En una ciudad donde los límites se están corriendo todo el tiempo en menos de 10 horas sucedieron dos hechos armados contra mojones institucionales. Uno fue a las 3 de la madrugada de ayer cuando desde un auto arrojaron una bomba molotov contra una camioneta Volkswagen Amarok ploteada con los colores de la policía de Santa Fe, asignada a la Policía de Acción Táctica (PAT) y estacionada frente a la comisaría 15ª. La camioneta se quemó completamente (ver aparte) pero en la escena se halló una nota que dejaron los agresores con este texto: “Dejen de agarrar plata de los giles, corruptos”. Nueve horas más tarde, dos hombres en una moto roja pasaron por una calle lateral de la cárcel de 27 de Febrero al 7800 y dispararon entre siete veces. Cuatro balas perforaron los vidrios de un sector destinado al contacto de los defensores con los reclusos y una abogada resultó herida en una rodilla a raíz del estallido de vidrios.
Todo estaba preparado para el horario de visita en la cárcel de Mujeres cuando, poco antes del mediodía de ayer, dos hombres en una moto (según vecinos una Honda roja) se acercaron a uno de los laterales del complejo, sobre calle 1706 al 2600, y dispararon al menos siete veces contra el edificio. Testigos dijeron que el conductor de la moto llevaba una gorra amarilla y que el acompañante, vestido con remera gris y bermudas, ejecutó los disparos.
Al menos cuatro balas perforaron los vidrios de un espacio del Order conocido como “la sala de abogados”, donde los defensores se reúnen con sus representados. Una zona de tránsito por la que diariamente pasan entre 15 y 20 abogados.
En eso estaba la abogada Florencia Delgado cuando al escuchar las detonaciones y el silbido de los proyectiles se tiró al suelo con la mala fortuna que cayó sobre las astillas de los vidrios perforados. “Las balas pasaron muy cerca de ella”, explicó un colega suyo.
Si bien Delgado no sufrió lesiones severas, sus heridas motivaron un comunicado del Colegio de Abogados de Rosario en el que manifestaron su “preocupación por las reiteradas balaceras contra el complejo penitenciario de zona oeste”. También indicaron que tomaron conocimiento e intervención “dentro de la investigación penal, en la que la fiscalía ya ordenó todas las medidas del caso”.
El Colegio adelantó en el texto que enviarán un proyecto al Ministerio de Seguridad para “llevar adelante mecanismos que aseguren y resguarden el ejercicio de la profesión dentro de las instituciones penitenciarias”.
En la escena del ataque los investigadores comprobaron cuatro impactos y se recolectaron cinco plomos, una esquirla y siete vainas servidas sobre calle 1706. El ataque fue captado por cámaras de vigilancia de la sector baleado. Hasta anoche se ignoraba si habían dejado alguna nota con amenazas.
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La investigación del ataque está a cargo de la fiscal de Balaceras Valeria Haurigot quien trabajó en la escena con los peritos de la AIC.
Zona de tiro
El complejo penitenciario de 27 de Febrero al 7800 se inauguró el 30 de julio de 2018. Alberga la Unidad Penitenciaria 5, la cárcel de Mujeres y la Oficina de Recepción de Detenidos conocida como Order. Desde hace casi un año distintas partes del complejo fueron atacadas a tiros. La primera vez, el 23 de mayo de 2022, el ataque que motivó el traslado de Ariel “Viejo” Cantero. Otra fue el 20 de septiembre cuando dejaron un cartel que decía: “Si se siguen prestando con René y los Funes que hacen verduguear a las pibas presas le vamos a empezar a la familia a las que se siguen emprestando (textual) a hacer eso. Primero y último aviso. Saben que no jodemos”. También huno hechos similares el 29 de diciembre y el pasado 2 de febrero.
A esto se suman los recurrentes tiros contra la oficina de Asuntos Penitenciarios de Pellegrini y Alsina baleada al menos cinco veces desde enero de 2020. También fue tiroteado, el pasado 10 de marzo, un colectivo que trasladaba personal penitenciario a la cárcel de Piñero por la ruta nacional 11, en el tramo comprendido entre el Puente Carretero y el sector conocido como el “rulo” de Cilsa. No hubo heridos.
Patrulla quemada
Antes del ataque contra el complejo penitenciario, sobre las 3 del miércoles los vecinos de Sarmiento y Ameghino se sobresaltaron con una explosión. Al asomarse por sus ventanas vieron una camioneta Amarok de la policía que se consumía por el fuego. A unos metros se encontró un cartel con un mensaje: “Dejen de agarrar plata de los giles, corruptos”. La Amarok estaba estacionada sobre Ameghino frente a la comisaría 15ª y a la escuela 1032.
Algunos vecinos indicaron que los agresores circulaban en un auto Volkswagen Bora. Oficialmente se indicó que la camioneta, asignada a las PAT, se encontraba allí porque la dotación que la usaba estaba en la comisaría dejando un acta de procedimiento. El fuego fue controlado por una dotación de Bomberos Zapadores.
También resultó parcialmente dañado un auto estacionado junto a la Amarok, secuestrado en una causa judicial por haber sido robado el 4 de marzo en Amenábar e Italia. El caso quedó en manos de la fiscal Juliana González.
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Fue la tercera vez en este año que una dependencia policial es atacada con tinte mafioso. El 26 de enero pasado dos personas incendiaron Volkswagen Gol Trend de una empleada de la comisaría 12ª, en la puerta de la seccional de Solís y Casilda, en barrio Ludueña.
El segundo ataque fue el 1º de febrero y tuvo como blanco un desvencijado móvil de la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez, estacionado frente a la dependencia en Nahuel Huapi y Pellegrini. El ataque fue en el marco del crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano, ejecutado en la puerta 6 del estadio Coloso del Parque Independencia en medio de una disputa de facciones de la banda de Los Monos que regentean la barra brava de Newell’s. Ahí dejaron un cartel amenazante.
El tercero fue este miércoles frente a la comisaría 15ª donde sólo quedaron chapas y patentes quemadas.
Luego de la firma de un convenio entre la Agencia Provincial de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod) y la Municipalidad de Rosario, el gobernador Omar Perotti se refirió al ataque: “Son lacras que no les importa absolutamente nada”, sentenció con gestos elocuentes de fastidio.
Una de las hipótesis que se manejan en el Ministerio de Seguridad es que en la seccional 15ª está preso un hombre ligado a una trascendente banda narco, situación que habría motivado ese ataque incendiario. “Sin dudas que hay acciones que obedecen a muchas detenciones y secuestro de armas, que conllevan a reacciones y medidas de seguridad diferentes”, afirmó Perotti.