Marcelo Bustamante / La Capital
Primeros festejos en el búnker peronista en Rosario.
En un escenario polarizado a la espera de los primeros números oficiales, los búnkers de los tres principales candidatos presidenciales de estas elecciones 2023 mostraban prudencia en la noche del domingo, aunque en Unión por la Patria (UxP) ya había cierto aire de triunfo: el propio Sergio Massa arribó al comando y los voceros hablaban de una posibilidad firme no solamente de entrar en el balotaje sino también de terminar en primer lugar.
Lo mismo ocurría en Rosario, con el peronismo insinuando los primeros festejos pero todos a la espera de los números que empezarían a perfilar los comicios.
Aunque no había todavía clima de festejo, en el peronismo reunido en el barrio porteño de Chacarita se advertían muchas sonrisas luego de la decepción que les significaron las Paso. Cuando todavía no había números oficiales, los boca de urna le daban una victoria a Axel Kicillof y también a Massa a presidente. El gobernador bonaerense ya estaba en el búnker y recibió al candidato presidencial y ministro de Economía, quien arribó minutos antes de las 20. Quienes definitivamente no darán el presente son el presidente y la vice, Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
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En el comando de La Libertad Avanza se advertía mucho movimiento pero también prudencia. Javier Milei estaba alojado en el piso 21 del Hotel Libertador del microcentro porteño acompañado de su hermana Karina; el candidato a jefe de Gobierno de Caba, Ramiro Marra; la postulante de diputada nacional Marcela Pagano y quien va por la Intendencia de La Matanza, David Adrián Martínez, más conocido como El Dipy. La visita estelar era la del diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente Jair Bolsonaro.
El asesor Guillermo Francos descartó un escenario sin balotaje pero aún no habían adelantado números propios.
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En Parque Norte, Juntos por el Cambio (JxC) tenía el escenario esperando a los candidatos. Y ninguna previsión, al menos de la puerta para afuera: se limitaban a comentar que esperaban las mesas testigo y por lo bajo insistían en que estaba tan parejo que "puede pasar cualquier cosa". Para la Jefatura de Gobierno porteña las cosas se vislumbraban más claras: un triunfo de Jorge Macri, la posibilidad de que a Leandro Santoro (UxP) no le alcanzara para llegar al balotaje, y con el libertario Ramiro Marra "muy atrás".
En Rosario se repetía el escenario porteño: en el búnker de LLA de avenida Libertad 24 casi no había movimiento apenas pasadas las 20, en el de Patricia Bullrich seguían esperando números, y el peronismo empezaba tímidamente con los festejos.
En Mitre y San Lorenzo, frente al complejo Atlas, de a poco empezaban a escucharse los cánticos. El peronismo se apuró a copar la calle y los dirigentes, puertas adentro, se mostraban ansiosos y esperanzados. Es que las noticias que llegaban de Buenos Aires eran más que alentadoras, con la posibilidad de dar vuelta el resultado de las Paso.
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