Una mujer de 30 años fue imputada por apuñalar en abdomen a su pareja durante una discusión que se desató la noche de Año Nuevo en la casa que compartían en Villa Gobernador Gálvez. Según la acusación fiscal, en medio de una confrontación verbal Jésica N. tomó de la mesada un cuchillo e hirió en el abdomen a Miguel A., quien sufrió un shock por la pérdida de sangre y permanecía internado en la terapia intensiva del Hospital Provincial. Acusada de tentativa de homicidio, la mujer quedó en prisión preventiva pese a un planteo de su defensa para que permaneciera en prisión domiciliaria al cuidado de los tres hijos menores de edad de la pareja.
El incidente se desató a las 4.15 de la madrugada del 1º de enero en una casa de Rawson al 2500, en el barrio Coronel Aguirre de Villa Gobernador Gálvez. De acuerdo con la imputación a cargo del fiscal David Carizza, luego de una discusión con su pareja N. "tomó una cuchilla que se encontraba en la mesa de la cocina y lo hirió en el abdomen con la intención de provocar su muerte". Todo derivó en un drama familiar, con el herido internado en estado delicado, la mujer en prisión bajo una grave acusación y los tres hijos solos en la casa al cuidado de la hermana mayor de 12 años.
Tras la pelea, el hombre fue trasladado por su pareja y un amigo que le hicieron señas a un patrullero y lo llevaron hasta el Hospital Gamen de esa localidad. Desde allí fue trasladado al Hospital Provincial de Rosario, donde le practicaron una transfusión por la gran pérdida de sangre y hasta ayer permanecía internado en la unidad de terapia intensiva. Jésica N. quedó detenida y ayer a la mañana fue imputada en el Centro de Justicia Penal como autora de un intento de homicidio calificado por mediar una relación de pareja.
La jueza Melania Carrara dispuso la prisión preventiva de la mujer tal como lo requería la Fiscalía, con la chance de que la defensa solicite una revisión en un plazo de noventa días. El defensor Marcelo Opete había solicitado la prisión domiciliaria de N. por ser madre a cargo de tres chicos de 4 a 12 años. Advirtió además que, tras el incidente, los chicos quedaron solos en la casa familiar al cuidado de la hermana mayor.
La jueza resolvió poner en conocimiento de la situación a la Dirección Provincial de Niñez para que se garantice el cuidado de los tres hijos de la pareja. Ante esa decisión el defensor adelantó que pedirá un informe ambiental y apelará ante la Cámara Penal. “Se ofreció la opción de que el niño de 4 años vaya al establecimiento penitenciario con la mamá, pero eso vulnera sus derechos y el interés superior del niño. Se estaría castigando a un niño que no cometió un delito”, remarcó.
El abogado cuestionó además que el hecho se enmarque como un intento de homicidio cuando “no hay una intención de matar, bajo ningún punto de vista. Fue una situación del momento. Hay una sola herida en el abdomen, no había una relación tóxica entre ellos ni un conflicto familiar. Es más, es ella quien busca desesperadamente ayuda y traslada a su pareja al hospital. De haber tenido la intención de dar muerte hubiera continuado con la agresión”.
Según indicó, todo ocurrió cuando la víctima, en estado de ebriedad, inició una discusión por celos mientras festejaban el Año Nuevo con una pareja de amigos. De acuerdo con Opete, el fiscal basó la acusación en los dichos de uno de esos amigos. Este testigo “manifiesta que la mujer tomó la cuchilla de la mesada cuando en realidad se encontraba afuera y no vio lo que pasaba”. Desde el patio, dijo, el testigo escuchó los gritos de N. diciendo “lo pinché, lo pinché” y entró a asistirla.
El defensor remarcó que el análisis del caso es preliminar porque el cuchillo no fue secuestrado, la víctima no declaró y la acusada tampoco. Según su versión, era A. quien tenía el cuchillo en la mano y en medio de la discusión la acusada logró quitárselo y “accidentalmente lo hiere”, además de que aún debe evaluarse la gravedad de la lesión, que según indicó no afectó órganos.
Por último, el abogado remarcó que no existe peligro de fuga porque fue su defendida quien trasladó a la víctima al hospital en compañía de uno de los amigos, le hizo señas a un patrullero que pasaba casualmente por el lugar y completaron el recorrido en el móvil. El herido es obrero en la construcción. La acusada es ama de casa y atiende un local de ropa en el mismo domicilio donde cuida a sus hijos, de donde el defensor entiende que difícilmente podría escapar. Por eso adelantó que apelará para que se revise la situación de la mujer “con perspectiva de género”.