La visita del presidente Javier Milei a Santa Fe comenzó con un amplio operativo de seguridad, encabezado por la Policía Federal, con apoyo del Ejército y personal de la Fuerza Aérea.
Lo que iba a ser una caminata por la peatonal terminó en enfrentamientos. El presidente debió modificar su agenda y trasladar la actividad. Saludos desde el balcon y la camioneta.
Disturbios y enfrentamientos marcaron el paso de Milei por Santa Fe: crónica de corridas, piedrazos y detenidos
La visita del presidente Javier Milei a Santa Fe comenzó con un amplio operativo de seguridad, encabezado por la Policía Federal, con apoyo del Ejército y personal de la Fuerza Aérea.
Camionetas oficiales y móviles policiales formaron parte de la caravana presidencial, escoltada por al menos seis motos de la Policía Federal, junto a efectivos de Infantería, trabajos coordinados por Casa Militar, responsable de la custodia presidencial.
Cerca de las 10.30, el avión que trasladaba al presidente aterrizó en el aeropuerto de Sauce Viejo, donde un grupo de unas 50 personas esperaba para recibirlo.
Milei llegó acompañado de su hermana Karina Milei y de referentes libertarios, muchos de ellos de las redes sociales.
Desde allí se dirigió al hotel Los Silos, donde lo aguardaban militantes libertarios con banderas y consignas a favor del presidente.
Desde el balcón del segundo piso, Milei saludó a los simpatizantes que se acercaron al lugar, mientras la seguridad controlaba el perímetro.
El plan original incluía una caminata por la peatonal, pero rápidamente se vio interrumpido por disturbios protagonizados por sectores de la oposición. Según detalló Uno Santa Fe, detractores del presidente, entre ellos militantes del Polo Obrero y otros grupos de izquierda, llegaron hasta San Martín y Mendoza, corrieron a los militantes libertarios, rompieron el gazebo que habían armado y generaron un clima de fuerte confrontación.
Ante esta situación, la actividad se trasladó al hotel del Puerto, donde Milei se encontraba. Militantes libertarios esperaban saludar al presidente, pero la manifestación opositora invadió la zona nuevamente.
Allí hubo enfrentamientos y discusiones cara a cara, muchos de ellos verbales y algunos con golpes de puño. Los enfrentamientos continuaron con corridas, lanzamiento de piedras contra la caravana presidencial y al menos tres detenciones, de jóvenes de 20 a 26 años, realizadas por Infantería, mientras los manifestantes a favor y en contra se concentraban en las inmediaciones del hotel.
Entre los opositores, se pudieron ver banderas del Polo Obrero y de Palestina. Los libertarios intentaban mantener la calma y resguardarse detrás del vallado, aunque algunos decidieron enfrentarse con el grupo de manifestantes detractores de Milei.
UNO Santa Fe precisó que los enfrentamientos dejaron detenidos, corridas y disturbios, reflejo de la intensa confrontación entre sectores libertarios y de izquierda.
La magnitud de los disturbios obligó a modificar la agenda presidencial: Milei no pudo realizar la caminata por la peatonal ni ningún recorrido previsto por la zona del Puerto. En medio del caos, el presidente saludó desde el balcón del hotel y desde la camioneta, realizando un breve acercamiento al vallado que lo separaba de los militantes libertarios.
Finalmente, ante la imposibilidad de continuar con la actividad en la ciudad, Milei partió por vía terrestre hacia Paraná, anticipando así la siguiente etapa de su campaña, mientras la Policía Federal y la Infantería mantenían el control en el microcentro y la zona del Puerto.
El episodio evidencia la polarización que atraviesa la campaña electoral y marca un alto nivel de conflictividad social en Santa Fe, donde las visitas de Milei generan tanto apoyo fervoroso como rechazo activo.
De esta manera, lo que iba a ser un acto simbólico de proximidad con los votantes libertarios, terminó en un evento marcado por disturbios, enfrentamientos y modificaciones de agenda, dejando en evidencia los desafíos que enfrenta la campaña presidencial de Milei en medio de la polarización política.