"Ya no hay más tiempo para seguir con esta idea de la grieta", dice Gonzalo Aziz, periodista político de TN y autor de "La gestión del diálogo", un libro que explora la necesidad de un cambio cultural para superar la polarización extrema en la Argentina. El libro se presenta en Rosario este jueves primero de agosto, a las 18, en el salón empresario, de España 848.
Magíster en políticas publicas y acreditado en el Congreso y la Casa Rosada, Aziz invita a jóvenes sub 35 a pensar cómo la polarización política afecta los negocios, las finanzas y la marca personal. "Esta es una oportunidad para juntarnos y conversar sobre un país que nos necesita distintos", afirmó Aziz a "El primero de la mañana" de LT8.
Para el periodista, es imperioso "terminar con la cultura de la grieta, que trajo a la Argentina hasta este lugar de pobreza, inflación, desocupación, bajísimos niveles de inversión privada y poca generación de trabajo".
Cómo superar la grieta
"El de la grieta es un tema que tenemos que trabajar urgente, ya no resiste más", dijo el periodista a LT8, y ejemplificó: "Si ponés a diez pibas y pibes en fila más de la mitad son pobres, lo que significa que carecen de dignidad para comer, vestirse, educarse y acceder a salud".
Así, para el comunicador esta modalidad de construir la política "lejos está de incentivar al sector privado a invertir, porque cuando te cambian las reglas de juego cada cuatro años, lo que es negocio ahora puede dejar de serlo cuando cambia el gobierno".
Por eso la invitación apunta sobre todo a dialogar con jóvenes sub 35 de Rosario: "La idea es juntar a pibas y pibes rosarinos que quieren comerse el mundo y cambiar el país".
En el libro, Aziz propone además institucionalizar el diálogo. Y explicó: "Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea tienen oficinas de asuntos públicos, que gestionan profesionalmente las relaciones entre el alcalde, la asamblea y el resto de la política, empresas, sindicatos, cultos".
"Esas oficinas —dijo— buscan generar lazos de confianza para que se sienten en una mesa acordar cosas mínimas. Y hasta las empresas más importantes tienen directores de asuntos públicos. Bueno, la política argentina debería hacer lo mismo".