La presidenta Cristina Fernández de Kirchner relacionó hoy su disfonía con el fallo de la Sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial Federal que declaró “inconstitucional” el artículo de la Ley de Medios que fija límites a la concentración de licencias.
“Hay un fallo que me dejó sin habla, me enmudeció, nunca se vio nada igual”, fueron las primeras palabras de la Jefa de Estado al encabezar un acto en la Casa Rosada, donde entregará fondos a las provincias para la refacción de colegios técnicos.
“Me enmudeció”, indicó Cristina, quien habla en Casa de Gobierno tras inaugurar por teleconferencia un jardín maternal de la Fundación María de los Angeles en la provincia de Tucumán.
Fernández de Kirchner expresó hoy que la justicia “tiene sectores aristocratizantes que se manejan como un ghetto”, y en ese sentido aseguró que el fallo de Cámara Civil y Comercial sobre la ley de medios “es la punta del iceberg, que revela el entramado que funciona debajo”.
Ala vez, Cristina aludió a expresiones de un camarista que se sintió “insultado por quienes ocupan transitoriamente cargos en el Estado", y consideró: ”Todos somos transitorios, pero hay magistrados nunca removidos que tienen una idea casi aristocratizante del Poder Judicial“.
“Por eso entran a la justicia los hijos, amigos o los recomendados de los jueces, por eso el pibe que se recibe de abogado no puede entrar”, afirmó, al tiempo que instó a “no generalizar, porque seguro que en la justicia también hay muy buenos magistrados”.
Cristina lo expresó esta tarde en Casa de Gobierno, donde encabezó un acto junto a gobernadores y editores de publicaciones educativas, en el que además realizó teleconferencias con Tucumán, en la inauguración de un centro infantil, y con San Antonio de Areco, para la Facultad de Enfermería. También anunció nuevas escuelas y entrega de libros en todo el país, tras lo que se refirió al debate por la reforma judicial. Allí manifestó la necesidad de una reforma afirmando que el gobierno busca “una justicia pareja para todos, con igualdad de ingresos, igualdad para conocer las declaraciones juradas de todos, y para todos los aspectos de la justicia”.
Luego de una teleconferencia con Susana Trimarco, quien inauguraba un centro para hijos de la violencia y la trata en Tucumán, Cristina recordó la desazón generada con la absolución de todos los imputados por el secuestro, trata y muerte de su hija Marita Verón, y equiparó el caso a otros decepcionantes.
Entre ellos citó una causa por lavado de dinero, por 5.000 millones de dólares, “parado desde 2008”, en el que la justicia no permite a la AFIP y la UIF constituirse como querellantes; y otra por la expropiación del predio de La Rural en Palermo, en donde el juez privilegió a la SRA en la información del caso.
Asimismo consignó el caso de un juez de Córdoba, acusado de delitos de lesa humanidad, caso en el que hubo 77 jueces que se excusaron por amistad con el imputado. También recordó el reclamo de 130 millones de pesos de impuestos adeudados por el diario La Nación, causa frenada hace más de diez años por una cautelar.
“Todo esto revela el entramado que provoca atrasos incomprensibles. La ley de medios demostró cómo se maneja esto, y después vimos los casos de La Rural, los impuestos, Susana Trimarco y el lavado”, dijo. Agregó que los proyectos de reforma buscan “una justicia del siglo XXI, no la de una una monarquía o una aristocracia, que sea tan democrática como resto de los poderes del Estado”.
Al referirse a la propuesta de regular las cautelares, la presidenta afirmó que “nadie puede imaginar que este gobierno adoptará medidas contra los sectores más vulnerables o desprotegidos, cuando su objetivo principal fue siempre el de protegerlos”.
“Si estuviera del lado de estos poderosos que tienen una justicia a la carta no sería yo. Pretender que este gobierno pueda promover una ley que afecte a los más vulnerables es una coartada para ocultar sus verdaderos intereses”, dijo.
Pidió a la oposición un “debate serio y amplio”, recordando su propio desempeño legislativo en los 90, en minoría aún dentro del bloque del PJ, cuando incluso quedó votando y debatiendo en soledad ante el retiro de la oposición de la UCR, como ocurrió cuando el Congreso aprobó la privatización del Banco Hipotecario.
“Sé lo que es ser minoría y estar en soledad, cuando en realidad no había oposición”, afirmó, considerando que “para lograr verdaderos consensos hay que comenzar por lo que estamos de acuerdo”.
Sostuvo que todos están de acuerdo en la necesidad de reforma de la justicia y que ese “es el primer acuerdo, desde el que se puede avanzar”, criticando a los que “desde el principio se niegan al debate”.
“No es una reforma a libro cerrado, ya se han hecho modificaciones, porque todo es perfectible, nadie puede decir lo contrario”, señaló.