Así como las apps de citas ayudan a impulsar los encuentros entre las personas, los espacios de trabajo se vuelven entornos proclives a que surjan vínculos amorosos. El hecho de pasar varias horas en un mismo entorno, compartir experiencias en común, amigos y reuniones incluso por fuera del ámbito laboral, como los conocidos “after offices” en bares, hace que las relaciones de noviazgo de empleados proliferen.
Lo que muchas veces sucedía a espaldas de los jefes de una empresa hoy es una situación que busca regularse desde los departamentos de Recursos Humanos (RRHH). Los tiempos cambian y las empresas parecen estar “más abiertas” a que esto suceda, aunque algunas establecieron protocolos para saber cómo actuar ante dos trabajadores en pareja, cuidando, por sobre todas las cosas, la relación laboral/contractual con cada parte.
¿Dejar que fluya?
“Hay un porcentaje muy alto de parejas que nacen en ambientes de trabajo, en Estados Unidos está arriba del 10%, lo que tiene lógica por el tiempo que se comparte diariamente”, reflexionó a Negocios Miguel Capurro, director de Capital Humano de Randstad Argentina & Uruguay. En esta línea, consideró que las relaciones de pareja suelen verse como una puerta de entrada a una crisis de conflicto. El problema aparece entre el modelo de funcionamiento y metodología de la marca y las emociones de los involucrados.
Gestionarlas no es tarea sencilla y puede terminar ligado a cuestiones legales, con abogados de por medio, en casos en que los noviazgos progresan a un matrimonio y luego decantan en un divorcio. Previendo este escenario, el protocolo a desarrollar por una empresa, según Capurro, dependerá de la atención que la misma quiera darle y de los conflictos de intereses que pudieran surgir de esa relación, siempre con una mirada que busca anticiparse a los problemas y tener capacidad de acción.
La especialista en RRHH, María Gabriela Chitarroni, Directora de Desarrollo de Federada Salud, señaló que la empresa tiene la política de no tomar familiares directos de empleados (hijos, padres, hermanos o pareja). Sin embargo, si se genera una relación de pareja entre dos colaboradores que ya cumplen funciones, esta no se prohíbe, aunque se toman algunos reparos para no perjudicar la actividad y el “buen clima laboral”.
“Lo principal es asegurarnos de que no haya dependencia directa entre los dos, un vínculo de jerarquía. Que no sea un jefe con un colaborador, porque el primero muchas veces lleva adelante evaluaciones de desempeño o decisiones para las cuales debe mantenerse objetivo y en caso de ser tu pareja es factible que haya un sesgo o puede darse un favoritismo por sobre el resto. Es imposible ser objetivo cuando hay un trato personal. Es una situación a resolver, sobre todo porque ese lazo puede evolucionar o no y hay que cuidar que esto no afecte la tarea de cada uno”, expresó Chitarroni.
A su vez, precisó que en la actualidad no tiene sentido prohibir vínculos entre “pares”, es decir, de compañeros de trabajo y en el caso de firmas grandes como la suya, que cuenta con 650 colaboradores en todo el país. “Como organización fomentamos los lazos, organizamos reuniones, encuentros, trabajo interdisciplinario, siempre para favorecer la fluidez, pero pensar que no se van a formar parejas es una utopía. Hoy no promovemos las relaciones de pareja, pero por supuesto que está permitido”, sumó Chitarroni.
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El caso de General Motors
Negocios se contactó con referentes de General Motors (GM) para conocer cómo aborda este tema una multinacional que además de contar con un staff de empleados a gran escala, también respeta los lineamientos de la casa matriz en Estados Unidos. La referente señaló que la compañía opera con un código de conducta (Ganar con Integridad), el cual sirve de marco al momento de regular los comportamientos esperados de todos sus colaboradores.
“Respecto de las relaciones románticas específicamente, nuestro código de conducta no impide o prohíbe las mismas, pero deben ser reportadas a los líderes directos en pos de evaluar potenciales conflictos de interés y en tal caso anoticiar a Recursos Humanos para buscar una solución y evitar que la relación impacte en la imparcialidad de los procesos entre áreas, o que exista una relación de poder entre las posiciones de los involucrados”, aseguraron.
Si se diera una situación que excede lo esperado por la empresa, nunca se opta por despedir a los mismos, aunque se suele explorar un cambio de posición o de equipo de alguno de ellos. También coincidieron en este punto y sostuvieron que, si el noviazgo se da entre personas que tienen dependencia jerárquica entre sí, el protocolo insta a hablar con los involucrados y explorar la reubicación de alguno de ellos a otro sector para evitar conflictos de intereses.
Los millennials y las tecnológicas
Por su parte, Jennifer Mehaudy, del departamento de Recursos Humanos de una firma tecnológica, indicó que el sector IT viene rompiendo barreras en lo que respecta al trato de las empresas o startups con sus equipos. Esto, pensando en el cambio de mentalidad y requisitos que hoy exigen las nuevas generaciones de trabajadores “millennials” y “centennials” al ingresar a una organización.
“La IT viene a generar una libertad laboral, aggiornarse a lo que quieren los jóvenes, cambiar la idea de una estructura vertical por una horizontal, que todos se sientan al mismo nivel, fomentando e invirtiendo mucho dinero en que sean felices, que sean libres, que no tengan horarios, que no usen uniforme, que puedan elegir en qué momento del día trabajar y, por ende, aceptando la unión entre ellos, que puede ser amorosa”, expresó Mehaudy.
En este sentido, ponderó como positivo este cambio de mentalidad que vienen llevando adelante las firmas tecnológicas, ya que el resultado más palpable es mayor confianza de parte de los empleados, clima agradable y satisfacción laboral y, como efecto final, mejor desempeño y rendimiento en las tareas. “Se trata de gestionar sin protocolos y sin reglas que puedan limitarlos y afectar su felicidad. Sobre todo, porque no se comprobó realmente que tener tantas normas funcione, creo que es una idea que está pasada de moda”, señaló Mehaudy.
Encuesta: ¿El amor entre compañeros afecta el trabajo?
Una encuesta realizada a más de 3 mil personas por el portal chileno de empleo, Trabajando.com, evidenció que el 51% de las personas consultadas cree que una relación amorosa en el lugar de trabajo afecta negativamente el ejercicio laboral, mientras que un 33% dice que no afecta y el 16% cree que lo hace, pero de forma positiva.