Félix, trabajador de una huerta comunitaria en barrio Las Flores, terminó el domingo del Día del Padre viendo por televisión el triunfo de Boca. Cerca de la medianoche se acostó y cuando apenas alcanzaba a dormirse lo desveló un estruendo espantoso en la puerta de su casa de Platón al 1400. No se imaginó o no quiso ni pensar que se había tratado de disparos. Al asomarse vio que en la puerta estaba Oscar, su "hijo del corazón", tirado en el piso por los balazos que había recibido.
Oscar Domingo Ayala, de 29 años, murió pasadas las 2.30 del lunes y se convirtió así en la tercera víctima fatal de la violencia callejera, que durante la tarde y la noche del domingo había dejado a otros dos muertos a tiros en distintos hechos. Todos ocurrieron en la zona sur de la ciudad. Además de Ayala en Las Flores, fue asesinada Yoana Soledad Maciel, de 33 años, en Ayolas y Acceso Sur; mientras que en Cabildo y Lallana fueron atacados dos hombres de los cuales uno, Cristian Damián González, de 31 años, murió producto de varios disparos y otro, de 38 años, quedó internado. Son 131 los homicidios registrados en el departamento Rosario en lo que va del año.
"Terminó el partido de Boca, apagué la tele y me acosté. Me dormí y me desperté por los tiros", resumió Félix, el padrastro de Oscar Ayala, en diálogo con La Capital. Este lunes la familia atravesaba la mañana de feriado a la espera de que desde el Instituto Médico Legal les avisaran que podrán retirar el cuerpo para poder despedirlo. El único que intentaba descansar era Diego, hermano de Oscar, quien fue el primero en advertir que el muchacho había sido atacado a balazos.
Una ráfaga
Félix cuenta que Oscar tenía la costumbre de pasar el rato sentado a los pies del sauce que está en el ingreso de la casa familiar de Platón al 1400. Ahí mismo lo balearon la madrugada del lunes, cerca de las 1.30. Al parecer estaba solo, por eso todos los testigos que aportaron algo de información sobre el hecho apenas pudieron hacerlo con lo que escucharon antes de encontrarse con el muchacho tirado en la puerta de su casa. "No fue un balazo, sonó como praaaa, lo escuché como si fuera abajo de mi cama", contó Félix y describió así una ráfaga de balazos.
Las fuentes policiales no especificaron si en la escena del hecho se juntaron vainas servidas, por lo tanto no se conoce todavía con qué tipo de arma mataron a Oscar. Tampoco trascendió si los homicidas se movían en algún vehículo. Todo eso y demás pormenores son cuestiones que deberán esclarecerse en la investigación que por ahora está a cargo de la fiscal Georgina Pairola, quien ordenó una serie de medidas al gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal.
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Cuando Félix escuchó los disparos otro de sus hijos se acercó a la habitación. Los dos supusieron que se había tratado de tiros, pero a su vez se alarmaron porque además de las detonaciones se había escuchado un golpe sobre el tejido de la puerta de la casa. Al asomarse vieron que estaba Oscar desplomado en el piso, casi en el ingreso a la vivienda. Junto a él estaba Diego, el otro hermano, quien ya se había abalanzado sobre Oscar para intentar reanimarlo.
Misterio
"Despertate, despertate", repitió hasta el hartazgo Diego mientras golpeaba la cara de su hermano. Tal vez con la certeza de que llamar a la policía o al servicio de emergencias médicas significaría el paso de tiempo muy valioso, el muchacho cargó a Oscar en su moto y haciendo equilibrio llegó hasta el Hospital Roque Sáenz Peña. Pero no hubo nada por hacer y Oscar murió pasada las 2.30.
Los familiares de la víctima dicen no saber con precisión si hubo un conflicto puntual previo al crimen. Félix contó que Oscar había salido de la cárcel de Piñero a fines de 2021 tras cumplir condena por robo y además mencionó "una bronca" reciente que el muchacho había tenido hace unos dos meses con "gente de Las Flores". "Se agarró a las piñas, hubo lío con armas, todo. Después no salió más a ningún lado", contó el hombre.