Macri, durante la celebración que presidió el Arzobispo de Buenos Aires cardenal Mario Poli, al leer una oración junto con todos los presentes, acompañado por su esposa, Juliana Awada, se pronunció a favor del “diálogo” y de renovar “nuestra esperanza y nuestra confianza para que podamos consolidar con fe y firmeza una nación comprometida con al verdad y la justicia”.
También se expresó a favor de actuar contra los “flagelos que afligen a los más vulnerables y desprotegidos” y que “las decisiones promuevan el bienestar general por sobre” los intereses particulares.
En esa oración, los presentes se manifetaron a favor de “un crecimiento equitativo” y de ser “capaces de construir una patria más inclusiva y solidaria, con igualdad de oportunidades y un futuro mejor para todos”.
El presidente llegó a la Catedral a pie desde la Casa Rosada, acompañado por todo su gabinete, que fue escoltado en el último tramo por efectivos del Regimiento de Granaderos y recibidos allí con los acordes de la Marcha de San Lorenzo.
Finalizado el oficio religioso, el presidente regresó a la sede gubernamental.