El presidente Alberto Fernández aseguró ayer que nada quiere “más en el mundo” que “ser el presidente que una a los argentinos” y dijo que pretende serlo, “no declamando”, sino concretando políticas como el desarrollo de Invap, la empresa de Investigación Aplicada que ayer visitó en Río Negro y que es parte del plan de radarización de la Argentina.
“Nada quiero más en el mundo que ser el presidente que una a los argentinos. Pero los quiero unir así. No declamando seguridad y olvidando el plan de radarización. Hay quienes piensan la Argentina para unos pocos”, señaló el mandatario al encabezar un acto en la sede de la empresa tecnológica Invap en San Carlos de Bariloche.
El jefe del Estado ratificó en este contexto su compromiso con la “unidad”, aún en la divergencia de opiniones, y destacó a los dirigentes que, pese a no tener el mismo signo político, trabajan para lograrla.
En ese sentido mencionó al gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés, y a la anfitriona, la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, de Juntos somos Río Negro, y destacó que existen “dirigentes que no son peronistas” y que, a pesar de las diferencias, también quieren una “Argentina para todos”.
“Hay quienes piensan la Argentina para unos pocos y estamos los que pensamos la Argentina para todos. Y no digo que solo los que somos peronistas pensamos la Argentina para todos, porque Arabela Carreras que también piensa la Argentina para todos, y el otro día estuve en Corrientes donde hay un gobernador radical y él también piensa en la Argentina para todos”, reflexionó.
Recordó asimismo que ante la pandemia, todas las provincias fueron iguales, las peronistas y las no peronistas, a la hora de recibir la asistencia del Estado con políticas de orden nacional y federal.
“Unidad no quiere decir que todos pensemos igual sino que queremos el mismo objetivo. La unidad sólo es posible en la diversidad. Estar unidos no quiere decir que todos pensemos igual. Quiere decir que todos queremos el mismo objetivo”, aseveró.
Antes de las palabras del presidente, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, había elogiado la decisión de Néstor Kirchner y de Alberto Fernández en su calidad de jefe de su jefe de Gabinete, cuando en 2004 el país apostó por la producción de radares en Invap.
“Sólo 15 países en el mundo acceden a la tecnología Radar, esto nos da independencia y soberanía”, dijo el titular de Defensa para graficar la importancia de la construcción de estos implementos en el país.
También señaló que la inversión anunciada supera a la realizada durante el período macrista en la fábrica barilochense y, en línea con las palabras de Fernández, recordó que los políticos que afirmaban que la frontera era “un colador” no instalaron ninguno en el período que ocuparon el gobierno.
“La frontera norte está absolutamente radarizada, y esos radares estaban instalados en 2015”, señaló.
La gobernadora de Río Negro, por su parte, elogió el trabajo conjunto entre la Nación y de la Provincia que, siendo de distinto signo, tienen “plena coincidencia” en la idea de “desarrollo y soberanía tecnológica”.