A dos meses de la inscripción de alianzas y candidaturas, el frente de frentes avanza en su ensamblaje mientras pone a prueba los mecanismos para amortiguar los choques entre sus socios.
Por Mariano D'Arrigo
El nuevo frente opositor busca amortiguar las tensiones entre sus socios ante diferentes temas de agenda.
A dos meses de la inscripción de alianzas y candidaturas, el frente de frentes avanza en su ensamblaje mientras pone a prueba los mecanismos para amortiguar los choques entre sus socios.
Este miércoles al mediodía se reunieron en Rosario representantes de los once partidos que integran la alianza: UCR, PRO, Partido Socialista, Creo, Coalición Cívica, UNO, Encuentro Republicano Federal, Ucedé, Unir, GEN y el PDP.
“Estoy muy satisfecho, avanzamos muchísimo. Si bien siempre hay cuestiones por corregir, todos estamos convencidos de que este es el camino. Al ser un frente heterogéneo vamos a tener que extremar habilidades y cintura para que funcione, pero no tenemos dudas de que va a funcionar”, dijo a La Capital el presidente del comité provincial de la UCR, Felipe Michlig.
En el socialismo también se mostraron conformes. “Fue una muy buena reunión. Es un espacio que se sigue consolidando, hay muy buen nivel de diálogo interno y se está avanzando en los principales ejes programáticos, que para nosotros es fundamental”, dijo a este diario el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Pablo Farías.
Para fines de la semana que viene quieren cerrar al menos una primera versión de los ejes programáticos de la coalición.
En la reunión también se propuso organizar en unos diez días una actividad en Rosario sobre seguridad, con un formato similar al del panel que organizaron los actuales socios en junio del año pasado en la Universidad Nacional del Litoral: un panel con cuadros técnicos y todos los referentes políticos. Por ahora, la idea está en borradores.
En el nuevo frente tampoco quieren apurar los posicionamientos comunes sobre temas de coyuntura. Nadie quiere atizar las diferencias que aparecieron en su momento con el tratamiento en la Legislatura de los pliegos de los jueces comunitarios y esta semana con la moratoria previsional en Diputados. Mientras Juntos por el Cambio (JxC) votó en bloque en contra, los diputados socialistas Enrique Estévez y Mónica Fein votaron a favor.
Antes de la reunión hubo cruces informales para limar asperezas y que el malestar que ventilaron algunos referentes no se traslade a la mesa del espacio.
“Más allá de las coincidencias a nivel local, a nivel nacional seguramente vamos a tener posiciones distintas en cosas puntuales. Es importante respetar las diversas identidades, pero debemos tener un diálogo más fluido, para saber de antemano la posición de cada uno. Ese es un punto donde todos podemos hacer una autocrítica”, reconoció Farías.
Radicales, socialistas, amarillos y javkinistas acordaron reunirse cada quince días o semanalmente, si la situación lo amerita.
La UCR quiere coordinar acciones en la Legislatura sobre iniciativas contra la sequía y la inseguridad. También en un tema que atravesará al próximo gobierno: la elección de autoridades del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Los armadores del frente piensan presentar en sociedad la alianza entre el 10 y el 15 de abril. Antes de esa fecha, los congresos partidarios deberán avalar que se integran a la coalición.
La otra gran discusión pendiente es la del nombre. Mientras en la alianza entre el PRO, la UCR y otras fuerzas quieren que la marca contenga las palabras “Santa Fe”, “Juntos” o “Cambia”, el socialismo quiere que no sea parecido ni a Juntos por el Cambio ni al Frente Progresista.
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