Empieza la ardua tarea de reconstrucción del peronismo santafesino: mientras digiere la reciente caída en el balotaje presidencial, y con la pesada mochila de la pérdida de la Casa Gris al hombro, el partido reunirá este jueves a su mesa chica para consensuar el cronograma electoral que desembocará en la renovación de autoridades, prevista para marzo de 2024.
El borrador del esquema electoral interno pasará luego a manos del consejo ejecutivo del PJ de Santa Fe para su aprobación. A su vez, un grupo de presidentes comunales tiene previsto reunirse este viernes en Reconquista (en el noreste provincial) para analizar cómo seguir adelante.
La dirigencia justicialista santafesina también será parte de un áspero proceso de rearmado del espacio a nivel nacional. La derrota en el balotaje dejó a Sergio Massa sin chances de conducir el partido, más allá de que pocos creen en un corrimiento definitivo del tigrense.
Desde el domingo, y al igual que lo ocurrido a lo largo de la campaña, la vicepresidenta Cristina Fernández activó el modo preservación. Por lo pronto, Máximo Kirchner y Axel Kicillof, de tensa relación, son depositarios de las expectativas. Pero habrá que construir nuevos liderazgos.
Se viene un período de autocrítica profunda y pases de factura. Y, entre otras demandas, despunta un reclamo de recambio generacional en las conducciones a lo largo y ancho de la Argentina, de replanteo de estrategias (oposición propositiva) y de una mayor apertura con mirada federal.
Cronología
Golpeado por una histórica paliza de votos en las generales santafesinas de septiembre pasado, que provocó su expulsión de la Gobernación, el peronismo provincial tenía previsto cerrar el año con una descarga colectiva formal.
El veredicto de las urnas en Santa Fe dejó abiertas muchas heridas. Pero la inmediata activación de la campaña por Massa (Unión por la Patria, UP) de cara a los comicios de octubre pospuso el debate. Y hubo unidad, al menos en la superficie. La remontada de votos en la primera vuelta fue importante, aunque el envión quedó corto para el balotaje.
Durante la fase de catarsis, no pocas voces del peronismo provincial cuestionaron al gobernador Omar Perotti por el escaso acompañamiento a Marcelo Lewandowski, quien perdió la puja por la sucesión en la Casa Gris.
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El triunfo de Unidos para Cambiar Santa Fe alumbró un inédito respaldo institucional a la gestión que encabezará el radical Maximiliano Pullaro, que terminó con las expectativas de Perotti de liderar a la futura oposición desde la Cámara baja.
Pullaro también cosechó el respaldo de dos tercios del Senado provincial, que sumará seis integrantes, todos del próximo oficialismo. Y el control, desde el 10 de diciembre, de los 19 departamentos que conforman al bota santafesina.
El nuevo mapa político de Santa Fe refleja a un peronismo debilitado frente a los flamantes oficialismo provincial y nacional (La Libertad Avanza, LLA).
A la par de un pronunciamiento pendiente sobre el nuevo escenario nacional, cómo y con quiénes intentar la recuperación territorial del PJ es la tarea a resolver de ahora en más.