Con la pandemia quedó en evidencia como nunca antes que la obesidad es una enfermedad y como tal necesita ser encarada y tratada en forma precoz para evitar complicaciones graves.
Con la pandemia quedó en evidencia como nunca antes que la obesidad es una enfermedad y como tal necesita ser encarada y tratada en forma precoz para evitar complicaciones graves.
Durante las dos grandes olas de Covid en Argentina, más del 60% de los contagiados que presentan complicaciones moderadas y severas de salud padecen exceso de peso.
En el primer pico, según datos de sociedades científicas nacionales, el 44% de los que necesitaron respirador eran obesos.
"Es impactante, entrás a terapia y la mayoría de los que están internados son personas gordas", dijo a La Capital un médico de cuidados críticos en plena crisis sanitaria.
Es que la obesidad es disparadora de un montón de otras dolencias como la diabetes, la hipertensión, la dislipidemia y alteraciones cardiovasculares. Si a este cuadro se le suma, como sucedió con el Covid, una infección por un virus que genera inflamación los resultados pueden ser catastróficos para el organismo.
El Equipo Multidisciplinario de Tratamiento y Cirugía de la obesidad del Sanatorio Británico, con larga experiencia en esta temática, se encontró en plena crisis de Covid con una situación compleja: acompañar a los pacientes para que no abandonen la terapia en el marco del aislamiento obligatorio, contenerlos porque sentían "mucho temor", a la par de tener que revisar los modos de encarar la enfermedad.
De ese período surgió el libro "Conversaciones con los profesionales del equipo en tiempos pandémicos de obesidad y Covid", pensado, coordinado y escrito por la psicoanalista Margarita Scotta, miembro de ese grupo.
El trabajo, que se publicó en agosto y tiene 347 páginas, reúne las charlas que se dieron durante los peores momentos de la pandemia entre los médicos, licenciados en nutrición, cirujanos, kinesiólogos y es un material valioso en muchos aspectos, sobre todo por exponer a la obesidad como problema serio que es, por las implicancias que tiene para cada individuo, por el impacto a nivel de la salud pública y privada, por la necesidad de mejorar el acceso a las terapias que evitar y si no es posible, tratar esta enfermedad "compleja y multicausal".
Según la última encuesta nacional de factores de riesgo, que realiza el Ministerio de Salud de la Nación, más del 66% de los argentinos tiene sobrepeso y obesidad, y esas son cifras de 2018.
"El problema de la obesidad se agravó en este último año y medio. Los pacientes nos relatan que fueron más compulsivos con la comida", agregó Scotta, y sumó: "La pandemia más grave que tenemos es la de obesidad, sin dudas".
Hace casi 20 años se hizo la primera cirugía bariátrica (también llamada metabólica) en el Sanatorio Británico, comentó la psicoanalista. En base a esa larga experiencia, los profesionales intentan revisar el impacto que tuvo en los pacientes y en el equipo de salud la pandemia Covid.
Lo primero que dijo Scotta es que "en el marco del aislamiento para evitar contagios no se fue evaluando a nivel general la afectación psicológica ni el empeoramiento de la obesidad, dos aspectos que además van de la mano".
"El aspecto positivo, en relación a nuestro trabajo, fue que ese tiempo nos sacó de la vorágine cotidiana y nos sentimos charlar, encontrarnos más cerca entre los compañeros del equipo y así reflexionar con detenimiento acerca de los tratamientos para la obesidad", sostuvo la psicoanalista.
La cirugía bariátrica es una opción cada vez más aplicada por los médicos, pero no es la única. Tampoco es para todos los pacientes con obesidad, sino que deben ser bien evaluados y seleccionados.
Los resultados a corto, mediano y largo plazo han mejorado en los últimos años y hay evidencia científica de los beneficios de esta técnica quirúrgica que tiene que ir acompañada de un trabajo previo y posterior multidisciplinario.
"El sufrimiento que provoca la obesidad es inmenso. Deteriora la calidad de vida, va deteniendo al paciente", mencionó Scotta y remarcó que la sociedad no la reconoce como enfermedad, la mayoría de los pacientes tampoco, les cuesta incluso a los médicos y es tabú en el marco de psicoterapias y psicoanálisis.
"Sin dudas es una enfermedad y es una enfermedad metabólica. Por eso la cirugía da resultados, pero no se puede encarar sin un tratamiento previo, sin cambios en la esfera de los hábitos y sin revisar en cada paciente su historia con la obesidad".
El metabolismo obesogénico que tiene una persona gorda no es el que tiene una persona delgada, describió.
Y también hay resistencia a reconocer el síntoma psíquico en obesidad porque existe una "ilusión" en torno a la cirugía bariátrica. Las personas creen en muchos casos que operarse resolverá para siempre el sentido (complejo) que le dieron a la comida: "No es así, requiere abordaje en equipo y por supuesto la implicación activa del paciente en los acontecimientos de vida determinantes del síntoma instalado a nivel de la oralidad ".
Eso no quita que la cirugía bariátrica y metabólica sea "la gran posibilidad de salir de la obesidad", agregó la profesional.
Culpa
La gente que consulta por la posibilidad de la cirugía llega con diez años promedio de evolución del incremento de peso. "Y generalmente con un aceleramiento severo del aumento en los últimos dos a tres años", dijo Scotta.
"Es que la persona gorda se va encerrando. La culpa que siente el paciente con obesidad es enorme. Trabaja silenciosamente y lo destroza. En parte, porque se han exigido terriblemente pero no han logrado cambiar la situación. Por eso, consideramos fundamental el espacio con participación de la psicología ".
"Es clave que el paciente pueda pensar y entender qué le pasó. Porque en general hay una negación muy particular, una desmentida. No sienten el peso del cuerpo. Nos dicen: pero yo sigo con mi vida más o menos como antes, cuando cargan 40 o 50 kilos de sobrepeso. La desconexión es impresionante. Por eso, pienso que la obesidad es una escisión de la conciencia muy enigmática, está puesta en el cuerpo ", reflexionó la psicoanalista.
¿Cuándo se produce el "click" que lleva al paciente a una consulta con un equipo multidisciplinario después de hacer dietas y dietas durante toda la vida? "Suelen venir cuando pierden independencia, al verse limitados en su vida, cuando no pueden atarse los cordones o el corpiño, no caminan cinco cuadras seguidas o no pueden agacharse; en mi experiencia encuentro que la gran angustia la genera la pérdida de movimiento. Un paciente lo expresó con una imagen fuerte: me convertí en piedra".
"Los tratamientos, sean quirúrgicos o no, deben buscar establecer un nexo entre la persona y lo que le pasa. Cuando uno escucha, desde la posición profesional, el diálogo abierto crea esos nexos faltantes en la palabra del paciente y se inicia el cambio" , relató Scotta y agregó: "Los pacientes comienzan a tomar conciencia de que la obesidad es algo grave".
La pandemia expuso la problemática como nunca antes ya que el Covid afectó particularmente a personas con exceso de kilos.
"Este es un momento oportuno para hablar firmemente sobre el tema, buscar soluciones comprometidas y afinar los tratamientos que proponemos ajustándolos a la lógica de esta enfermedad, para ayudar en el camino del descenso de peso", comentó.
"La obesidad ha sido ignorada durante mucho tiempo", dijo la psicóloga.
¿Podemos decir que salió del closet en pandemia? "Sí, es una definición interesante. Ahora hay otro registro a nivel social. Por eso los equipos que estamos trabajando tenemos que rearmarnos, son pocos a nivel nacional en relación a la magnitud de obesidad, tienen que surgir muchos más equipos multidisciplinarios porque no es una patología reducible a una sola perspectiva".