El proceso de transición que iniciaron el gobernador Omar Perotti y su sucesor, Maximiliano Pullaro, sumó esta mañana un nuevo capítulo, esta vez en el ámbito más sensible y conflictivo como lo es el de Seguridad, un área que marcara el pulso de la efectividad o no de la nueva gestión que iniciará el próximo 11 de diciembre. La postal es muy diferente a la caótica transición de hace cuatro años, cuando el entonces gobernador Miguel Lifschitz entregó el poder a Perotti. En aquel momento, casi no hubo reuniones previas a la asunción del peronista, ya que la desconfianza y las acusaciones cruzadas dominaban el debate público.
Pablo Cococcioni y Florencia Blotta, representantes de Pullaro, se llegaron este miércoles por la mañana a la sede local de la Gobernación donde fueron recibidos por el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, y su par de Gestión Pública, Marcos Corach, los funcionarios que eligió Perotti para encarar este primer contacto con quienes, muy probablemente, integrarán el equipo de Seguridad en el gobierno entrante.
Cococcioni y Brilloni fueron los encargados de transmitir los detalles del encuentro, que comenzó a las 9 de la mañana y se prolongó por más de una hora. Ambos calificaron como “muy positivo” este primer contacto, donde se abordaron temas generales para que en las próximas reuniones ir hacia los aspectos más “finos” y “estructurales” que involucran al Ministerio de Seguridad.
“Esta es una primera reunión. Faltan dos meses para el traspaso de gobierno y seguramente tendremos más encuentros para poder afianzar este entrega, que debe ser ordenada y prolija, como nos instruyó el gobernador, para que la nueva gestión pueda empezar con toda la fuerza y llevar adelante su plan de la mejor manera”, declaró Brilloni al término del encuentro.
Cococcioni, por su parte, se explayó en coincidencia con el funcionario de Perotti. “Hemos tenido una muy buena primera reunión con los ministros Brilloni y Corach. Destacamos la excelente predisposición y amabilidad. Se estableció un canal de diálogo. Hemos venido para agilizar este proceso con un pedido puntual de algunas cuestiones sobre las cuales queríamos tener detalles”, dijo el ex secretario de Asuntos Penitenciarios de la gestión de Pullaro cuando comandó el área de Seguridad en los cuatro años de gobierno del socialista Lifschitz.
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Por ahora, en este primer contacto, los delegados de Pullaro pidieron información sobre la cantidad de móviles policiales, el número de efectivos con los que cuenta la Policía de Santa Fe y la cantidad de reclusos alojados en las cárceles de la provincia.
“Queremos conocer las variables generales como la situación, cantidad y estado de los efectivos policiales, móviles, población en las cárceles, personal penitenciario, procesos de obras públicas en marcha. Es decir, todo lo que hace a la gestión general del ministerio”, precisó Cococcioni.
No hubo, en este caso, análisis y valoraciones sobre el recrudecimiento de la violencia en Rosario, con una seguidilla de asesinatos en los primeros tres días de la semana. Tampoco entró en consideración la situación que se dio en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) la semana pasada, con acusaciones cruzadas entre fiscales por la protección de una testigo en una causa por narcotráfico.
“Hoy no venimos con la idea de hacer un juicio de valor de la gestión, sino a informarnos. En base a la información que se nos suministre luego haremos un análisis o pediremos datos complementarios llegado el caso”, agregó Cococcioni.
Brilloni también fue consultado por los hechos de violencia de los últimos días y confirmó que hubo consideraciones generales sobre el tema, pero no un análisis puntilloso sobre estos episodios en particular. “Estos homicidios hablan claramente de un nivel de violencia que tenemos instalada en la sociedad, que se profundiza en los barrios de conflictividad y vulnerabilidad social, pero por sobre todas las cosas que se exacerba por la accesibilidad a las armas de fuego, situación en que (los dos equipos) nos hemos puestos de acuerdo”, añadió el ministro de Seguridad.
Algo de paz
A diferencia de la transición entre Lifschitz y Perotti, esta asoma más tranquila y con mensajes de buenas ondas entre ambas partes. Comenzó con un primer contacto la semana pasada, donde ya hubo una definición de peso luego de la reunión de los equipos económicos: la idea de armas juntos el presupuesto 2024.
Las dos partes eligieron hombres de perfiles bien políticos. Pullaro designó a Felipe Michlig, Lisandro Enrico y Gustavo Puccini para que vayan tomando contacto con los funcionarios de gobierno. Una avanzada que luego dará paso a los equipos técnicos de todos los ministerios y áreas de gobierno a auscultar.
Perotti optó por Corach para que se convierta en el vocero y factótum del traspaso de mando con Pullaro.
Sin la posibilidad de traspasarle la banda a otro peronista, y derrotado en la categoría de diputados, Perotti se encuentra con el poder diluido y con sectores del PJ provincial que lo responsabilizan de llevar al partido a la debacle electoral y política. Lo que le queda es hacer una “transición ordenada y en paz”. Bajo ese lema ha instruido a todos sus funcionarios de acá al 11 de diciembre, cuando Pullaro se siente en el Sillón del Brigadier y se convierta en el gobernador de origen radical para dirigir los destinos de Santa Fe luego de 60 años.