Las oficinas del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) ubicadas en la esquina de Pellegrini y Alsina volvieron a ser blanco de una grave intimidación. Esta vez no fueron balazos contra el frente del organismo lo que dejaron los delincuentes -como ocurrió en dos ocasiones hace dos años- sino un cartel de cartón, escrito a mano, con una grave amenaza contra el personal.
“Si siguen verdugueando a la familia de los (presos de) alto perfil, para la próxima vamos contra las familias de los empleados del servicio, el que avisa no traiciona”, dice el mensaje que alguien pasó por debajo de la puerta de la oficina.
El hecho se registró alrededor de las 22 del jueves. Fuentes de la investigación señalaron que a esa hora un empleado del SPP mientras realizaba el recorrido habitual por las instalaciones encontró el mensaje escrito en un trozo de cartón que alguien había pasado por debajo de la puerta de ingreso al organismo.
Tras el hallazgo, el efectivo comunicó la novedad al fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno, Marcelo Vitola, quien ordenó el secuestro de la nota y abrió una investigación.
Ataques a balazos
Las mismas oficinas del Servicio Penitenciario, que recientemente volvió a estar bajo jurisdicción del Ministerio de Seguridad, ya habían sido blanco de violentas intimidaciones. La primera fue el 11 de enero de 2020. La segunda el 12 de octubre del mismo año. Por este último incidente hay una persona identificada por la autoría material y condenada a 5 años de prisión.
El primer hecho, el del 11 de enero de 2020, sucedió entre la 0.30 y la 1 de la mañana. Personas que pasaron en moto por el lugar efectuaron un disparo que perforó la persiana de madera de una de las ventanas sobre calle Alsina 1968 y agujereó el vidrio dañando una pared. El hecho fue descubierto y reportado alrededor de las 6.55 por un guardia mientras realizaba el rondín de seguridad.
Ese incidente se dio en el marco de los ataques a balazos a distintos organismos gubernamentales y judiciales, incluidas casas de funcionarios y hasta la sede del Centro de Justicia Penal.
El segundo ataque se registró en la tarde del 12 de octubre del mismo. En esa oportunidad, todo ocurrió a plena luz del día, poco después de las 13.30 y también participaron dos hombres en moto que dispararon seis balazos contra la fachada de la repartición.
En este último caso se estableció que el ataque había sido ordenada desde la cárcel de Piñero junto a un atentado idéntico a una vivienda de Cochabamba al 6000 ocurrido tres días después. Por estos dos hechos poco después un joven de 22 años llamado Iván Emanuel Hertel fue condenado a 5 años de prisión.
El caso fue investigado por la fiscal la fiscal Valeria Haurigot, de la unidad especializada en balaceras, que estableció la participación de Hertel en los dos ataques ocurridos en octubre de 2020 con diferencia de tres días. El joven había caído en un procedimiento policial el 16 de octubre de 2020, un día después de la balacera contra la vivienda de calle Cochabamba. En ese entonces Hertel, junto a otras dos personas, fue apresado después de una breve persecución iniciada en inmediaciones de la cárcel de Piñero.
Los tres estaban a bordo de un Peugeot 207 color gris, detenidos pero con el auto en marcha a 200 metros de la cárcel de Piñero. Cuando los policías que transitaban por la zona se acercaron con el fin de identificarlos, Hertel y compañía se dieron a la fuga. Primero intentaron escapar en el auto, que derrapó y cayó sobre una zanja. Entonces intentaron huir a pie pero fueron alcanzados por la policía. Hertel tenía encima una pistola Bersa calibre 380.