos a título gratuito u oneroso.
Línea de créditos
Si bien la norma permitiría abaratar los costos, los taxistas deben superar el escollo de desembolsar el monto al contado. Por ello, paralelamente se están realizando gestiones ante el director del Banco Nación, Claudio Lozano, para habilitar créditos a tasa accesible de manera federal, porque ya se está otorgando en Capital Federal. La Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar) participó de las reuniones a través de la Federación Nacional de Propietarios de Taxis, cuya respuesta sería positiva y en el corto plazo.
“Con esta iniciativa convertida en ley, si además se concreta el compromiso de las autoridades del Banco Central de extender al interior del país la línea de créditos a tasas muy favorables para renovar autos, estaríamos fortaleciendo el transporte público regulado en todo el país”, dijo Toniolli. Y agregó: “Esta es una forma de combatir las aplicaciones multinacionales ilegales como Uber, que para dar un ejemplo, después de destruir el sistema de taxis de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hoy tienen tarifas varias veces más caras que las de los servicios habilitados”.
Ambas medidas buscan auxiliar a un sector que sufrió las consecuencias de la crisis económica del 2018, bajo el macrismo, luego acelerada por la pandemia. Por ley, los taxis podían tener como mucho diez años de antigüedad. Durante los últimos años, el Concejo Municipal lo extendió en dos oportunidades. Es que el parque automotor de los coches de alquiler sufrió el impacto de la falta de acceso al crédito, y la actual flota de taxis envejeció al menos tres años. Hoy, tiene 300 autos con más de 10 años que todavía circulan gracias a las sucesivas prórrogas. La antigüedad promedio roza los siete años, mientras que en 2018 era de cuatro.
Aumento de la tarifa
Este lunes se empezó a discutir el aumento de la tarifa de taxis en el Concejo. Los taxistas quieren un 40 por ciento, y los ediles estarían dispuestos a subirlo un 30. “Estamos en desacuerdo con el estudio de costos del Ente de la Movilidad que dice un desfasaje de un 82 por ciento a marzo. El nuestro da 124 por ciento y quedó corto. Más aún, con el 15 por ciento que aumentó este lunes el GNC”, detalló Marcelo Díaz, referente de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario.
Desde Catiltar pidieron al oficialismo darle la potestad al intendente Pablo Javkin para aumentar la tarifa cuatro veces al año, al igual que el boleto, para achicar la brecha tarifaria. Además, solicitaron tasas subsidiadas del Banco Municipal para la compra de autos usados. “Pero no de un 5 por ciento. Porque las tasas están altísimas, arriba del 55 por ciento”, pidió Díaz.