Un hombre asesinado a balazos y un compañero herido fue el resultado de un ataque perpetrado la tarde del domingo en calle Cabildo y Lallana (Buenos Aires al 6000), en el barrio Roque Sáenz Peña de la zona sur de la ciudad. Los vecinos del barrio, dicen, sólo escucharon una ráfaga de disparos y cuando se animaron a salir a las puertas de sus viviendas se toparon con las dos víctimas tiradas sobre el pavimento.
Ocurrió alrededor de las 16 del domingo cuando muchas familias aún hacían la sobremesa de los festejos por el Día del Padre. Cristian Damián González, de 31 años, y Fernando Ariel C., de 36, caminaban por calle Cabildo hacia la casa de este último, ubicada a pocos metros del lugar donde fueron atacados a tiros, supuestamente por los ocupantes de un vehículo que pasó junto a ellos.
Como consecuencia de las heridas recibidas, ambos hombres quedaron tirados sobre la calle y un vecino del lugar los cargó en su auto particular y los llevó al Hospital Roque Sáenz Peña, que se erige a unas nueve cuadras del lugar del ataque. Allí Cristian Damián González llegó agonizante con seis perforaciones en el abdomen y el tórax por lo que falleció pocos minutos más tarde. En tanto, Fernando Ariel C. recibió balazos en el muslo derecho y la pierna izquierda provocándole fractura expuesta de húmero por lo que quedó internado.
Convocados al sitio del hecho agentes de la Dirección de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) preservaron la escena y recabaron pobres testimonios de vecinos que, quizás amparados en el miedo, sólo dijeron haber escuchado los disparos y luego haber visto a los hombres malheridos a pesar de que uno de ellos vivía a sólo 200 metros de donde lo balearon.
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Los peritos levantaron del lugar dos vainas servidas calibre 9 milímetros, un trozo de plomo deformado y dos pares de zapatillas además de secuestrar prendas de vestir y un teléfono celular que sería de la víctima fatal, por lo que en una primera instancia los pesquisas dejarían de lado la hipótesis del robo como motivación del crimen.
En un primer momento, agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) que participaron de las acciones en la escena del ataque arrestaron a un menor de 17 años bajo la sospecha de haber sido el homicida o, al menos, haber participado de la balacera mortal. Sin embargo horas más tarde recuperó la libertad por disposición de la fiscal Georgina Pairola al no encontrarle relación con el asesinato.