El gobernador Maximiliano Pullaro abrió el período de sesiones ordinarias de la Legislatura santafesina con un discurso que, desde el vamos, penduló sobre plan de gobierno iniciado el 11 de diciembre pasado y los desafíos que debe enfrentar su administración en un contexto de crisis económica, los problemas de seguridad y los recursos con los que cuenta para darle impulso a su proyecto.
“A los santafesinos no nos gusta que nos regalen nada, todo siempre nos costó mucho, y lo conseguido fue por entender que el camino es poner un ladrillo sobre otro”, manifestó Pullaro, en un mensaje dirigido a la puja que mantiene con la Nación por los fondos coparticipables y el recorte que viene realizando el gobierno nacional en áreas sensibles como educación y transporte.
“Hace 143 días, en este mismo estrado, asumía ante ustedes la tarea de encabezar uno de los tres poderes del Estado provincial en un momento muy difícil para nuestro país, para Santa Fe y _fundamentalmente_ para la enorme mayoría que vive a diario dificultades en materia económica, social, de seguridad. Un pueblo que intenta a diario pelearle a la incertidumbre, al temor y a la desesperanza”, siguió Pullaro, en un discurso en el que destacó el estado de las cuentas que encontró al asumir el cargo.
“Gobernamos con la verdad, con los números en la mano, no para escondernos en el diagnóstico y postergar la acción, sino para que todos tomemos real dimensión del desafío: tenemos una realidad, números y condicionantes que los santafesinos no pueden ignorar en su profundidad, que deben saber, porque esconderlos bajo la alfombra no es el camino para tomar decisiones que nos deben permitir salir adelante”, afirmó Pullaro, en un preámbulo para remarcar el déficit con el que asumió el poder en la provincia.
"Un sistema productivo dañado y con un Estado provincial en déficit"
“Asumimos con un sistema productivo dañado y con un Estado provincial en déficit. En el ejercicio económico 2023, la administración provincial finalizó con un déficit de $131.111 millones, la deuda flotante alcanzó el tercio de billón de pesos mientras que la planta de personal registró 10.460 cargos y 86.790 horas cátedra más que 4 años atrás”, fue los primeros números que tiró de la herencia recibida de su antecesor, el peronista Omar Perotti.
Luego matizó ese descontrol financiero a la coyuntura económica nacional y a efectos exógenos, como fue la sequía del año pasado, que dañó las cuentas provinciales y el dispositivo productivo de la provincia. Pero también puso el foco en el aumento “significativa” de la planta del personal del Estado santafesino.
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“Siendo ecuánimes, debe reconocerse que las finanzas provinciales sufrieron en 2023 los efectos de una recesión con una sequía inédita, pero también del incremento de la planta del sector público provincial que explica el 71% del déficit del año 2023, y además tiene consecuencias que van más allá de las contingencias del año: una sequía tiene efectos que luego cesan, pero el incremento significativo de la planta de personal deja efectos de largo plazo que impactan de forma múltiple”, sostuvo.
En ese sentido, expuso: “Una planta de personal incrementada termina consumiendo recursos que dejan de estar disponibles para atender otras necesidades y también los recursos disponibles para mejorar los salarios de los trabajadores del Estado, que deben distribuirse entre más agentes, con la injusticia que conlleva hacerlo entre quienes ingresaron y hacen su carrera como corresponde y quienes para ello apelaron a atajos”.