El primer lunes de noviembre, el ex administrador de Terminal Puerto Rosario (TPR) Gustavo Pedro Shanahan, de 67 años, y el narco peruano doblemente condenado Julio Rodríguez Granthon, de 30, comenzarán a ser juzgados por el Tribunal Oral Federal 3 (TOF3) junto a otros seis procesados como integrantes de una banda de narcotraficantes con base en Villa Banana. Lo destacable en este juicio es que Shanahan, un reconocido en la City rosarina, gerente de varias sociedades comerciales e inmobiliarias, está acusado como parte de la banda y no por lavado de activos. Para el fiscal Federico Reynares Solari Shanahan fue vital en el entramado narco ya que proveía a la banda de dólares para comprar cocaína desde su financiera de España 889 en el centro de Rosario.
Shanahan llega procesado, al igual que otras seis personas, como coautor del delito de comercio de estupefacientes agravado por la intervención organizada de tres o más personas. Está en prisión domiciliaria. Rodríguez Granthon, preso en la cárcel federal de Ezeiza, fue encausado como organizador de la gavilla.
Además del Rodríguez Granthon, conocido como “Peruano”, y Shanahan también llegan a juicio Juan Román González, de 23 años; Richard Galeano Vázquez, de 28; Néstor Alfredo Ciotti, de 48; Alfonso Sebastián Sciortino, de 42; Gustavo Báez Aguilar, de 30 y Alexis Manzo, de 29. Todos procesados bajo la figura madre de tráfico de estupefacientes, en la modalidad de comercio agravado por haber sido cometido de manera organizada y con la participación de más de tres personas.
El juicio a esta banda de Rodríguez Granthon se intercalará con otro litigio: el de los 1.515,3 kilos de cocaína encontrados en un procedimiento de la Policía Federal en un galpón de Génova 2425 en agosto de 2022. Por el momento están proyectadas siete jornadas de juicio y debate que se llevarán adelante en los tribunales de Oroño al 900. Arrancarán el lunes 6 de noviembre a las 10 y continuarán los días 10, 13, 14, 17, 21 y 24.
Un policía baleado
Lo que comenzó con una investigación sobre un búnker de Villa Banana, con la mira puesta en el narco peruano Rodríguez Granthon, terminó en la detención de una figura de la City rosarina. Gustavo Shanahan, ex presidente de la TPR y ex socio del hijo del expresidente de la Generalidad de Cataluña Jordi Pujol.
La investigación se precipitó a partir de que un efectivo de la la División Antidroga de la Policía Federal (PFA) de Rosario, que trabajaba como “agente encubierto” y realizaba inteligencia en Villa Banana, fue atacado a balazos por soldaditos el 7 de octubre de 2021 en inmediaciones de Valparaíso al 2600.
Luego de este incidente, en el que oficial resultó ileso solo por su buena fortuna, unidades de la PFA allanaron la financiera de Shanahan ubicada en España y Rioja en medio de un operativo de 23 requisas, entre ellas a cuatro “cuevas” financieras, que se llevaron adelante el 13 y 14 de octubre de 2021. El operativo se rotuló como “Cuevas blancas”. El saldo de las acciones fue el decomiso de 34 millones de pesos, 30.572 dólares, algo más de cuatro kilos de cocaína, un fusil y pistolas preparadas para ser usadas como subfusiles tácticos.
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Para los fiscales Adriana Saccone y Diego Iglesias, de la Procunar, (quienes realizaron la instrucción) la banda tenía personas encargadas de la compra de droga, fraccionamiento y estiramiento y posterior distribución. Pero además, necesariamente debían conseguir cambiar la ganancia de los quioscos de droga a dólares, divisa utilizada para comprar cargamentos de cocaína a Bolivia. Esta estructura funcionó al menos desde abril de ese año hasta octubre de 2021 cuando se realizaron los allanamientos.
Según la acusación varios de los investigados salían de los kioscos de venta de droga con mochilas o bolsos y se dirigían directamente a cuevas financieras, entre ellas la oficina de Shanahan de España al 800. Incluso uno de los bolsos filmados a la salida de un búnker fue encontrado en la oficina de Shanahan. Un bolso camuflado que fue remarcado como parte de la prueba indiciaria. Una característica curiosa: contenía dinero en efectivo en billetes de baja denominación, que supone que era la recaudación de un kiosco de venta de drogas.
Al dos por ciento
Dentro de la investigación, en escuchas judicializadas, el jefe narco Rodríguez Granthon al hablar con uno de sus subordinados, es anoticiado que la comisión que le cobraban por la venta de dólar en negro era del dos por ciento. “No es nada un dos por ciento”, dijo el jefe narco.
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Según la acusación, el organizador es Rodríguez Granthon quien está preso en la cárcel de Ezeiza y suma dos condenas a 12 y 10 años de prisión en causas por narcotráfico y está acusado, además, en la investigación por el homicidio del ex concejal de Ciudad Futura Eduardo Trasante.
Shanahan, quien según la pesquisa se encuentra registrado como monotributista categoría H (locación de servicios y autónomo Categoría T3, Cat I, con ingresos hasta 25 mil pesos) desde 01/2019 e integró a lo largo de su vida profesional más de treinta sociedades comerciales, era la persona que conseguía los dólares para que la banda comprara la cocaína. Shanahan también es investigado por maniobras de lavado de activos a través de dos firmas: Increase SA e Inma SRL. En el caso de la firma Increase os investigadores se encontraron que físicamente no existe en el domicilio fiscal declarado, en Córdoba 5750.
El nexo entre estos dos mundos se llamó Marcos Julián Díaz, quien está prófugo y se encargaba de transportar el dinero “obtenido como ganancia a diferentes sitios seguros para su guarda y posterior conversión a dólares”, según se explicó en el expediente. Su rol era clave.
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Julio Rodríguez Granthon, el "peruano", doblemente condenado por narcotráfico y acusado en la investigación por el crimen del ex concejal Trasante.
“Se vinculó a Díaz con Bruno Ayala, Alfonso Sciortino, Facundo P. y Alexis Manzo, quienes le habrían hecho entrega de bolsos con dinero obtenido del producido de las actividades de comercio de estupefacientes y luego concurría a calle España 889, visualizándose su ingreso y egreso con bolsos de distinto tamaño, esos bolsos son del mismo tipo y color que los advertidos tras el allanamiento” de la oficina de calle España.
Néstor Ciotti, quien en la pesquisa figura como “presidente de una cooperativa desde hace varios años a la fecha y exhibe un conocimiento técnico específico en materia comercial y financiera”, era el encargado de guardar el dinero ganado por Díaz con la venta de drogas para su posterior cambio a dólares. En el domicilio de éste se incautaron 1 millón de pesos y 30 mil dólares. Juan Román González, a quien se identificó por interceptaciones telefónicas, y se determinó que su función era cambiar divisas que entregaba a los organizadores para la compra de estupefacientes.
Por su parte, Richard Galeano Vázquez y Gustavo Aguilar, según fiscalía, tenían su papel en la elaboración del material estupefaciente que comercializaba la organización criminal. Ambos, de nacionalidad paraguaya, también fueron procesados.