El ex embajador ante el Vaticano Eduardo Valdés solicitó al juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que convoque a declaración indagatoria a las diputadas nacionales Elisa Carrió y Paula Oliveto, en el marco de la causa en la que investiga una supuesta red de espionaje y extorsión liderada por el falso abogado Marcelo D'Alessio. Ayer también se conoció una nueva declaración del ex espía Rolando Barreiro, esta vez frente al fiscal de la causa, Pablo Curi, en la que brindó detalles sobre cómo operaba esa red.
El ex embajador del kirchnerismo ante la Santa Sede se presentó en su condición de querellante para solicitar que se amplíe el objeto de la investigación y se les imputen a las legisladoras nuevos hechos delictivos que habrían sido cometidos en el marco de la asociación ilícita que Ramos Padilla intenta desentrañar.
"El aparente protagonismo esencial de las doctoras Paula Oliveto y Elisa Carrió en varias de las maniobras delictivas desplegadas por la organización criminal, genera la fuerte presunción de que su participación en ella ha sido desarrollada en calidad de autoras en los términos del artículo. 45 último párrafo del Código Penal", precisó Valdés. Para fundamentar la imputación requerida, Valdés recordó la declaración de la ex abogada de Leonardo Fariña, Giselle Roble, quien aportó presuntos chats que habría mantenido con Oliveto.
"La imputada Paula Oliveto deberá explicar el motivo de la extraña y llamativa preocupación por la suerte del mencionado Fariña, y si dicha preocupación tiene vinculación con las conductas desarrolladas por la organización criminal investigada en esta causa. En esa lógica, el interés de la diputada por la excarcelación del detenido Fariña plantea un ineludible interrogante que la pesquisa deberá dilucidar: ¿habrá efectuado, o impulsado conjuntamente con Elisa Carrió, algún acuerdo o gestión previa, el cual la impacientaba al no concretarse la prometida libertad del detenido?", se preguntó Valdés en el escrito judicial, según publicó ayer el portal Infobae.
Valdés sostuvo en su presentación que "las diputadas Paula Oliveto y Elisa Carrió, en su presunta calidad de integrantes de la banda criminal investigada en estos autos, habrían acordado con Leonardo Fariña que, una vez prestada la declaración como arrepentido, él obtendría inmediatamente su libertad. En ese supuesto, el plan se pudo haber ideado en la reunión con Marcelo D'Alessio llevada a cabo en la residencia de Elisa Carrió, sita en Exaltación de la Cruz".
El ex embajador Valdés había sido señalado por Carrió, a poco de comenzar la causa que lleva Ramos Padilla, como el presunto "armador" de lo que calificó como una "operación política" que había sido montada por ex funcionarios detenidos desde la cárcel. En la presentación realizada ayer, aseguró que aquella sospecha procuró "encubrir" a las denunciantes de los hechos que investiga Ramos Padilla.
La red y sus actores
También ayer se conocieron detalles de la declaración del ex espía Rolando Barreiro ante el fiscal de la causa de Dolores, Pablo Curi, en el marco de un proceso donde pidió ser reconocido como arrepentido.
Barreiro es un ex espía de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y habría trabajado junto a D'Alessio en algunas tareas en la supuesta red de espionaje que investiga Ramos Padilla.
Durante su declaración el ex agente precisó quiénes pedían los "trabajos", cómo se recolectaba la información y quiénes participaban de cada paso del proceso. Es decir, cómo era la operatoria para concretar las extorsiones con objetivos económicos o para direccionar causas judiciales, entre otros fines delictivos.
Según publicó ayer Página 12, Barreiro dio cuenta del funcionamiento de la red como una suerte de agencia paralela a la AFI, organismo que estaba al tanto de los "trabajos". Y en ese marco ubicó al falso abogado D'Alessio como el nexo.
Durante más de cuatro horas de declaración, Barreiro indicó que las tareas llevadas adelante podían agruparse en tres áreas: narcotráfico, en conexión con el Ministerio de Seguridad y su titular, Patricia Bullrich; política, con trabajos de espionaje encargados por las legisladoras Elisa Carrió y Paula Oliveto; y judiciales, con el fiscal Carlos Stornelli como contacto, dentro de la denominada causa de los cuadernos.
El fiscal Curi escuchó la declaración pero aún no definió si lo aceptará como arrepentido y decidió pasar a un cuarto intermedio hasta el martes próximo. Según señalan cerca de la defensa del imputado, Barreiro por estas horas tiene miedo. Cuentan que el Servicio Penitenciario quiso levantarle las medidas de resguardo, lo que implica que sea filmado las 24 horas y un alojamiento en una celda solo, sin otros detenidos.